Connie.
— Chris...
— Ya basta de huir.
—Yo... no lo hago. Pero aún no me siento lista para hablar contigo —dije, intentando sonar firme, pero mi voz tembló ligeramente.
Chris suspiró y se pasó la mano por el cabello, un gesto que me pareció familiar y que me hizo sentir un pinchazo de dolor en el corazón.
—Connie, por favor —dijo con su voz llena de desespero—. Solo escúchame. Déjame explicarte lo que pasó.
—¿Qué hay que explicar? —pregunté, intentando sonar indiferente—. Me mentiste. Me ocultaste la verdad sobre lo que había pasado. ¿Cómo puedes esperar que te perdone tan fácil después de haber ocultado lo que había pasado en realidad con mis amigos?
Chris dio un paso adelante, su rostro tenso y suplicante.
—No lo hice para hacerte daño, Connie, jamás lo haría. ¿Cómo puedes creer algo así? Al contrario, era justo eso lo que quería evitar. Estaba dispuesto a hacer cualquier cosa para que tú... para que tú ya no sufrieras más preocupaciones. Si te enteraba de lo que había pasado con Marco... tú te hubieses puesto peor. Ni siquiera tolerabas la oscuridad sola. T
Negué, aún sintiéndome renuente a aceptar esto.
— Aunque fuera por eso, Chris, yo no... no puedo perdonar tan fácil el hecho de que tú no hayas hablado acerca de que él había...—
— Sabía que estaba cometiendo un error al ocultar algo así de importante, y que no era justo. Pero... ya no quería que sufrieras, más, bella — dijo él, acercándose más y después tomó mi rostro con su mano. Ya no tenía las fuerzas para apartarlo. No ahora que me había abrumado con todo esto—. Te amo más que a nada en este mundo y me duele verte mal. Ya no quería que fuese así. Sólo quería que tú... que tú asimilaras todo después de que salieras del coma y...—
—No sé, Chris —dije, intentando, interrumpiendolo—. No sé si puedo perdonarte. No lo sé todavía. Marco era importante para mí. No tienes idea cuánto.
—Connie, lo siento. Siento no haber sido más claro contigo sobre lo que había pasado. Pero quería darte tu espacio después de que despertaste de ese coma. Quería que tuvieras tiempo para procesar todo lo que había sucedido contigo en ese horrible lugar. Sabía que aún necesitarías tiempo y si te decía lo de Marco de inmediato...—
— Me hubieras quitado un gran peso de encima. Al menos hubiese sabido desde antes que él ya se había ido y que Adela...—
— Iba a ser algo fuerte para tí. No estabas bien.
— Y cuando me viste más recuperada, ¿por qué lo seguiste callando?
Me crucé de brazos, sintiendo cómo la ira era la que me dominaba ahora.
—¿Darme mi espacio? ¿Eso es lo que crees que estabas haciendo? ¿Eso hiciste también estos días? Me dejaste sola con todas esas dudas, Chris, parecía que sólo te rendiste.
Chris se pasó la mano por el cabello, su rostro ahora lucía tenso y frustrado.
—Entiendo que estés enojada. Entiendo que estés dolida. Y lo siento mucho. Especialmente por lo que pasó con Marco, pero por favor créeme... Creeme cuando te digo que lo hice por tu bien. Necesitabas estar tranquila. Necesitabas recuperarte de todo lo anterior.
—¿Por qué no me dijiste después? —pregunté, con voz baja y débil y él pareció afectarse por eso—. ¿Por qué no me dijiste que Adela estaba viva cuando te la mencioné? Has dicho que sólo pensabas en lo que era bueno para mí... Si sabías que estaba preocupada por Adela, que estaba preguntándome si de verdad estaba viva o muerta... ¿Por qué no me dijiste que en realidad estaba con tu sargento? ¿Sabes cómo eso me hubiese calmado y quitado tanta angustia de la cabeza?
Chris suspiró y se sentó en una silla cercana después.
—Lo siento, bella. Fuí un verdadero idiota. Yo...— se detuvo para suspirar y después negó con la cabeza—. No sabía cómo decirte todo. Y acerca de Adela... Ya también te lo explicó Koran. Él... me había pedido que no hablara con nadie al respecto de que ella...
— ¿Ni siquiera a mí me podías considerar? ¿Aún sabiendo las dudas que tendría al respecto?
— Koran y ella estaban en peligro en ese momento, bella. Debía ser cauteloso con información al respecto.
— Y a mí me dejaste pensar que estaban muertos o que habían desaparecido.
Chris se levantó y se acercó a mí.
—No quería hacerte más daño. No quería que sufrieras más de lo que ya habías sufrido. Pero entiendo que eso fue un error. Debí habértelo dicho. Ahora lo sé, por favor... Te pido por favor que me perdones, bella.
—No speraba algo así de tí, no puedo asimilarlo si quiera, Chris. Yo jamás te hubiese ocultado algo así —dije, derramando al fin lágrimas—. ¿Por qué me dejaste en la ignorancia?
Chris solo volvió a negar, ya luciendo más desesperado.
—Lo siento, Connie. Lo siento mucho. Debí haber sido más claro contigo. Debí haberte dicho la verdad. Pero ya habías pasado por demasiado, y respecto a lo de Evan... tampoco quería que te sintieras responsable de eso. Sabía que te echarías la culpa por todo, que te sentirías responsable de lo que había pasado con él. Y no quería que te sintieras así por él. Siempre te has culpado por cosas que no son tu culpa. Siempre has sido demasiado dura contigo misma. Y no quiero que sigas así. No puedo permitir que decaigas más.
—Aún así, Chris, te has comportado de manera egoísta. Has decidido qué era lo mejor para mí sin preguntarme. Has decidido ocultarme la verdad sin considerar cómo me sentiría.
Chris asintió con la cabeza, esta vez ya me estaba afectando verlo tan desesperado, pero aún así, algo dentro de mí, se negaba a ceder.
—Lo sé —dijo—. Me doy cuenta de que he cometido un grave error. Pero lo hice porque quería protegerte.
—No tienes que protegerme de todo. Al hacerlo, me vuelves más vulnerable. Prefiero saber la verdad, aunque sea dolorosa, a vivir en una mentira.
Él de pronto se mostró más decaído y golpeado.
—Lo siento de verdad, mi bella. No me dí cuenta de que estaba haciéndote daño. Creí que estaba haciendo lo correcto.