Héroe Anónimo

LXVI

—¿Dónde quieres que nos veamos?

—¿Te parece si nos vemos en el parque y de allí vamos por el helado?

Me lo pienso por un momento, no estoy tan lejos del parque central pero eso no quiere decir que deba ir así como así pero intuyo que si no voy me voy a arrepentir.

—Está bien, ¿a las 4 pm, te parece?

—Más que eso, perfecto, muchas gracias. Allí nos vemos.

Cuelga sin esperar mi respuesta final. Hace años que no supe de él y ahora, al igual que ese día en el evento, de la nada todo saldrá.

               Estoy allí a esa hora, más, mucho más antes, les dije a los chicos que me iría temprano, no me encontré con Noa, así que realmente no le dije a dónde iba, creo que él supondrá que estaré en mi departamento, creo que eso está bien, eso quiero creer.   

estaré en mi departamento, creo que eso está bien, eso quiero creer.

Me siento en una de las bancas y espero, ojalá estemos del mismo lado o la espera será en vano, veo a lo lejos los autos pasar en la carretera y me imagino las cosas que serían si todo fuera diferente. Veo a Roberto acercarse a mí, y sigo creyendo que todo pudo haber sido diferente entre él y yo pero lo que hizo no tiene perdón.

—Dialnet—se aproxima tanto a mí que doy un paso atrás—¿aún continuas rechazandome?

—Cuantas veces sean necesarias, Roberto; ahora bien, dime ¿Qué quieres?

—Ven, vamos por el helado—da unos cuantos pasos alejándose de mí—¿aún te gusta el helado de chocolate con vainilla?

—Sí.  

Le sigo en silencio hasta una pequeña heladería, las puertas son de cristal al igual que las ventanas, tienen una pequeña carpa en la acera que la hace ver algo colonial, es espléndida; Roberto pide un helado de chocolate con vainilla y el otro de fresa. Sé con eso que ha cambiado, él solía pedir siempre de coco ya que decía que las fresas son para la chicas, creo que alguien le hizo cambiar de opinión.

—¿Así que eres la nueva gerente de LÖWE?—asiento, ambos esperamos nuestros helados—mis más sinceras felicitaciones—vuelvo a hacer el mismo gesto y él mira hacia otro lado—¿Cómo fue que lograste eso?

—Con mis propios méritos, Fernández. 

—No vayamos por las formalidades Dialnet, ya no somos unos adolescentes…

—Y agradezco a los cielos de que ya no sea así, se directo, ¿Por qué me has citado?

—Bien—la chica de minifalda nos sirve el helado en pequeños vasitos de plástico blanco y una pequeña cuchara.

<<Todo esto se irá a la basura, otro contaminante más>> 

—Seré muy directo contigo, quiero saber ¿por qué Garay está contigo?

—Él trabaja allí, eso es todo.

—¿Todo?—levanta una ceja—¿segura?

—¿Qué insinuas?

—Bueno, dejá que te cuente una pequeña historia. 




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