Héroe Anónimo

XLI

Se sienta y el chaleco le queda de maravilla, sus jeans mezclillas le resaltan sus buenas proporciones al momento de sentarse, se pasa una mano por el cabello y esboza una sonrisa complaciente, le pregunto si quiere algo de tomar, él menciona que si tengo un coffe hole sería una maravilla. Yo suelta una risa y él me observa por un momento confundido.

Le aclaro que eso nunca debe faltar en mi nevera.

Después de servirle el coffe hole y uno a mi, me siento frente a él, el discurso lo tengo sobre la pequeña mesa de centro, un papel que ya está muy arrugado, Gary trae consigo una pequeña libreta de forro de cuero tipo agenda y un bolígrafo; le da de pequeños sorbos a la bebida y comienza. 

—Mi amigo me ha dicho, más bien me ha dado algunos puntos ha seguir.

—Me parece muy bien, deja que yo también tome nota—me levanto y voy al pequeño librero que está a un costado nuestro, allí tengo un bote decorado para los lápices sueltos que me encuentro por ahí o bien que olvido y vuelvo a recordar dónde los dejé.

Me siento y Gary tiene su móvil a la mano, me muestra un vídeo de su amigo, y pego el grito, él me mira confundido.  

—Lo siento—río—disculpa, es que ya había visto a tu amigo—se asombra—pero no comprendí mucho, ¿en serio es tu amigo?

—Oh vaya, qué sorpresa pero sí—él también ríe—Conan De La Rosa, un chico muy atento y mordaz cuando se lo propone. ¿Qué vídeos viste de él?

—Bueno—me llevo el dedo índice al mentón—era algo de autoayuda, no recuerdo exactamente.  

—Esta bien, no te preocupes—mira su libreta y sonríe—¿te gusta mi hermano?

Estaba tomando un sorbo a mi bebida cuando él soltó esa dichosa pregunta, empecé a toser y él se levantó  para darme golpecitos en la espalda mientras me decía que me calmara, le vi sonreír con cierta picardía.

—¿Puedo saber a qué viene esa pregunta?

—Quizá por tu actitud, no lo sé—levantó ambos hombros de forma indiferente.

—Pues para que lo sepas, no, no me gusta tu hermano, no tenemos mucho de habernos conocido y no somos compatibles…  

Algo me dice que es todo lo contrario, solo que tanto tú como él no quieren admitir eso.

—Espera, ¿Cómo que él?—le veo perpleja—¿le has hecho la misma pregunta?

Gary me sonríe, y deladeaá la cabeza, me mira y sus ojos brillan, es como si guardara un secreto profundo, uno que jamás compartiría con un extraño o aún con un conocido que no mereciera saber el secreto. Verlo con esa expresión me hace sentir segura pero con mucha confusión, él estaría dispuesto a proteger a quién sea que lo merezca.  

               En cambio Noa no expresa mucho. 

               No expresa casi nada, para ser sinceros.

Toma su bebida y le da de sorbos, ha evitado mi pregunta y actúa como si nunca se lo hubiera hecho. Por mi parte solo suspiro y niego con la cabeza lentamente.

<<Diam, esto es una locura, y aunque se lo hubiera preguntado, Noa no siente nada y tú tampoco>>




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.