Héroe Anónimo

LXIII

Él se vuelve furioso, su mirada es algo taciturna, guarda el móvil en su bolsillo. Nos miramos fijamente y por alguna extraña razón siento que él está algo decepcionado pero creo que hay maneras de aliviar las cosas, por ejemplo.

—¿A quién le acabas de llamar “hijo de puta”?—me mira boquiabierto, sabe que no puede mentirme y no tengo la intención de descifrar las cosas, al menos no por ahora—dime.

—¿Cómo sabes que he dicho eso?

—Tu pronunciación fue muy clara.

—¿Sabes alemán?

—Que va, a penas y puedo traducir el inglés—comentó de manera sincera y relajada.

—¿Entonces…?—se relaja—Gary.

Ambos entramos al restaurante, una chica de rizos negros azabache nos atiende amablemente, ambos le sonreímos, relajados, uno frente al otro y resignados a solo hablar con la verdad, empezamos con la gran lista de preguntas una vez que la chica toma nuestra orden.

—¿Qué más te dijo?

—Pues, me dio el significado de la palabra y que sueles mencionarla solo cuando alguien se la merece, ahora bien, pregunta, ¿se lo merecía?

—Sí. Y  con todo el aire de mis pulmones.

Su respuesta me hace soltar una carcajada y Noa no tarda en acompañarme. La chica de antes nos trae los platos rebosantes de Tofu picante, se ve tan exquisito, que no me muerdo al dar el primer bocado, el picor juega en mi lengua, me recuerda a la comida picante de mi madre, en especial su salsa para los tacos, levantó la mirada y Noa está todo rojo.

<<!Madre mía! Diganme que soporta el picante>>  

—Würzig!

—¿Ah?

—Picante.

El pobre toma una bocanada de aire y luego toma agua, no evitó reírme, me mira indignado, es raro que no esté acostumbrado al picante, los mexicanos comemos con mucho picante, claro algunos más que otros. Eso me hace conjugar una duda en mi mente.  

—Noa, ¿eres mexicano cien por ciento?

—Cincuenta por ciento—comenta y deja el vaso a medio vaciar a un costado suyo.

—¿De verdad?—asienta y me sonríe—cincuenta por ciento mexicano, ¿y los otros cincuenta?—deladeo la cabeza para verlo sin que me moleste la luz de una de las lámparas reflejada en un gran espejo que está detrás de él.

—Alemán. 

Su respuesta sencillamente clara con una sola palabra, me deja atónita, eso quiere decir que Gary también o ¿no? Quizá por eso siempre me ha llamado la atención. Un  chico más alto que yo, me mira, yo le miro, luce muy atractivo con su camisa celeste, su corbata azul de líneas celeste, sus pantalones en tono caqui, con el saco desabrochado del mismo color; ondulado cabello castaño. El de Gary es negro pero en la parte delantera es en tono chocolate. Eso me recordó a un compañero de preparatoria, su cabello es único.  

<<¿He mencionado alguna vez el color del cabello de Noa? Creo que no>>




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