Capítulo I: La historia comienza, llega el príncipe oscuro

parte 1

la luz del sol se asomaba por la ventana de la habitación, un joven de cabello blanco y rojo se revolcaba sobre su cama con renuencia a despertar. Lentamente abrió su ojo derecho el cual era el único ojo libre que tenía, ya que el ojo izquierdo estaba oculto por un parche de cuero negro.

"Señor Belial, ya amaneció vine a despertarlo como me lo pidió."

tras la puerta de la habitación sonaba la voz de una chica en sus 20 años quien dirigía la posada en la cual el joven llamado Belial se hospedaba, al oír su voz fue consciente del momento y lugar en el que se encontraba y liberó su mente del mundo de los sueños.

"~bostezo~"

Belial abrió la puerta y efectivamente en el suelo estaba colocada una bandeja con una porción de carne y verduras la cual emitía un delicioso aroma, Belial tomo la bandeja y entró de nuevo a la habitación a disfrutar de su comida.

Una vez que Belial terminó de alistarse salió de su habitación y bajó con calma las escaleras de piedra y salió por la puerta principal de la posada.

Vestido con un uniforme militar blanco que hacía juego con su cabello tomó una carreta en dirección a la sede Central de la Academia Perseus. El viaje duró unos 30 minutos cuando el gran edificio se hizo visible.

Belial bajó de la carreta y le pagó al conductor el pasaje de una pieza de plata. La carreta siguió su camino y Belial se dio vuelta para mirar hacia la gran estructura que se erigía frente a él

"Bastante grande..."

Se supone que la ceremonia de apertura sería a las nueve y por lo que Belial decidió dar una vuelta rápida para familiarizarse con el entorno, aunque las personas a su alrededor lo estaban mirando con expresiones complejas.

Era natural que lo vieran así, el cabello blanco no era muy común, los colores normales eran o rubio o castaño, los que tenían características así de particulares como él siempre llaman la atención, además del parche en su ojo izquierdo que lo hacía aún más raro.

La academia tenía bastante clase a pesar de ser básicamente una academia militar, tenía fuentes decorativas, árboles florales, campos deportivos, etc. La academia [Perseus] se encontraba ubicada en la capital del reino de [Olímpia], la ciudad de [Xandarus]

Sentía que ya había pasado algo de tiempo desde que empezó a caminar, por lo que decidió volver a la plaza central la cual era el lugar para la ceremonia de apertura pero de camino hacia allá de repente alguien le cubrió los ojos sujetándolo desde la espalda en un abrazo de oso.

"¿qué diablos...?"

"a ver... ¿quién soy~?"

Era una voz que nunca había oído en su vida, la voz de una chica desconocida lo presionaba desde atrás, luego comenzó a sentir como unos bultos suaves se apretaban en su espalda.

"sueltame"

dijo Belial con voz firme.

"No seas aburrido, haz el intento"

La chica entonces sintió algo punzante en su abdomen, miró hacia abajo y encontró que Belial le estaba apuntando con un cuchillo.

"Sueltame, ahora"

"aw~ pues es una lástima"

La chica por fin liberó a Belial de ese estimulante abrazo de oso, él se dio la vuelta y lo que vio fue a una chica que nunca había visto antes. Era casi de su misma estatura, con el cabello dorado ocre y ojos azules, una figura esbelta con unas medidas que cualquier mujer envidiaría.

"¿quién eres tú, y se puede saber por qué me emboscaste de esa manera?"

"bueno pues~, mi nombre es Bellatrix Afrodita la hija de la Diosa Afrodita, me acerque a ti de esta manera porque me pareció más divertido así."

La chica llamada Bellatrix dijo aquellas palabras con un tono de seducción que salía muy naturalmente de ella, mientras que Belial la fulminaba con una mirada de sospecha.

"¿Un semidiós?"

"Sip, igual que tú, Belial"

"¿Cómo sabes mi nombre?" Belial se puso en guardia preventivamente.

"Cálmate, ya sabía que ibas a venir, tengo la información de tu registro en la academia después de todo, mucho gusto, espero que disfrutes tu estancia en Perseus, probablemente te busque luego para darte algunos datos que necesitas saber como semidiós de esta academia, oh y si no te importa que pregunte... ¿qué generación eres?."

"¿Generación?"

"Si, me refiero a con respecto a tu ancestro divino" Respondió mientras señalaba al cielo con su mano.

Belial recordaba las historias que su padre le contaba sobre Afrodita, quien poseía una manera de actuar muy libidinosa y al oír que ella era su hija pudo imaginarse que su actitud sería parecida, pero hasta ahora no parecía haber nada raro con ella.

"Soy el hijo directo de Hades, ¿es eso lo que quieres saber?"

"¡Primera generación! ¡eso es fabuloso!"

"..."

"Bueno, eso sería todo, gusto en saludarte Belial, y de nuevo bienvenido a Perseus" Dijo Bellatrix mientras se despedía guiñando un ojo coquetamente.

"¿Qué diablos fue todo eso?"

Belial no entendía nada de lo que pasó, era un tipo de interacción que nunca había tenido antes, una interacción no-hostil. Aunque seguía algo perturbado regresó hasta el patio principal, ya que sintió que mucha gente se comenzaba a aglomerar.

Belial no detenía su paso y regresó a la plaza principal donde ya se podían ver figuras con el mismo uniforme que Belial realizando una formación. Belial encontró un lugar hasta atrás y se quedó en silencio esperando a que comenzara la ceremonia.

En ese momento una figura se pudo ver en la cima del escenario colocado en el patio, era un hombre cuya edad debía rondar por más de los 50 años puesto que su cabello estaba lleno de canas y un bigote sencillo llenaba el espacio entre su nariz y su labio superior.

"¡Bienvenidos sean todos a la aclamada academia [Perseus], todos ustedes son los afortunados que fueron elegidos por los dioses para obtener un gran poder, la magia. El poder que reescribe lo lógica del universo y sobrepasa los límites humanos, todos ustedes están aquí para aprender a hacer uso de ese poder para defender a la humanidad. En este mundo existen muchas cosas que ponen a la raza humana en peligro, y es el deber de los Héroes el enfrentar dichos peligros. Los 5 años que pasarán aquí les servirán para reunir experiencia y volverse más fuertes, pero no olviden que dicho poder viene con responsabilidad. Mi nombre es Euclides Viletto y soy el director de esta gran institución, espero con ansias conocer sus hazañas. Y con estas palabras les doy nuevamente la bienvenida a la academia [Perseus]."