La reacción de Milo me pone de inmediato en alerta, de verdad luce más allá de lo sorprendido por ver a los chicos.
De repente, él se acerca a mí y no me da tiempo de asimilar lo que pasa, pues de un segundo a otro solo lo siento tomar mi brazo con fuerza para alejarme de Chris.
— ¡¿Qué es lo que haces?! ¡Suéltala!
— ¡Milo, suéltame! ¿Qué es lo que te...?—
Pero Milo se niega a soltarme. En su lugar, me lleva lejos del chico Anónimo, y después me cubre con su cuerpo. Insisto y lucho con él para que me deje, pero aplica más fuerza que antes. Después me mira con una expresión de miedo y confusión.
— Connie, no debes estar cerca de ellos. Ya hemos visto de lo que son capaces.
— ¡¿De qué hablas?! ¡Vamos, ya! ¡Déjame! ¡¿Te has vuelto loco?!
— ¡Eso te lo debo preguntar yo a ti! ¡Sabes del peligro que corres, ¿y aún así te atreves a dejar entrar a dos de ellos?!
— ¡Maldición, Milo! ¡Ellos no...!—
— ¡Ellos son cómo esas criaturas! ¡No son humanos, Connie! ¡No lo son! ¡No voy a permitir que te engañen!
La situación se vuelve cada vez más caótica. Milo y los chicos tratan de convencer a todos de que Chris y Emmett pueden ser peligrosos, pero las personas de aquí, las que han visto lo que son en realidad, intentan intervenir también para calmar a Milo y los demás. Este aún no me suelta, y eso ya me dió miedo, no por él, pues sé que sólo está confundido y quiere protegerme, pero de lo que temo es de cómo Chris lo está mirando ahora. Sé que si Milo no se detiene... el chico Anónimo se le dejará ir encima pronto.
Entro en pánico cuando miro cómo Chris intenta llegar a nosotros, pero Emmett y Cinthya lo detienen. Milo parece preocuparse más por eso y menos cede a soltarme.
— ¡Les digo, los vimos!— insiste Milo, aún tratando de mantenerme lejos de ellos—. ¡Vimos a seres iguales a ellos enfrentando a demonios en la ciudad! ¡No son humanos! ¡Maldición, tienen que creernos! ¡Asesinaron como si nada a esas cosas! ¡Estos tipos entonces son más peligrosos que los demonios!
Me siento cada vez más frustrada y asustada. Trato de soltarme de Milo, pero él me sujeta con fuerza.
— ¡Milo, por favor! ¡Déjame explicarte!— le digo, tratando de liberarme—. ¡Todo está bien! ¡Conozco a éstos chicos! ¡No son peligrosos!
Pero Milo no me cree. Me mira con una expresión de duda y miedo.
— No viste lo que yo. No puedes confiar en ellos.
— ¡Te he dicho que los conozco! ¡Suéltame ahora, ya!
De repente, Chris se acerca a Milo y trata de tomarlo, pero Milo nos vuelve a apartar de él, luciendo más alterado. Chris, aunque trata de lucir tranquilo, no lo disimula bien. De hecho parece que va a explotar en cualquier momento y eso ya me dió más miedo.
— Ha dicho que la sueltes, ahora.
Milo se sorprende y se detiene un momento, pero luego se niega a soltarme.
— No. No vas a acercarte a ella. ¿Qué es lo que pretendes con Connie?
— Suéltala ya o lo lamentarás.
— Ustedes no son humanos. Así que...— en ese momento, Chris ya no espera a que termine de hablar y se acerca de un movimiento rápido a nosotros para alcanzarnos y después logra hacer que Milo me suelte cuando toma su brazo firmemente y lo aleja de mí. En cuanto quedo libre de él, Chris es el que me cubre después, colocándose frente a mí y tomando mis manos con las suyas. Su mirada puesta en Milo con severidad. Milo está a punto de volverse a acercar, pero es en ese momento que Cinthya interviene para detenerlo.
Él intenta liberarse ahora de ella, mientras Cinthya y las demás tratan de suplicarle calma.
— ¡No te atrevas a tocarla de nuevo! ¡¿me oíste?!—, le advierte Chris a Milo, con voz fuerte y autoritaria. Lyon es el que después llega a tratar de interponerse, pero yo lo detengo pidiendo que me escuche.
— Espera, Lyon, tranquilo — Digo, tratando de alejarlo de Chris. El chico Anónimo se niega a soltarme ahora, pero después de asentir para él, parece entender mi mensaje y me libera un poco. Lyon lo mira con algo en sus ojos que lo hace lucir más allá de lo asustado y enojado. No despega su mirada de él, hasta que yo lo insto cuando tomo su rostro frío con mis manos —. Por favor, Lyon, escúchame. Tienes que creerme. No pasa nada malo, tranquilo. Chris y Emmett no son peligrosos. Los conozco y sé que no harían daño a nadie.
Lyon se detiene un momento, mirándome con una expresión de duda y curiosidad.
— Connie... es que nosotros vimos a unos sujetos iguales a ellos que...—
— Es difícil explicar ahora lo que pasa con eso, Lyon, pero solo escúchame cuando te digo que los conozco. No son peligrosos, te lo prometo.
— Yo... No lo sé, Connie. ¿Estás segura de que los conoces?—. Asiento para él y él se queda mirando a los chicos Anónimos que aún yacen cerca de mí —. Connie, no te das cuenta. Esas criaturas que estamos viendo por todas partes, están buscándote a ti. Eres la que están buscando, y estos tipos no son humanos...
— Comprendo su temor, pero les aseguro que no es la misma situación con Chris y Emmett. Ellos no son demonios. Son... son los chicos que han estado involucrados conmigo en todo este caos. Los que me han protegido.
Pero Milo no se convence tan fácilmente, ya que después grita; —¡No importa quiénes sean! ¡Lo que importa es cómo actuaron las criaturas que vimos en la ciudad! ¡Eran como ellos! ¡No podemos confiar en ellos!
Me siento un poco frustrada por la terquedad de Milo, pero también me siento decidida a convencerlo de que Chris y Emmett no son peligrosos.
Milo me mira con una expresión de preocupación y me dice:— Connie, cuando enfrentamos a esos demonios, los otros sujetos parecidos a ellos causaron un desastre peor. Fue como si estuvieran luchando con una fuerza sobrenatural. Las personas que rescatamos resultaron heridas debido a su lucha.
Justo en ese momento, Mosen llega y se acerca a Milo, primero a tratar de calmarlo.
— Milo, espera—, le dice Mosen y después se queda un largo momento viendo a Chris. Mi chico Anonimo no parece afectarse por eso, pero sí luce un poco intrigado por Mosen. Este parece volver al aquí después de varios segundos sólo escaneando a Chris con la mirada—. No te apresures a juzgar. Lo que veo en ellos es impresionante. Son luz pura.