LXXIV

—Felicidades, Dialnet.

—Muchas gracias, señora Cervantes.

—Me alegro mucho, que tú…

—Señora Cervantes, yo me disculpo.

—¿Por qué?

—Por haber tomado ese puesto…—miró a la mesa por un instante—yo no sabía cuáles eran los planes en sí, el gerente Cervantes solo me dijo que tomará su lugar pero jamás creí que habría de suceder todo eso del evento y que el señor Deustche se apareciera.

—El que hayas tomado el lugar de mi esposo… es un honor, él te tiene mucha confianza y sabe que siempre sigues tus ideales, sigue siendo la misma Dialnet, no cambies por nada ni por nadie—le miro confundida—debes tener alguien que te aprecia para haber escuchado a mi esposo.

—No comprendo, señora…

—Iban a poner a alguien en el puesto, alguien que no estaba familiarizado con ustedes, pero mi esposo hablo a tu favor y fue escuchado—sonrío y luego bebió de su café lentamente.

Para cuando me reuno con el gerente Cervantes, él ya se encuentra solo y está sorprendido de verme, me acerco hasta él para darle un abrazo, él es como un padre para mí, mientras que los verdaderos están en casa.

—Me dijo su esposa que estaba ocupado pero le traigo buenas noticias.

—¿Buenas noticias?¿tú a mí?—asiento y el me sonríe—bueno, dime cuáles son.

—Primero que nada, me disculpo por no haber venido antes, solo que el trabajo y varias cosas más me han tenido ocupada. Y segundo usted seguirá trabajando en la empresa, gerente Cervantes, no perderá su trabajo.

—Haber—inclina la cabeza para señar una silla—seguiré en la empresa, de acuerdo pero ¿Cómo estás segura de eso?

—Hable con el señor Deustche—sus ojos se agrandan—y él está de acuerdo conmigo en que usted, es importante para que el departamento siga en función, tal como lo ha hecho por más de diez años.

—Diam—mira sus manos—no sabía que habías hablado con él, más bien, nadie habla personalmente con él…

—Él se presentó durante mi ascenso,así que aproveche eso.

—¿Y qué más aprovechaste hacer?

—Le pedí que le diera un puesto permanente a mi asistente, Nohaim Garay, pero me dijo que eso sería imposible, ya que Noa había firmado un contrato de seis meses, y bueno tiene la libertad de seguir o simplemente abandonarnos.

—¿Hablaste por Nohaim Garay?—asiento—¿a quién le has llamado Noa?—asiento nuevamente—pero ¿él no quiere quedarse más tiempo?—levantó ambos hombros en señal de desconocimiento—.Sonríe—el señor Deustche, puede hacer que cualquiera se quede pero cuando se trata de Nohaim Garay, él no puede hacer nada.

—¿Qué?—él entrecierra los ojos y suspira—¿Cómo es eso? ¿me está diciendo que ellos se conocen desde antes de que trabajará con nosotros?

—Sí, ellos ya se conocían, independientemente del trato laboral que tengan, veras seré franco contigo, Diam—se acomoda en su cama y como si estuviera a punto de develar un enorme secreto se aprieta los dedos entre los puños—el señor Deustche conoce a Nohaim desde que era un bebé.

Eso me impacta muchísimo, pero esto aún no termina, él gerente Cervantes prosigue y me dice que ya estaba planeado que Noa trabajará en LÖWE a lo que fuere pero al señor Deustche le ha llevado años persuadirlo, de por qué no ha podido antes, no tengo ni la más mínima idea y el gerente Cervantes no me aclara ese punto.