Heroes de Olimpia - Volumen 3

La Iglesia del Caos(3)

“Ya veo, los Sagittarius fueron capturados y Scorpius fueron asesinados dejando un solo sobreviviente”

“Exactamente”

El reverendo Ezequiel estaba frente a su agente de inteligencia mientras reposaba su cara sobre su puño.

“¿La energía feroz?”

“Los equipos de recolección lograron recuperarla sin problemas, en cuanto a los escuadrones de Scorpius solo uno logró volver con los contenedores”

“El sobreviviente ¿eh? Bueno, es una pena que perdiéramos a Shaula, era un hombre muy leal, pero lo importante es recuperar la energía feroz”

“…”

“¿Cuánta hemos reunido?”

“Alrededor de unos 10000 contenedores”

“Sigue siendo poco, después de todo esta estrategia sigue siendo ineficiente. No importa, has que esta información le llegue a la sede central, y solicita que nos envíen otros escuadrones para reemplazar a los que perdimos, esta vez que tengan más fuerza bruta como Sagittarius”

“A la orden”

El agente se fue dejando solo a Ezequiel, él comenzó a pensar mientras miraba al vacío.

“Dos escuadrones de Scorpius eliminados, un escuadron de Sagittarius capturado, y un escuadrón de Piscis en el occidente aún en medio del conflicto. No necesito preocuparme de que los de Sagittarius liberen información, esos jóvenes de sangre caliente se suicidarían antes de hablar cualquier cosa, lo que es más importante es que la guerra ya está entrando en un punto sin retorno, con las fuerzas fronterizas de Olympia tan golpeadas no podrán soportar como lo han hecho siempre. Además, el señor Grigori está allí y es quien está causando mayor dolor y caos, es probable que pronto ya no tengamos que intervenir en lo absoluto para recolectar energía feroz”

La energía feroz era un tipo de energía muy extraña que se obtiene de las emociones negativas humanas, algunos especulan que es de esta energía de la que los demonios se alimentan cuando vienen al mundo mortal. Si Belial escuchara esto de inmediato diría que esta supuesta ‘energía feroz’ no era otra cosa que karma y maná negativos acumulados, pero el mundo mortal no tenía el concepto del karma o la polaridad del maná muy bien definido, por lo que optan por llamarlo por un nombre propio.

Un par de días después, en una isla a muchos kilómetros mar adentro, una torre en espiral se alzaba como una lanza perforando el cielo. Dentro de una sala en lo más alto de la torre, un grupo de personas estaban sentados en una mesa redonda, eran exactamente doce personas.

“La recolección de energía en el continente Peloponeso va a buen ritmo, la animosidad contra el imperio Olympia no es poca incluso dentro de su propio territorio, no fue difícil incitar una guerra allí. Perdí unos cuantos hombres pero pude equilibrar un poco la balanza entre las fuerzas para que el conflicto sea más intenso” Dijo una mujer de túnica púrpura con signo de Scorpius brillando en su frente, tenía el cabello y los ojos negros así como una mascarilla cubriendo su nariz y boca.

“¿Unos cuantos hombres? Perdiste dos escuadrones completos, di las cosas como son Antares. Yo perdí un escuadrón y a uno de mis mejores aprendices, sin embargo logramos debilitar enormemente la capacidad de respuesta de Olympia” Dijo en respuesta un hombre alto y fornido con una armadura rojiza, frente a él en la mesa estaba su yelmo el cual se había quitado para la reunión, eso hizo claramente visible el signo de Sagittarius en su frente brillando en color naranja.

“¿Tanto Kaus como Antares perdieron gente? Tengo entendido que tenían el apoyo de ese nigromante renegado del clan Albion y de ese tipo de las plagas, ¿Cómo pasó eso?” preguntó con sarcasmo un hombre con un aspecto curioso, su cabello era mitad negro y mitad blanco al igual que sus ojos eran uno color negro y el otro color azul verdoso, sobre su frente brillaba el signo de Geminis. “¿Significa acaso que en ese continente la única que no ha perdido personal es Alrescha?”

Al decir eso el hombre de cabello bicolor se giró hacia una mujer cubierta con un abrigo azul verdoso, su cabello era liso y fluía con ondas suaves brillando reflejando la luz en color cian, el signo de piscis grabado en su frente le daba un aura similar a un espíritu del mar, serena e impasible devolvió la mirada al hombre bicolor.

“Efectivamente… no he perdido… a nadie, pero no debes… bromear con eso… Pollux”

“¿Bromear? Solo estoy comentando para señalar un hecho, no estoy ofendiendo a nadie”

“…”

Alrescha, Antares y Kaus miraron a Pollux con severidad, un ambiente tenso se había levantado de la nada.

“¡Ya basta con las peleas y vallamos al grano! Se supone que vinimos a entregar nuestros reportes y planear lo que haremos a futuro ¡muestren algo de compostura frente a su Santidad!” alzó la voz una mujer con un vestido blanco con encajes dorados y un velo sobre su rostro que no podía ocultar su largo cabello rubio.

“Spica tiene razón, no ignoren los objetivos por los que nos reunimos” Respondió un hombre joven de cabello largo y alborotado, sus ojos amarillos tenían pupilas verticales y sus colmillos eran prominentes, de algún modo parecía más una bestia salvaje que un hombre.

Todos se pusieron rígidos al recordar que estaban en un lugar donde no podían ser imprudentes, las doce personas dirigieron su mirada hacia unas escalinatas que en su cima tenían una gran cortina de seda blanca, se podía ver la silueta de una persona.




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