Hermosa oscuridad

Capítulo 17

Me senté de golpe sobre la cama, sintiendo cómo todo dentro de mí hacía explosión, mientras leía con nerviosismo los papeles de adopción de Lyon que ahora tenía entre mis manos. No podía creerlo aún, ¿entonces era por esto por lo que lucía tan nerviosa y preocupada? ¿Esto era lo que en realidad ocultaba?

Ahora lo puedo entender todo, bueno... al menos su comportamiento.

De pronto escucho cómo la puerta de la habitación se abre y me congelo al ver a Cinthya de pie ahí, mirándome con rostro pálido.

—¡¿Qué estás haciendo?!— preguntó, ya sonando un poco alterada. Percatarme de eso provocó que algo dentro de mí se alarmara.

Me sentí culpable, sabiendo que había ido demasiado lejos. Sé que esto que ha ocultado es grave, pero yo tampoco tenía derecho de turbarlo de esta manera tan cínica.

—Cinthya, yo...—, intenté explicarme. Pero ella no me dejó hablar cuando se acercó a mí para enfrentarme con enojo. Me paralice al ver su expresión, de verdad lucía molesta.

—¿Cómo pudiste hacer esto? ¿Quién te dijo que podías husmear?— gritó, agarrando los papeles de mis manos con brusquedad. Sobresalté ante eso—. Esto es privados, Connie. Son de la familia.

Me levanté, intentando calmarla. —Cinthya, lo siento. Solo estaba tratando de ayudarte con...—

Pero ella me interrumpió, su voz llena de ira— No tienes derecho a hacer esto, Connie. No tienes derecho a meter tus narices en los asuntos de mi familia.

Me sentí abrumada por la ira de Cinthya. Sabía que había roto la confianza entre nosotras. Me di cuenta de que había ido demasiado lejos, y que debía hacer algo para arreglar las cosas.

— Yo... perdona, sé que hice mal, es sólo que me sorprendió que...—

— Eso no es asunto tuyo, ya te lo dije— respondió, su voz baja y peligrosa.

—Soy su amiga, Cinthya, y si Lyon no sabe de esto... me parece realmente injusto y cruel para él el hecho de que se lo estés ocultando. Porque eso estás haciendo, ¿o no? ¿Él no lo sabe?

Su mirada cambió, su rostro también palideció y ver eso, además de percatarme del silencio en el que prefirió reservarse, fue todo lo que necesité para saber la verdad.

Negué con la cabeza. Ella luciendo cada vez más asustada y culpable.

— Por Dios, Cinthya... ¿Cómo pudiste hacerle esto a tu...?—

— Porque es exactamente eso, mi hermano. ¡Mi hermano! Lo es apesar de todo y la única familia que tengo ahora.

— Pero el hecho de ocultarle esto...—

Cinthya se rió, una risa amarga. —Tú no sabes nada, y tampoco intentes entrometerte más. Yo sólo sé que es lo mejor para él.

— Eso crees tú, pero Lyon tiene derecho a saber la verdad. Tiene derecho a saber quién es su verdadera familia también.

—Tú no entiendes, Lyon podría odiarme por esto.

Me sentí abrumada por la ira de Cinthya, pero no me detuve—. Tú solo estás protegiendo tus propios secretos, Cinthya. Tus propios miedos.

Cinthya se detuvo, su rostro pálido. Por un momento, pensé que iba a golpearme. Pero entonces, se dio la vuelta y se detuvo en la puerta y se volvió hacia mí, su rostro tenso.

—Recuerda, Connie, esto es un secreto. Si le dices algo a Lyon, te arrepentirás.

Me sorprendí por la amenaza, pero no me detuve. — ¿Enserio acabas de amenazarme? ¿Qué es lo que tanto temes, Cinthya? ¿Qué es lo que escondes con eso en realidad?

—No es nada.

Me di cuenta de que Cinthya estaba escondiendo algo, y mi curiosidad aumentó. —¿Dónde adoptaron a Lyon?—, le pregunté y ella se puso pálida, y por un momento, pensé que iba a desmayarse.

—No... no es importante—, tartamudeó—. No... no tengo idea.

— Cynthia... es importante.

— ¿Por qué? ¿Qué es lo que te interesa de eso?

— Sólo necesito saber si supieron quiénes fueron sus verdaderos padres.

— Ya te he dicho que no, no sé, mi abuela tampoco lo descubrió. Sólo... sólo encontró a Lyon y...—

— ¿Lo encontró?— pregunto, sintiendo mi corazón saltar con fuerza. Cinthya no deja de moverse, nerviosa.

— Connie, ya, es todo lo que voy a decirte. Ni siquiera debería hacerlo. Apenas nos conoces, ¿por qué te interesa tanto el averiguarlo?

Me di cuenta de que había acertado, y mi mente se llenó de preguntas.

Me quedé pensativa, mi mente haciendo conexiones. Lyon, ese chico con el que he empezado a sentir una extraña conexión, quién tenía demasiadas coincidencias con Lamia, en realidad se trataba de alguien que también era huérfano. Ambos éramos huérfanos, ambos teníamos la misma edad... y ambos parecíamos tener un destino ligado.

Me recordé la historia que me contó Marco, de cómo yo había sido enviada a la tierra por un ser supremo, el Guardián, porque su plan era resucitar el alma de Lamia. Él me envió en otro cuerpo, fuí creación de él, no de humanos, por eso era huérfana, por eso no tenía familia. Si mis sospechas con Lyon son ciertas... ¿Entonces él también podría tener una historia similar? ¿Qué tal y Lyon también había sido enviado a la tierra por el Guardián? Porque no entendería qué más habría para ligarlo a Lamia.

Me sentí un escalofrío en la espalda al pensar en las implicaciones. ¿Qué significaba esto para mí? ¿Qué significaba la relación entre Lyon y Lamia?

Cinthya me interrumpió mis pensamientos, su voz nerviosa— Connie, por favor, no indagues más. No quiero que te metas en esto.

Me di cuenta de que Cinthya sabía más de lo que estaba diciendo, y mi determinación aumentó. Iba a descubrir la verdad sobre Lyon, sobre su pasado y su conexión con Lamia. Y nada iba a detenerme.

Me senté en la cama, rodeada de mis pensamientos. Recordé la forma en que Lyon me recordaba a ese bebé, en lo bien que me siento estando con él, en la seguridad que me transmitía, cómo si ya lo conociese de años...

Lo conocía...

Me levanté de la cama y comencé a caminar por la habitación, tratando de organizar mis pensamientos. Me acerqué a Cinthya después, mi corazón latiendo con fuerza.

—¿Qué más sabes sobre Lyon? ¿Cómo fue que tu abuela lo encontró?




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