No hay mucho que hacer, debido a que no tenemos algun producto nuevo que promocionar, pero si hay que poner mucho empeño, de que lo que ya está en la mira de ventas se siga vendiendo, rediseñar, innovar o hasta modificar algunas cosas son necesarias. No obstante cuando me doy cuenta, ya son casi las siete y cuarenta y cinco de la tarde, un miercoles que se pasa volando; el gerente Cervantes nos invita a todos, los de Markenting a ir a un pequeño restaurante no muy lejos de la oficina, me voy acompañada de todos aunque el gerente Cervantes tiene coche, él llegará después, pues él quedo en una junta con el Gerente general tanto de Marknting como de Ventas, ya todos en el restaurante empezamos a pedir, aunque no hay muchas personas en él; veo a varios de mis compañeros pedir lícor y aunque es el “ombligo de la semana” no me he de embriagar tan temprano, no por ahora. El murmullo es muy grande, reímos por cualquier ocurrencia de Alan, hasta el Gerente Cervantes comienza a hablar.
—Me alegra mucho, que todos nos llevemos bien.
—A nosotros también nos alegra, señor gerente.
—Gracias, gracias—dice al momento de levantarce y hacer una reverencia.
—¿Soy yo o el señor Gerente ya esta todo ebrío?—murmura Lulú a mis oidos.
—Quizá—le suelto y me río a la vez que levanto los hombros.
—¿Y me llamas a mi, mala?—me da de golpecitos en el antebrazo.
—Ustedes son como mi familia—se suena la nariz—los adoro—se inclina hacia adelante y empieza a llorar.
<<Y con eso me doy por bien enterada de que el señor gerente ya se paso de buenas>>
—Vamos señor gerente, lo llevare a su casa…
—Pequeño Alan ¿sabes conducir?—se recarga de él.
—Sí señor, claro que sí.
Yo no hago más que reírme por ver como se lleva al señor gerente y de paso se toma una copita, más Ivett, le reprende diciendole que no sea bobo, podría matarlo y de paso a él, pero se que es un buen chofer, ya lo ha demostrado y le suelta a Ivett que sino hubiera dejado para después los sueños, habría sido un corredor de autos profesional, la pobre Ivett no hace más que soltar una carcajada y hasta Erick pasa en la lista de contagios; al final de cuentas ellos dos desaparecen, sólo quedando nosotros cuatro, pero ya con las copitas de más, ni cuenta de que Lulú ya esta recargada hacia delante, apoyando la cabeza sobre la mesa.
—Pobre, se paso de la raya…
—Pobre de mi, Erick, que tendre que aguantar su mal genio mañana—le digo y me levanto, Ivett me imita al igual que Erick.
—Va pués, pediré un taxi—me dice y me ayuda a cargarla, mientras Ivett toma su bolso, el de Lulú y el mío.
Ya pagada la cena y las copas, me relaja el estar fuera del restaurante y tomar aire, Erick hace como dice, nos pide un taxi, dónde subimos todos, él va como copiloto y nosotras en la parte de atrás.
Tanto Ivett y yo nos toca ir del lado de la ventanilla, sólo que a mi me toca del lado derecho mientras que Lulú la llevamos en medio, se recarga en mi hombro y la escucho roncar y eso me da cierta gracia, veo los edificos resplandecientes por la luz nocturna de las ventanas, los autos pasar, los semáforos al cambiar de color y los anuncios publicitarios, en el transcurso por el centro de la cuidad veo un anuncio de letras negras y blancas y me siento muy orgullosa de ser parte de esa gran empresa nos quedamos momentaneamente estacionados por el semáforo que se ha puesto en rojo y me deleito viendo el anuncio en una de las paradas de autobus, un hermoso nombre con un hermoso diseño: una caja de madera, con la parte frontal azul y azul claro, de esferas flotantes en blanco, al igual que la tapa principal, entre en medio de estas, un oso de peluche, con una gasa roja y de abrigo azul claro, sobre la caja un gatito de peluche con la posición de estar acostado sobre está, con la carita al frente al público y a su vez, del lado de sus patitas, a mano izquierda del espectador, un avión de papel.
Pero no olvidemos que todo diseño, debe estar firmado, en esta ocasión, LÖWE, el nombre de la empresa, sí , sé que no se entiende pues el nombre esta en alemán, porque originalmente es alemana pero sentada en México y su significado es León. Al principio ni yo misma entendía que significaba todo ello, bueno solo se que trabajo en el área de Markenting de una empresa de juguetes, pero está es una empresa enfocada en dar alegrías, satisfacciones y es justamente lo que dice su logotipo “el sueño de la infancia”. Me atrevo a decir que soy una loca admiradora de este genio o genia que logro unir 5 palabras de la manera más perfecta que jamás haya visto.
—Me encntaría conocerle, algún día.