Hey Karrie

Guerra Mental

Ese beso...

Ese maldito beso.

Por Dios ¿me estoy enamorando de Seth?

Lo mire a los ojos con amor, pero lo que salio de mi boca me sorprendió a continuación.:

—Seth, Enseñame a Orar—Supliqué

Y no lo decía de broma, en serio, quería aprender a orar. Vi en la iglesia como hicieron eso y me impresionó.

—Buee... Bueno, vale, pero antes.... —Salio caminando.

Fue a un estante improvisado de luces, la carpa parecía pequeña y sucia por fuera, pero por dentro era grande ¡y una hermosa maravilla de luces!

Saco un pequeño libro negro, como el que llevaba el otro día, así que me lo entregó como si fuera su mas grande tesoro.

—Mi mama me la dio cuando pequeño, me dijo que era la solución a mis problemas y dudas y claro, me enseñaría muchas cosas, claro en tu caso te enseñaría a orar de verdad. Yo ya estoy entrenado, ahora, te cedo a ti mi conocimiento. —Dijo esperanzado.

Vi y leí "Santa biblia"  me recordé de pequeña que la vi un día, en una clínica, una doctora tenía un libro igual, cada noche me contaba historias para dormir de ese libro ¿como se me había olvidado? Digo en ese momento me estaba recuperando de la caída.

—Vale lo leeré en mi casa—sonreír y mire sus ojos como la cosa mas linda del mundo. —¿Oye ya es tarde, deberíamos de irnos no? Ya estoy preocupada por pandi.

—Ya mama osa —Y nos reímos como focas.

Salimos, a pie otra vez pero llegamos mas rápido al hablar disparates y esas cosas.

Llegamos a lo que dijo...

—Te he traído a tu casa ¿ya tu hija esta feliz? —Ironizó.

—No inventes como que si no supiera que vivo aquí —Rodee los ojos. —Pero oye, ya cumplirá 3 meses ¿¿hay que hacerle una fiestica no??

—Luego lo hablamos, Adiós Karrie —Y me guiño.

El era tan solo el, pero en serio, el me ha mostrado un mundo diferente a lo que lo hacia mi madre, el es cristiano pero sin embargo no actúa como un completo loco, sino como diferente, no se explicarlo, tal vez mis respuestas están en este libro.

Mi celular suena sacándome de mi mente, es max.

—¿Hola que tal? —Dije seca.

—Oye chiquita, que tal si nos echamos una cogidita, me tenés muy botado. —Dijo cariñoso

—No, hoy no max, ya no quiero esto, no quiero ya cojer contigo. —Dije sincera.—No quiero esta vida.

—Oye tu desde que te haz ajuntado con ese fulanillo como que estas rara, ya ni casi fumas, no sales conmigo ¿¡que te ha hecho ese pillo!? ¡Lo quiero fuera de mi camino! Me esta alejando de ti ¡y tu eres solo mía! Si me entero que estas con el!... —Hablo mas enojado que nunca.

—Max tranquilo solamente hago tarea con el, es todo. Aunque en serio, ya no quiero cojer contigo—Colgué.

Creo que el efecto de las drogas le ha bajado mucho.

Estos 3 meses, han sido increíbles, pero ahora tengo este libro en las manos ¿que haré ahora que sabré lo que necesito.? ¿Escucho a mi corazón?



#27507 en Otros
#8562 en Relatos cortos
#4048 en Humor

En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.