Hermosa oscuridad

Capítulo 35

Connie.

Me quedé paralizada, sintiendo cómo todo dentro de mí también se congelaba. No podía creer lo que estaba viendo en este momento. Connor, mi mejor amigo de la infancia, estaba de pie en la entrada de la cabaña. Estaba aquí...

Mi mente se quedó en blanco.

¿Cómo era posible?

Después de recibir ese mensaje que él había enviado a una de las redes sociales de Lyon, no había vuelto a saber nada de él. Y ahora, aquí estaba, sonriendo hacia mí como si nada hubiera pasado.

Alegría, sorpresa, emoción... todo se mezcló en mi interior. Apenas podía manteneme de pie, apenas podía creerlo...

De pronto solo corrí hacia él para abrazarlo con fuerza. Era real... De verdad se trataba de él.

—Co-Connor —susurré, mi voz temblando de emoción—. ¡Creí que nunca te volvería a ver! ¡¿Co-como es posible que tú...?! ¡No puedo creerlo!

Connor me abrazó también, su cuerpo cálido y familiar.

— Tranquila, Connie. No sabes cuánto deseaba verte de nuevo... También había pensado lo peor.

Empecé a llorar de alegría. Ésto era demasiado. Tenerlo cerca de nuevo se sentía irreal y maravilloso al mismo tiempo.

Me percaté de cómo los demás se quedaron en silencio mientras nos observaban. Christopher me miró con una mezcla de sorpresa y curiosidad, mientras que Adela sonreía hacia mí con una expresión de felicidad. En ese momento no me importaba nada más que el hecho de que Connor estaba aquí, conmigo. Me sentí completa, como si una parte de mí que había estado faltando durante tanto tiempo finalmente hubiera regresado...

—¿Cómo... cómo estás aquí? —pregunté con voz débil—. ¿Cómo llegaste hasta aquí?

Connor intentó responder, pero yo no lo dejaba hablar. Lo abrazaba y lloraba, sin poder controlar mis emociones. Era como si todo el peso de la separación y la incertidumbre se hubiera desvanecido en un instante.

Connor suspiró y me abrazó con fuerza.

—Te lo explicaré todo, pequeña Cornelia, te lo prometo, pero primeto necesito que respires —dijo él, escaneandome con sus increíbles ojos azules oscuros —. Luces muy débil. Vamos, sólo quiero que te calmes un poco.

Me esforcé por calmarme y lo solté, aunque no podía dejar de mirarlo y de temblar.

—Connie, no sabes cómo me sentí cuando supe que la prisión en dónde estabas se había incendiado —dijo, mirandome con ojos brillosos—. Pensé que... pensé que te había perdido para siempre.

Sentí un nudo en la garganta al escuchar sus palabras. Recordar también lo que pasó ahí... me hace sentir decaída y culpable.

—Te creí muerta... pero dos meses después de lo del incendio vino Adela a Hamburgo a buscarnos a mí y a Berit y nos dijo que estabas bien, que no te había pasado nada y que iría a buscarte. Adela sabía que para nosotros, tú eres todo, Connie.

Un nudo en mi garganta se reforzó al escuchar sus palabras. No sabía que Adela había sido tan considerada con mis amigos.

—Le pedí que me llevara con ella, necesitaba llegar contigo. Quería asegurarme de que estabas con vida.

Traté de esbozar una sonrisa, pero incluso mis labios habían empezado a temblar. Connor siempre había sido mi amigo, pero el que haya querido arriesgarse para solo venir a verme... me hace verlo como al mejor de todos.

—Connor... —dije, mi voz apenas audible.

Connor me miró con ojos llenos de ternura.

—Quería asegurarme de que de verdad estabas bien. No sabes todo lo que pensé después de lo que pasó en esa prisión. Incluso intentaron buscar entre los cuerpos algo que indicara que tú no...— se detuvo y después negó con la cabeza. Agradecí internamente por eso, pues el tema de lo que pasó ahí... me hace sentir devastada —. No... Yo siempre me negué a creer que habías...— se detuvo de nuevo y después me abrazó.

Empecé a derramar más lágrimas y después traté de decir;— Estoy aquí, Connor, estoy aquí. Yo también te extrañé.

No sabía qué más decir, no sabía cómo reaccionar. Solo sabía que estaba feliz de tener a Connor de vuelta en mi vida...

—Yo... por eso quise que ella me trajera. No podía perder la oportunidad de estar contigo de nuevo.

Me limité a sonreír y a abrazarlo de nuevo.

—Tú también eres muy importante para mí, Connor —dije, intentando ser honesta sin herir sus sentimientos—. Tú y Berit son todo para mí. Siempre estuve pensando en ustedes. Te trataré de explicar todo después.

Connor asintió con la cabeza, ansioso por escuchar la historia.

—Berit también quería venir con nosotros— continuó —. Pero sus padres se lo prohibieron. Ella estaba muy preocupada.

Sonreí y solo negué y agradecí por dentro por que Berit tuviera a esas personas que se preocupaban tanto por ella, y también que la cuidaran de esa manera.

— Está bien. Me hubiera gustado verla también, pero me siento bien sabiendo que está en buenas manos.

Connor sonrió también, y por un momento, olvidamos todo lo que había pasado.

— He estado a salvo gracias a mis nuevos amigos ... Christopher, Milton, Abigail y Emmett —dije, intentando explicar la situación—. Todos ellos me han ayudado cómo no tienes idea. En especial... Christopher.

Noté cómo mi voz se tensaba al mencionar a Christopher. La discusión que habíamos tenido antes sobre Adela aún me tenía mal, y podía sentir la incomodidad en el ambiente, no sólo entre nosotros. Connor me miró con curiosidad, pero no dijo nada. Simplemente me escuchó, intentando entender la situación.

Intenté mirar a Christopher después, pero mi mirada se desvió rápidamente. Él aún trataba de buscarme, y parecía suplicar con sus ojos un perdón que yo no estaba lista para darle. No todavía.

— Él... es Christopher —dije, presentándolo a Connor con una voz un poco forzada—. Mi... novio.

La palabra "novio" salió de mi boca con una emoción que no era exactamente alegre.

Connor se sorprendió, claro que noté eso y claro que lo esperaba. Me miró un poco extraño, como si no se esperara algo así.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.