Heroes de Olimpia - Volumen 3

La Iglesia del Caos(2)

En campo abierto, las sombras se abalanzaron sobre Aquiles quien simplemente se quedó quieto con una sonrisa.

“¡¡Te mataré imbécil!!”

“¡¡Muere cien veces!!”

Un aluvión de ataques cayó sobre su cuerpo, ataques a distancia y cercanos, ataques de fuego, hielo, agua, luz dorada y plateada, y más. Sin embargo el cuerpo cubierto por una capa de piedra negra permanecía inmutable y sin rasguño aparente.

“*bostezo~* ¿eso es todo?”

Las sombras estaban realmente sin habla, durante todo este tiempo Aquiles no había hecho otra cosa aparte de jugar con ellos, desde que dejó de atacar activamente y permitió que lo atacaran a propósito se dedicó a solo contraatacar y hacer chistes.

“Jaja, búrlate todo lo que quieras, pero eres incapaz de derrotarnos de verdad, mientras nosotros podemos seguir peleando eternamente tú solo te agotas, al final nosotros ganaremos” Dijo la sombra con la gran espada.

“¡Exacto! No tienes forma de ganarnos, somos inmortales e invencibles”

“¡Es solo cuestión de tiempo que mueras por nosotros!”

“Saben chicos…” Aquiles interrumpió “…ya llevan un buen rato diciendo eso, pero no han podido hacerme ni un rasguño mientras que ya perdí la cuenta de las veces que los he matado, es realmente molesto escuchar sus excusas una y otra vez, a mis ojos solo están alardeando de lo buenos que son como muñecos de entrenamiento. Así que paren con toda esa basura”

“…”

“…”

“Este tipo…”

Las sombras estaban en verdad anonadadas, y eso era porque no podían refutar lo que Aquiles acababa de decir.

“Sean sinceros con ustedes mismos, ¿que no los puedo derrotar? Al contrario, ustedes no tienen manera de ganarme, son tan lamentables que no pueden hacer otra cosa que esperar a ser volados en pedazos por mi una y otra vez ¿cuántas veces debo destrozarlos para que lo entiendan?”

Una flecha de viento envuelta en un enorme tornado vino volando hacia Aquiles, él barrió con su brazo soltando una ola de luz ardiente que obliteró por completo al tornado y lo redujo a nada.

“¡TE MATAREMOS AUNQUE TOME TODA LA ETERNIDAD!”

“¡TE MATARÉ, TEN POR SEGURO QUE TE MATARÉ!”

Los intercambios se reanudaron, pero no importaba cómo lo abordaran las sombras era imposible que Aquiles resultara herido, él ni siquiera se lo estaba tomando en serio y solo se dedicaba a burlarse de las sombras.

“Whoah eso estuvo cerca, un poco más rápido y podrías competir con un caracol”

“Ups lo siento ¿esa era tu cabeza? Pensé que era un bicho y lo aplasté”

“Vamos chicos, tómenselo en serio, al menos intenten resistir dos golpes”

Esos intercambios continuaron durante varios minutos, Aquiles dominaba por completo el ritmo del combate, y sus constantes burlas habían sacado por completo el temperamento de las sombras haciendo que no pudieran concentrarse en nada más que él.

“¿Mmm?”

Aquiles de repente sintió una poderosa ondulación de maná a lo lejos, casi que por reflejo giró su cabeza para mirar en aquella dirección. Una sombra aprovechó su apertura y golpeó con su lanza en abdomen de Aquiles, un áspero sonido de colisión se produjo cuando la punta de la lanza chocó con la piel de piedra.

“Huh… mmm… bleeeeeh!” Aquiles soltó, no un grito de dolor, sino un grueso eructo que hizo que la sombra abriera ampliamente sus ojos.

“¡¡Uff viejo, ese fue bueno!! le doy un 8/10”

<Esa ondulación de maná de ahora, fue en la dirección en que escaparon los amigos de mi huésped, ¿una emboscada? Es probable, pero ahora tengo las manos llenas con estos tipos y no puedo ir a salvarlos. Diablos, puedo retrasar su regeneración pero no puedo acabarlos, maldita sea con los espectros de sombras y su inmortalidad absurda>

*CRACK

“¡…!”

Una minúscula grieta apareció en el talón de Aquiles, él de inmediato notó el cambio y comenzó a preocuparse.

<Se me acaba el tiempo, el cuerpo de este chico ya ha aguantado mucho y debería de llegar a su límite pronto>

Aquiles continuó luchando contra las sombras mientras evaluaba qué debía hacer, fue entonces que de la nada un montón de bolas de luz blanca salieron disparadas golpeando a las sombras más lejanas a Aquiles.

“¿Eh?”

Las sombras que fueron golpeadas parecían tener problemas para regenerarse, claramente esas bolas de luz blanca eran un ataque dirigido al alma. Pero no fue todo, sobre las cabezas de las sombras apareció algo así como un ícono con el dibujo de un par de esposas, inmediatamente las sombras comenzaron a moverse más despacio.

“Esto es… ¡vaya! ¿desde cuándo están allí?” Aquiles miró y encontró a un par de chicas acompañadas de un grupo de soldados, las chicas resaltaban por estar montadas sobre un ciervo blanco en lugar de un caballo.




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