Héroe Anónimo

XLVI

Estoy absorta de todo que no me doy cuenta de que ya no estamos en la boutique, les escucho reír y contar chistes que no entiendo, solo medito en quién pudo haber pagado por mi, ellos tres son mis opciones a menos que me esté equivocando y haya un cuarto o solo uno.

—Guapa, ¿estás bien?—levanto la mirada y todos se centran en mí—has estado muy callada desde que terminamos con las compras.

—Alan tiene razón, ¿te encuentras bien?

—Sí, lo siento, ando un poco distraída—veo a todos lados—¿y Noa?

—Poco no, mucho sí; tiene rato que se fue, más bien se despidió de nosotros al terminar las compras.

—Ah.

  *—Bien chicos, yo me despido aquí.

—Espera, ¿no irás con nosotros a comer algo?—Lithi le detiene del antebrazo.

—No. Tengo algunas cosas que arreglar, ustedes disfruten su domingo.

—Oh, que lástima. Vale, nos vemos mañana—comenta Lulú.

—Mañana por la noche—aclara Erick al momento de que levanta su dedo índice—recuerden que no trabajaremos por la mañana.

—¡Borrachera!—Gritan Lulú y Alan.

Todos ríen.

Noa se aleja de nosotros y antes de que suba a su auto levanta la mano y la agita brevemente, despidiéndose así de nosotros* 

 

—No lo recordé.

—Oh vaya—Lulú se acerca a mi, ya que estaba sentada el otro lado de la mesa—tengo algo que decirte, en privado.

—¿Qué pasa?

—Mejor te lo digo cuando vayamos a tu depa.

Abro mucho los ojos, si ella sabe que él está a pocos metros de mi departamento, de seguro empezará a bromear, bueno ya sabe que Noa renta en mi edificio pero no sabe qué tan cerca estamos o ¿si?  Nos quedamos hasta cerca de las siete, Lithi fue la primera en irse, Erick dijo que iba a un bar y Alan se apuntó, nosotras tres rechazamos la invitación, tomamos un taxi y me convencieron durante el camino de hacer una pijamada de chicas adultas en mi departamento, suelto una enorme carcajada, el taxista me mira por el retrovisor y guardó silencio automáticamente. No sé en qué momento sucedió pero termine aceptando, pasamos a dejar a Ivette en su casa, ella nos dijo que llegará a mi departamento con sus cosas en media hora más, Lulú por su parte se fue junto a mi, me pidio que le prestará algo para usar como pijama, le dije que le daría las cortinas del baño.  




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