Hey Karrie

¿Cita?

Nos despegamos por aire, estúpido oxigeno. Ese beso fue.... Wow, pensé que el no sabia besar.

-(son novios, se besan, se tocan, se besan, lerolero, lerolero)

—¿Te ayude muy bien al parecer en la cuartada verdad? — Dijo sacándome de mis pensamientos.

—Pues si, es un agradecimiento por lo de esta mañana cariño. —Le guiñe el ojo.

—Ya que estamos aquí, pues, ¿quieres comer pizza conmigo?—Hizo un ademán

Pensé por un rato, este men no me vería mi lado dulce, lo siento, pero como mi estomago es tan gilipollas sonó de hambre. Saque un poco de coca y esnife a lo que Seth respondió con el ceño fruncido.

— ¿Querés un poco? — Le pase el cigarro

— No, ni en lo mas mínimo, ¿porque lo haces? -—dijo alejando el humo, ni modo había moscas.

— Porque me relaja y me gusta. ¿Tu porque no quieres? —Dije cansada

—Lo siento, soy cristiano.

Me quede helada, ¿como que cristiano? Con razón la actitud, digo no es que tenga algo en contra de Dios, o si tengo, pero es que...

— ¿Vamos? — Me sacó otra vez de mis pensamientos.

—Si, pero esto no es una cita, solo tengo hambre y quiero comer y no te hagas ilusiones, fue un beso común y corriente ¡no eres mi tipo stupid!— Grite

—Vale gruñona—Dijo alzando las manos

—Idiota

—Esterica

—Malparido

—¡Renacuaja!

—¡Estúpido!

Y después de nuestra hermosa conversación, fui a comer pizza, digo ya que me comí una entera y el se me quedó viendo apenas el llevaba una rebanada.

— Ups perdón, la termine ¿te terminarás tu pedazo o me lo darás?

—Oye solo llevo uno y tu te comiste los 7 pedazos familiares que quedaban.

— Lo siento ¡eso no era nada!

Salimos y me dejo en la casa, le saque el dedo de despedida y me fui.

Llegue a mi habitación, recordé lo pasado con mi madre, ella era una protestante enperdernida y me dejo abandonada por irse a "peregrinar" si así le llamaba a beber y cojer hombre y me maltrataba con la escusa de que todos debemos de pasar por un sacrificio, odie mi puta infancia, pero vamos, soy Karrie la men rompe caras, no la suicida de antes.

Narra Seth.

Dios, Karrie es dura, desde que la vi, me llamo mucho la atención, aquí voy de camino a casa, pero no dejo de pensar en ella pero ese beso, ¡ese BESO! ¡Me volvió loco! No se que haré, bueno, no podemos estar juntos, somos de mundos diferentes.

Llegue a la casa, mi mama como siempre de novelera y como soy bien despistado me lleve al gato de una patada.

Entre rápido a mi cuarto, fue un raro día, y no me quitó a Karrie de la cabeza Oh Dios ¡que me hace esta chica! Es como si la conociera de algún lado, ¿raro no? Me acabo de mudar ahora y ella literalmente es un caos, pero orare mucho por ella, desde ahora.

Fui y ore a Dios, es la única solución para dormir tranquilo.



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En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

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