Connie.
Me encontraba en un lugar oscuro y vacío, como si estuviera en alguna clase de limbo. La oscuridad parecía tener una forma y una textura, como si fuera una sustancia tangible.
De repente, una figura comenzó a tomar forma frente a mí. Era Adela, con su cabello blanco y su mirada intensa.
—Connie, debes tener mucho cuidado de ahora en adelante. No tomes riesgos innecesarios, te llevarán a una trampa — dijo Adela, con una voz seria y urgente—. Dorian tiene la intención de acabar contigo. Está muy cerca. No permitas que ninguno de ellos tome ventaja. No te rindas aunquea veas el fin cerca.
Me sentí un poco asustada al escuchar sus palabras.
— ¿Qué? ¿Por qué dices esto ahora? ¿Qué es lo que sabes al respecto?
— No mucho. Sólo que está libre, y está buscandolos. Buscándonos.
— ¿"Buscándonos"? Pero... ¿Por qué te buscaría a ti y...?—
— No hay tiempo para indagar en esto, Connie. Sólo escúchame. —me interrumpió con nueva desesperación. Tragué grueso al ver cómo miraba a sus costados con aprensión. Cuando dejó de hacerlo, volvió su mirada hacia mí y se acercó hasta tomar mis hombros con sus manos. Vaya... De verdad sentía sus manos—. Por favor, escucha. No temas. No es mi intención ponerte paranoica con esta información, pero debo advertirte o si no todo estará perdido. Confío mucho en tí, Connie, pero también te ruego que lo hagas en mí. Pronto estaré contigo. Despierta, Connie. Despierta y prepárate.
Me desperté de golpe, con un sobresalto. Me encontré en la estancia del refugio, con Christopher sentado a mi lado.
Me miró con preocupación y me preguntó después:— ¿Qué pasa, bella? Tranquila.
Me sentí un poco confundida y asustada.
— Emmett... ¿Él aún no...?—
— No, bella. Tranquila. Por favor, trata de calmarte. Estás temblando. — Christopher se acercó para tomarme entre sus brazos, pero ni estando dentro del cálido refugio que él siempre creaba para mí... podía sentirme en paz. No podía dejar de temblar y pensar que algo malo pasará o ya ha pasado. Sentí cómo Chris empezó a acariciar mi cabello después—. Sé que tienes miedo, amor. Lo sé... Pero trata de no pensar más en esas cosas. No hemos obtenido señal de él porque no quiere arriesgarnos con el Guardián. Es eso.
— Pe-pero ya ha pasado mucho tiempo y...—
— Aún así debemos esperar a que haya algo. No podemos sólo actuar sin saber exactamente qué ha pasado y...—
— Es que... No es sólo miedo. Yo...— tragué grueso, antes de animarme a decirlo. No quería hacerlo, porque no quería preocuparlo, pero creo que es mejor enterarle de lo que trató de explicar Adela ahora en ese sueño. Tal vez él pueda ayudarme a entenderlo mejor —. Chris... Yo... Adela volvió a aparecer en un sueño.
Christopher se puso tenso. Su expresión cambió y se volvió más seria. Me miró con una mezcla de nerviosismo y preocupación.
Se alejó un poco de mí después.
— ¿Q-qué? ¿Enserio?— asentí para él y pareció sorprenderse más—. ¿Qué pasó ahora? ¿Qué te dijo?
Me sentí un poco incómoda al recordar el sueño, pero traté de explicárselo a Christopher con la mayor firmeza posible.
—Me dijo... que debía protegerme de Dorian, que él está cerca. Y que... que no debía arriesgarme. Entonces... ella sabe que ha pasado algo.
— Connie...—
— Quiso advertirme también para que no me atreviera a exponerme afuera. ¿Por qué pensaría que lo haría? ¿Por Emmett? ¿Entonces sí ha pasado algo con él y...?—
— Connie, amor, lo estás pensando mucho — Christopher me abrazó fuerte y me besó la frente—. Por favor, confía en mí. No está bien que vivas todo el tiempo preocupada por esto.
— ¿Tú no lo estás?
— Por supuesto que sí. Pero lo que trato de decir es que no debemos enfocarnos en lo malo. Te lo he explicado, si algo malo hubiese pasado con él... ya lo sabríamos. Ramsés, por ser su soldado, es un Anónimo que tiene una conexión más fuerte con él, justo porque se trata de su sargento. Cuando algo ocurre con ellos... sus soldados rápidamente logran percibirlo y hasta ahora ni Ramsés o Milton se han tratado de comunicar conmigo para informarme de algo así. No dudarían en hacerlo, así que eso me deja concluir que todavía no hay nada malo que informar acerca de él. Te lo ruego, bella, trata de pensar en otras posibilidades. Por favor, no me gusta verte así.
Me sentí un poco reconfortada por sus palabras, pero todavía estaba asustada. No sabíamos nada de Emmett y ya había pasado más de una semana, y bueno... también estaba ese asunto con el tal Dorian. No conocía mucho de ese sujeto, solo sabía que era la mano derecha de Amon. Pero al mencionar su nombre, sentía un miedo extraño. No eran recuerdos lo que me venían a la mente, sino un sentimiento de inquietud y temor.
Escuché a Christopher suspirar, antes de decir;— Connie... no quiero ser insensible contigo.
— Chris, lo sé. No lo eres. Sólo... trato de ser honesta. No estoy bien con esta situación, y no lo estaré hasta que pueda resolverla por completo.
Él me miró en silencio y sólo negó, colocando un mechón de cabello detrás de mi oreja.
— Yo también me siento así. Pero al menos ahora estoy contigo y eso me da tanta fuerza para soportar esto, ¿sabes?— sonreí, sintiendo también cómo me ruborizaba y después lo ví tomar mi mano para besarla—. Se resolverá, sé que así será. Es lo que siento.
— Y lo que yo siento es un miedo extraño. Como si algo dentro de mí estuviera tratando de advertirme de algo. Ella... sólo mencionó a ese tipo, pero aún no entiendo del todo porqué...—
Christopher me miró con preocupación y después dijo: — Dorian es... es alguien que no debes subestimar. Es peligroso y no tiene escrúpulos, pero no es tan fuerte cómo antes. Además... también está siendo cazado, recuérdalo. Y él sólo, sin Amon, no tiene escapatoria.
Me quedé en silencio durante un rato, tratando de procesar el sueño extraño que había tenido. Adela me había dicho que debía huir, que Dorian estaba cerca. Me sentía asustada y confundida. Solo sabía que me sentía asustada y que quería huir.