Hey Karrie

Guerra Mental Parte Dos

Últimamente no soy la misma.

Ese libro, me esta cambiando, leí la biblia, la primera vez, no entendía nada de nada, pero como Seth era así de sencillo, tuve que ir pal de veces a donde Lay para que me instruya, ella ha tenido tanto cariño y delicadeza, si se podría cambiar de madres, ella sería mi mama.

Seth hoy me invito a la iglesia, desde la primera vez, hace 5 meses, ya perdí el pánico y estoy decidida a ir.

Estuve guardando los libros ya para salir del instituto, cuando el me encontró.

—¡Hey! Vi esto en la calle y me acorde de pandi, que tal si le celebramos el cumple después de la iglesia ¿que dices?

Eran dos brazaletes de figuras de pandas ¡que detallito! Y me trajo un bambu de peluche y ¿Brillantina?

—Seth, se que eres un lunático ¿pero que es todo esto?

—Pues tranquila, lo veras en la noche, solo encárgate de dejar a pandi en el refugio y después de la iglesia, ya lo veras.

—Vale Seth.

Y salimos como dos mejores amigos, a decir verdad, el es el unico amigo que he tenido en todo el instituto.

Fui a mi casa, aun faltaban 4 horas para ir a la iglesia, estaba emocionada, le tenía una sorpresa a Seth.

Tocaron la puerta, es raro ya que casi nadie me llama, quizás sea Seth.

—¡Mira tu hija de perra! —Reacciono max al verme —¡Estas con ese idiota! ¡Ese estúpido! ¡Tu eres mía! ¿¡Acaso se te olvido!? —Me grito hasta sordarme.

—¿¡Pero que te pasa!? Solo somos amigos con derecho! No tengo nada serio contigo ¡TENGO EL MALDITO DERECHO DE CONOCER A MAS PERSONAS! —Le hable con la misma intensidad.

—Ten cuidado Karrie, ¡yo te hice quien eres! ¿¡y así me pagas!? ¿¡Traicionandome!? —Dijo dolido

—¡Yo no te he traicionado! ¡Entiéndelo! ¡Ya no quiero esta vida! Yo quiero cambiar ¡y cambiare! —Ya dije irritada— ¡Vete max!

—Ve con cuidado, ehh, a no ser que nos vayamos a encontrar —Se fue sin mas, esta loco.

Busque a mi papa, quería desahogarme.

—¡Papi! —Lo encontré acariciando a pandi —¿¡Como están las dos cosas mas lindas de mi mundo!? —Sonreí

—Bien mi hija, te quiero preguntar algo. —Hablo con una sonrisa —¿Que te ha pasado? ¿Y ese cambio mi hija?

—Pues... —Le conté todo, pensé que se enojaría, pero al contrario, se puso tal feliz al punto de llorar.

       ___________****____________

—Entonces hija ¿conociste a Jesús? —Dijo llorando.

—Si papa, conocí a Jesús y quiero ser su hija. Quiero servirle papa—Dije decididamente

Me abrazo llorando, no me espere eso de parte de el.



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En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

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