Heroes de Olimpia - Volumen 3

Creando fama(3)

En la oscuridad de la noche, una gigantesca construcción se escondía entre los valles de las montañas, un gran muro se seis paredes que en su parte superior contaba con múltiples armas de artillería, guardias patrullando a cada momento en todos lados, cada uno ataviado con una armadura, una lanza y un escudo, la presión que imponía la gigantesca estructura es increíble, en la oscuridad parecía ser una gran bestia durmiendo en medio del valle.

“Esa es la fortaleza, las fuerzas de ataque principal vendrán en cuanto les demos la señal, hasta ese momento nuestro papel es despejar el camino para que puedan venir con el ariete” Dijo el capitán a sus soldados, todos asintieron en acuerdo.

“Muy bien, síganme” el capitán comenzó a moverse mientras todos lo seguían.

“Cassydi, cúbrenos”

“Si señor” La chica llamada Cassydi comenzó a cantar un hechizo que soltó una bruma gris, en un instante todo el contingente desapareció.

“Mi hechizo de invisibilidad solo dura unos minutos, y con tanta gente estimo que solo tenemos unos 10 como máximo”

“Entendido, todos apresúrense”

Comenzaron a correr hacia la fortaleza a toda velocidad, era una noche sin luna y el hechizo de invisibilidad cubría sus siluetas, además de que cada uno contrajo su aura lo más posible para evitar ser detectados, en unos instantes llegaron hasta el muro exterior.

“Las garras”

Cada uno sacó un conjunto de aros de metal con ganchos, se los pusieron en las manos con los ganchos del lado de las palmas, de ese modo al golpear la pared con las palmas los ganchos se agarraban de las fisuras en la pared.

La pared estaba hecha de un material especial, un tipo de concreto muy duro y resistente, pero aún así había hendiduras entre las uniones de cada bloque donde los ganchos podían agarrarse, además de que los ganchos eran artefactos mágicos con la función de perforar, podían sostenerse sin problemas de la pared.

Todos comenzaron a subir rápidamente, evitando hacer algún sonido fuerte pero al final tardaron unos 5 minutos en llegar arriba, el capitán que fue el primero en subir dio la orden de que a medida que fueran subiendo debían moverse.

Había guardias a ambos lados, en un movimiento rápido se abalanzaron sobre ellos cubriendo su boca y nariz con un pañuelo, en pocos segundos ambos guardias se desmayaron.

“Vayan por los otros rápido, los demás desarmaremos las balistas y el cañón, andando”

Rápidamente se movieron, cinco fueron hacia los demás soldados cercanos mientras que los demás abordaban las armas, no pretendían destruirlas, con solo mover algunos tornillos fueron deshabilitadas, pero antes de que el último soldado pudiera alcanzar al guardia…

“¿Eh?”

El guardia notó algo extraño, una sensación de movimiento de maná y volteó su mirada, cuando de repente un joven de cabello castaño apareció en medio de la nada y le puso un pañuelo en la cara, el guardia trató de zafarse pero en medio de la confusión no pudo liberarse a tiempo y se desmayó.

“…”

El joven miró sus manos y frunció el ceño.

El hechizo de invisibilidad había terminado, ahora debían moverse con más cuidado que antes.

“Reúnanse, Phillis, lanza la flecha”

Uno de los soldados sacó un arco pequeño y lanzó una flecha hacia la montaña.

“Hemos desarmado esta sección del muro, los guardias tardarán al menos una hora en despertar, bajaremos al patio interior y avanzaremos hacia el siguiente muro”

Todos asintieron y bajaron por las escaleras internas del muro hacia el patio interior dividiéndose en dos grupos, habían utilizado un somnífero en los guardias para evitar llamar la atención pero ahora debían atravesar un área mucho más extensa.

Cruzaron las escaleras y entraron en la zona interna del complejo, había muchas cajas de madera grandes, usándolas como cubierta pudieron avanzar un largo tramo.

“¿Qué crees que haya dentro de estas cajas?” Preguntó una chica de repente.

“… No lo sé, tal vez materiales como metales o piezas, este es un almacén de armas, no me sorprendería que también las fabriquen aquí” Respondió Sophia sin voltear, estaba observando con cuidado a la mujer al frente suyo, llevando una armadura azul y un manto oscuro era la enviada de la Orden de Piscis.

“Ustedes dos, basta de hablar”

“Si señor”

Todos se escondieron entre las cajas de madera, esperando por algo, de repente un gran estruendo sonó cerca de la entrada principal del complejo.

*BOOOOOOM

Con el estruendo todos los guardias se alarmaron y corrieron hacia la puerta principal en frenesí

“¡¿Qué fue eso?!”

“¡¿Nos atacan?! ¡¿Por qué nadie alertó?!”

“¡¿Qué pasa con las torres de defensa?!”

Los guardias entraron en pánico y se dirigieron hacia la entrada principal. Afuera del complejo, un gran ariete estaba golpeando la puerta de entrada a la fortaleza causando los estruendos, ahora que nadie estaba cuidando la fortaleza desde el muro no pudieron evitar que se acercaran tanto.




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