Hey Karrie

Paradiso

Me rindo. 
 


 

Me rindo a tus pies señor.
 


 

Porque tu cambiaste todo mi ser, me hiciste nueva, me hiciste semejante a ti.
 


 

Gracias.
 


 

Porque no me abandonaste.
 


 

Estuviste ahí, abrazandome, siendo compasivo. No me atacaste con cosas que pase o hice.
 


 

No.
 


 

Simplemente, me abrazaste.
 


 

Sin decirte nada dijiste aquí estoy. 
 


 

Me acompañaste sin estar físicamente, me dijiste "Todo estará bien" 
 


 

Sentí tu corazón con cada respirar y eso basto para sanarme... Gracias por cambiarme y hacerme nueva Dios.
 


 

Rompiste esta vasija de barro e hiciste una de hierro, que solo tiene un punto fijo.
 


 

«Tu»
 


 

Me levante mirando un nuevo día, las cosas han cambiado bastante, no soy la misma Karrie que solía ser.
 


 

Me siento viva ¡Estoy viva!
 


 

Gracias Dios.
 


 

Me diste un hombre maravilloso y una vida nueva.
 


 

Gracias Dios.
 


 

Empleare mi trabajo para servirte a ti.
 


 

(...)
 


 

—Buenos días dormilón —Dije acariciándolo.
 


 

—Buenos días —Dijo bostezando —¿Como esta mi señora, eh?
 


 

Me dio un pico y bajamos a desayunar.
 


 

...
 


 

Después de cantar, estudiar la biblia y orar, salí a trabajar. Seth aun esta de vacaciones por lo que el sera mi amo de casa.
 


 

Gracias Dios, por tanto.
 


 

Después de la lluvia, si hay un amanecer... Un hermoso amanecer.
 


 

Gracias a mis mejores notas conseguí un trabajo súper rápido en una clínica.
 


Tome el taxi para que me llevara al lugar. El día estaba medio nublado pero pronto iba a llover, típico en este lugar, mas llegando noviembre.

Wao... Y pensar que nunca hubiera logrado esto, son tantas cosas.

La vida te da la mayor derrota para que tengas una increíble victoria... Simplemente es wow.

Llegue a tan esperado sitio... Vaya vaya, que tenemos aquí.

Es el mismo hospital en el que yo estaba, no había duda. Aquí fue donde me arroje, donde conocí a Lay sin darme cuenta... Donde me adopto mi padrastro.

En este hospital empezó todo.

Camine adentrandome hacia el lugar de "Psicólogos" habían 3 y faltaban mas.

Con razón me mandaron de inmediato. A nadie le gusta estudiar esa carrera porque no les gusta pasar horas escuchando a personas hablar. Sin embargo, la psicología es muy bonita y me gusta.

Llame a la secretaria del centro para pedir indicaciones, me llevó hasta donde estaba el director.

El me diría lo que debo de hacer.

(...)

Después de una mañana caminando de aquí para allá pude ver que el hospital es muy sencillo, necesita atención y me darán pacientes después de que vea algunos ejemplos.

Conocí a una compañera de trabajo llamada Anna, ella me enseñara como se hacen las cosas aquí.

¡Este día si fue aburrido, joder!

Camine directo a la puerta ya estaba de salida a mi casa. La abrí pero de pronto...

Pffffs choque con una persona, un hombre diría yo.

—Max —Dije al verlo.

El destino es increíble ¿no? Nota mental salir por estacionamientos las puertas me dan malas vibras

—Yo.. Ya me iba. —Dijo corriendo, estaba asustado y pálido.

Parece que ha visto un fantasma.

Bueno, me encamine a mi hogar.

(...)

—Adivina a quien me encontré hoy —Dije mordiendo mi carne —A max.

Seth tenso los músculos y se puso serio.

—¿Te hizo algo ese infeliz porque te juro...?

—Oye tranquilo Dios dice: "mía es la venganza, yo pagare" así que dejale todo a el. —Lo suavice con palabras.

Asintió y siguió comiendo.

—¿Y ahora que haremos? —Dijo divertido. —¿Este es el final o solo el comienzo?

Reí y asentí.

—Este es el comienzo de una mejor vida.

60 años después.
 


 

—¡Moved esas caderas men! —Grite a Seth.
 


 

Han pasado tantos años, sinceramente nunca me imagine que seria tan feliz... Gracias Dios.
 


 

Me dio una buena vida, no tuve hijos porque no podía dar ¡Malditas drogas! Pero lo bueno es que adopte y tengo tres hermosos nietos.
 


 

Seth y yo vamos a visitar el refugio por ultima vez, sufro de asma y no puedo forzarme mucho al caminar... Se vive con eso, pero si me descuido me ahogo en mi propia flema y me voy.
 


 

Seth y yo hemos pasado por tanto, aunque hemos sufridos dos muertes queridas estamos conformes con que los veremos allá en los cielos, cuando cristo venga.
 


 

La juventud se nos fue hace mucho, soy un saco de carne y huesos pero Seth aun mantuvo su promesa.
 


 

Me amara por la eternidad.
 


 

Estamos en camino al refugio, no esta como antes, pero aun conserva su belleza.
 


 

Son tantos recuerdos.
 


 

—¿Gusta una ultima pieza señorita? —Dijo enseñando su caja de dientes.
 


 

—Acepto señorito. —Reí a carcajadas.
 


 

Somos tan fieles a Dios como el primer día, gracias a el estamos mantenidos.
 



#25787 en Otros
#8017 en Relatos cortos
#3864 en Humor

En el texto hay: una chica cristiana

Editado: 10.08.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.