Héroe Anónimo

LXVII

—Por favor—atravieso el denso helado con la cuchara y luego me llevo un poco de él a la boca, el sabor es exquisito—continua.

—Noahim Garay, trabajó para KarlosKids, por una temporada pero lo terminaron despidiendo.

—¿Ah sí? ¿Por qué?—le miró fijamente.

—Por robar información—eso me descolocó por completo, dejó de comer y solo juego con la cuchara y el helado—¿crees que KarlosKids, dejaría que un ladrón siga trabajando para la empresa?

—Según tú, él lo es.

—Según yo, no, lo es.

Prefiero no verle a la cara que eso me ha hecho recordar algo del pasado y del por qué sigo odiando algunas cosas.

               Roberto prosigue contando pestes de Noa, no sé por qué no solo me levanto y me marcho pero algo me dice que no es el momento pero entonces, dice algo que me hiere.

—Quizá estás destinada a encontrar chicos, que solo se aprovecharán de ti porque eres demasiado blanda e ingenua. 

 —¿Sabes? Siempre desee que todo lo que habías hecho fuese una mentira, un sueño, una maldita pesadilla pero hoy, y después de tanto tiempo me doy cuenta que eso nunca sucederá porque eres una maldita escoria que tiene que vivir en este mundo con un solo propósito, si quizá solo naciste para dañar a otros, quizá naciste para dañarme a mí, para darme una lección en la vida—le miró fijamente y él parece asombrado—cuando ambos estábamos en la escuela, en la...—agitó la cabeza—creí que todo lo que habíamos hecho juntos era porque me querías, ¡era tu novia, grandísimo idiota!—tomo el helado y lo aprieto fuertemente, el plástico suena bajo la presión de mi fuerza, se ha roto y un poco de él, resbala entre mis dedos—pero decidiste engañarme, me robaste el proyecto, mi sueño—continuó sentada—debí decirte todo esto antes pero tenía miedo pero se te ha ocurrido llamarme para hablar pestes de Noa y has rebalsado el vaso. 

—¿Noa?—se inclina hacia el frente—¿te has enamorado de él?

—Escucha bien esto Roberto Fernández, y comprende por una maldita vez, no eres el único, y no eres tan bueno, siempre has necesitado de los demás, eres un fracaso, un parásito—las palabras más fuertes que puedo pronunciar le a alguien, son dedicados especialmente para él—no me arrepiento de haberte conocido pero sí de haber dejado que me engañaras con falsas palabras de amor, un amor que nunca existió para ti—me levanto con el helado en mano—ojalá ya no tenga que volver a verte pero si el destino es tan cruel o quizá tan justo nos volveremos a ver pero si vuelves a decir otra cosa sucia de Noa, juró que lo lamentarás, porque aún tengo los bocetos de mi proyecto, no lo olvides, Roberto, puedo hacerte miserable.   

—Esos bocetos no te ayudaran en nada, el proyecto es mío, Dialnet, has perdido.

—Teniendote a ti como oponente, nunca he de perder.

Le dejó caer el helado en la cabeza, su cabello se tiñe de chocolate con vainilla, le llega hasta la nariz, siempre soñé hacerle eso y hoy lo hice, no hay culpas ni remordimientos. No soy una adolescente sino una adulta que sufrió mucho para tener un trabajo digno.

Salgo de la heladería con una multitud de chicas desconcertadas por lo que acabo de hacer, pero ya no importa, estoy en paz, al fin estoy en paz conmigo misma. Una fina sonrisa se dibuja en mis labios, la carga pesada de un pasado tormentoso se ha roto, y un futuro brillante está frente a mí, en LÖWE.




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