Escucho un pequeño tic-tac pero no lo relaciono con la puerta o algo semajante, es como un gran zumbido, me duele la cabeza y abro los ojos pero esta un poco oscuro, me remuevo de un lado a otro y es incomodo, algo me molesta por debajo de las costillas de mi lado izquierdo, vuelvo a escuchar ese tic-tac; y me esta poniendo estresada pero al final me da un cosquilleo, que hace que me levante.
—¡¿Qué demonios?!—reviso por debajo de mis costillas y siento algo plano y delgado—carajo— digo al sacar por completo mi móvil—dios… son las diez para las siete, ¡Llegare tarde!
Me aviento fuera de la cama arrojando todo a mi paso y como puedo me adentro al baño, me arreglo lo más rápido que puedo y no dejo de maldecir por haber dejado en vibrador el bendito móvil. Me pongo un traje pero evito las faldas sin saber por qué, me cepillo los dientes a la vez que me recojo el cabello en una coleta, evitando tirar la espuma de la pasta dental me cubro con una servilleta y me enjuago rápidamente, veo mi cara en el espejo y estoy ni tan mal ni tan bien por asíi decirlo, no me desmotiva tales hallazgos. Corro a la entrada y tomo mi maletin y lo necesario, salgo de mi departamento corriendo por las escaleras, bajando en fracción de minutos.
Tomo el elevador de la oficina para ir a mi piso y por alguna razón no siento que este llegando tarde como las otras veces, bajo y entro al departamento de Markenting, no hay nadie…, ¡Nadie!
Me encamino a mi escritorio y recibo un mensaje en el móvil, es de Lulú.
¿Dónde estas? ¡Todos estamos en la sala de juntas!
—Demonios…—me pongo nerviosa, y doy vueltas de un lado a otro—no puedo ir y meterme… o ¿Sí?—llevandome el maletin, me encamino a la sala de juntas, me paro frente a la puerta, pero esta se abre—buenos días—digo sin verle la cara.
—Buenos días—me dicen—anda no seas boba, entra—me jala del brazo y veo que es Lulú.
Veo a todos reunidos y digo todos porque estan los de Markenting, los de ventas y el director general, algunos ni se percatan de que he entrado, a ecepción de mi equipo, estoy sin comprender nada, no sé que esta pasando. Pero como si fuera un golpe llega a mi el recuerdo de que hoy nos presentarian al nuevo jefe pero veo puras caras conocidas, eso no me hace dudar por un instante de que cualquiera de aquí, pudo haber sido ascendido.
—Sabias que el nuevo jefe, no se presento—escucho que dicen a mi izquierda pero no respondo—si va hacer esto, no es nadie en que tengamos muchas esperanzas de mantener a la compañía en alto nivel.
—Ni que lo digas, los de Markenting seran los nuevos asmereir por tal cosa inresponsable.
<< Y ni siquiera es el puto elevador, para que digan sus puñeteras cosas>>