Hermosa oscuridad

Capítulo 18

Christopher 🌹

Corro por las calles devastadas de la ciudad, con Ethan a mi lado y Emmett cubriendo nuestra retaguardia. El ruido de los escombros y el viento es ensordecedor, pero mi corazón late con más fuerza que cualquier otro sonido.

No puedo creer que haya perdido a su padre. No puedo creer que Dorian haya vuelto a involucrarse de esta maldita manera. Aún no termino de asimilar que de verdad se trata de nuevo de ese bastardo. No lo entiendo, sigo sin hacerlo, es que esto ya me parece el jodido colmo. La furia y la angustia se mezclan en mi interior, provocando que me vuelva un poco distraído en mi andar apresurado.

Maldición...

<<Cálmate ya, Chris. Sé que tenemos mucho por procesar, pero ahora necesitas estar por completo en el aquí. ¡Vamos!>>

— Mantén la cabeza baja, Ethan—, le digo, mientras miramos alrededor con cautela. No sabemos dónde puede estar Dorian, el maldito huyó después de lo que hizo con Charlie, pero aun así sé que no debemos confiarnos. Menos ahora.

Emmett se detiene de repente y nos hace una señal de silencio.

— Esperen... Escuchen.

Un rugido lejano resuena en el aire. Mi corazón se detiene.

¿Qué mierda ha sido eso?

Se escuchó cómo un gruñido, muy fuerte, como si de un maldito monstruo se tratara.

Niego, sintiéndome alarmado de cualquier posibilidad.

—Vámonos—, digo, empujando a Ethan hacia adelante. Corremos de nuevo por las calles, esquivando escombros y restos de edificios derrumbados. El miedo me consume, pero no puedo dejar que me paralice. Debo proteger a Ethan.

Debo hacerlo...

Miramos hacia arriba, y veo la sombra de algo enorme volando sobre nosotros. Mi angustia crece.

— ¡Chris, cuidado!—, dice Emmett, señalando hacia adelante. Un edificio en ruinas bloquea nuestro camino. Debemos rodearlo. Estamos a punto de buscar una manera de hacerlo con cautela, cuando de pronto es Ethan el que se detiene.

Intento tomarlo del brazo, pero él se resiste. Lo miro, preocupado, y algo dentro de mí se retuerce cuando me percato de cómo está mirándome, con ojos llenos de lágrimas.

— Ethan, por favor, debemos se...—

—¿Por qué?—, pregunta, interrumpiendome.

No tengo respuesta. No ahora que he escuchado ese tono quebrado. No ahora que he recordado con eso su dolor y el cuál soy capaz de percibir ahora también.

Trago grueso, antes de decir;—Vamos. No te dejaré solo. Te prometo que te mantendré a salvo.

—N-no puedo dejarlo ahí...—dice, su voz quebrada por el dolor—. No puedo dejar a mi padre, Chris. Por favor... Por favor, debemos volver.

Lo agarro del brazo, tratando de hacerlo avanzar.

—Lo siento, Ethan. Pero no podemos regresar. Dorian puede estar esperándonos cerca. No voy a exponerte a ti con él.

Ethan niega frenéticamente con la cabeza, y después trata de forcejear para soltarse.

—No me importa. Necesito regresar por él... Chris, es mi padre, se trata de mi padre y...—

Emmett se acerca a nosotros, mirando alrededor con cautela.

—Chris, debemos seguir adelante. No es seguro quedarnos mucho tiempo por aquí. Dorian quizá trajo compañía.

— Lo sé, pero...— mi mirada después viaja hacia Ethan, quien aún intenta liberarse de mí. Las lágrimas han empezado a bañar su rostro y la impotencia dentro de mí a inundarlo todo. Niego, y después trato de decirle al chico, con voz suplicante:— Ethan... Por favor, por favor házme caso. Yo tampoco quería que fuera así, pero es necesario esto... Está tu vida en peligro ahora, ¿entiendes? No vamos a perderte a ti también. Así que por favor, te pido que confíes en nosotros y que intentes se...—

— ¡Los que no entienden son ustedes! ¡Mi padre era todo lo que me quedaba! ¡Y ahora está muerto! ¡Está muerto!

Siento un nudo en la garganta al ver su dolor. Quiero ayudarlo, pero sé que no podemos regresar.

—Ethan, lo siento. Pero debemos seguir adelante. Para que podamos vivir y encontrar a Dorian y hacer que pague por lo que ha hecho. Te prometo que lo haremos, pero ahora debemos seguir.

Ethan me mira con una mezcla de dolor y enojo.

—No me importa ese tal Dorian. Solo quiero ver a mi padre. Por favor...

Lo agarro de los hombros, tratando de hacerlo entender.

—Escúchame. Si regresamos, Dorian nos matará. Y no podremos hacer nada para vengar a tu padre. Pero si seguimos adelante, podemos encontrar una manera de detenerlo. Y hacer que pague por lo que ha hecho.

Ethan me mira, su rostro contorsionado por el dolor. Luego, de repente, se derrumba en mis brazos, sollozando desconsoladamente. Lo abrazo, tratando de consolarlo, mientras Emmett mira alrededor, vigilante.

Mientras abrazo a Ethan, siento una conexión profunda con su dolor. Me recuerda a mi hermano, Nathan, que perdí hace años. Me recuerda también a mis padres, a cómo ellos decidieron irse. La misma sensación de pérdida y desesperación me invade el pecho. También me hace pensar en mis tíos... Los había recuperado y los perdí tan pronto, de la misma manera que él a Charlie, y por la misma maldita persona.

<<Has vuelto, Dorian Ziegler, pero lo has hecho para que esta vez sea yo el que me la cobre contigo.

No te saldrás con la tuya, jodido bastardo.

Me debes esta y muchas más.>>

Ethan se separa de mí, mirándome con ojos rojos y hinchados.

—Lo siento— dice, su voz apenas audible.

—No tienes que disculparte. Entiendo cómo te sientes, Nathan.

Ethan me mira, como si buscara algo en mis ojos. Y entonces, de repente, lo dice —¿Nathan?

Maldición...

<<¿Por qué mierda le he dicho eso? ¿Cómo fuí capaz de confundirlo a él con mi hermano? ¿Por qué Ethan me sigue haciendo pensar en eso todavía?>>

Siento la mirada de Emmett sobre mí después. Sé que lo he sacado de balance cómo a Ethan, pero es que no lo pude evitar. Me siento confundido, como si el destino estuviera jugando conmigo.




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