Me sentí mejor después de hablar, y fue el momento en que los directivos se acercaron a mi, me dieron de apretones y uno que otra felicitación. Mis compañeros me abrazaron y dieron de besos.
—Estoy muy feliz por ti. Dialnet—me dio un beso—disculpa, jefa—Lulú me sonrío divertida.
—Oficialmente es la jefa, la guapa jefa—comentó Alan de manera muy simpática, tanto que me saco una risa.
—Bueno, ahora puedo presumir de que así sea—respondí y los incite a que nos diéramos un abrazo grupal, todos me entendieron a excepción de Lithi que no nos siguió y decidió irse con su copa en mano.
—Señorita García, muy buenas noches—me volví hacia la voz y todos los que estaban conmigo quedaron en silencio—me alegra haber venido, creo que es el segundo discurso más emotivo después de dos más que he escuchado, mis sinceras felicitaciones.
—Muchas gracias, señor…
—Varick Deustche—me extiende la mano, la acepto—espero y mi chofer, haya sido amable.
—Lo fue, muy servicial—respondo rápidamente, él sonríe pícaramente.
—Nos honra con su presencia.
La voz de Noa está detrás de mí, le veo y siento su mirada muy fría ante el señor Deustche y viceversa. Me veo en medio de dos fieras a punto de arrancarse la cabeza.
—Señor Deustche, él es Noa…—me detengo de golpe y carraspeo—Noahim Garay, mi asistente…
—Temporal.
Esa palabra me punza el corazón, desearía no haberla escuchado, sé que Noa se irá después de los seis meses pero siento que cada día se nos acorta el tiempo y no quiero que se vaya, no quiero.
—Señor Deustche, quisiera hablar con usted, en privado—tanto él como todos los demás presentes me miran confundidos pero necesitaba hacer algo, algo que detuviera está locura.
—Señorita García, eso es un paso muy grande.
Estamos los dos solos, frente a frente, podría perder mi trabajo si cometo un error.
<<Y apenas acabo de obtener el puesto>>
—Señor…—me froto las manos como si tuviera frío—quiero pedirle un favor, sé que no tengo ni el más mínimo derecho pero le pido por el señor Cervantes—él me mira y levanta una ceja—y por Noa…
<<Demonios, dije ese nombre otra vez>>
—¿Noa?—pregunta asombrado.
—Me refiero a Garay. Tengo entendido que solo estará en la empresa por seis meses pero quiero pedirle que le permita quedarse de manera permanente y que el señor cervantes le dé algún otro puesto.
—¿Puedo saber por qué tanta preocupación por ellos?
—El señor Cervantes, era mi jefe, era el gerente de Marketing, antes del accidente pero tomar su puesto me deja preocupada pues no sé qué será de él.
—Comprendo—se rasca la barbilla—¿y de…—mira al techo por un momento y luego me mira—Garay?
—Con respecto a él, le consideró un excelente asistente, es muy atento, disciplinado, y una extraordinaria persona—el señor Deustche me mira con ternura pero le ignoró y prosigo—aunque haya momentos en que es un completo cretino—suelto sin pensarlo—él merece tener un trabajo permanente.
—ÉL decidió estar solo seis meses en la empresa.
—¿Cómo?—preguntó confundida.
—El contrato es de un año, señorita García, sabe que los contratos son por un periodo de un año e incluso el de usted era de un año, él ha decidido trabajar para LÖWE solo seis meses. Es decisión de él y de nadie más, solo él puede cambiar eso.
—¿Me está diciendo que no hará nada?
—Por Cervantes no se preocupe, no lo dejaré desamparado, ha trabajado para mí durante años—.Se rasca la barbilla nuevamente, en otra situación diría que está nervioso—pero de Garay, no puedo prometerle nada.
Y mi mundo se viene abajo, él me da un apretón en el hombro y suspira, como deseando que también fuera diferente. Me dice que aún le quedan cuatro meses de trabajo junto a mí, eso me debería levantar los ánimos pero no me recompensa en lo más mínimo el hecho de que Noa se irá y jamás le volveré a ver y todo porque él no quiere quedarse.