El timbre del apartamento suena cuando termino de aplicarme labial, justo a tiempo para irnos a la fiesta de Valentino. Cerrando el labial me levanto tomando mi bolso para salir de mi habitación encontrando a Agus con un lindo vestido rojo que la hacía verse como una princesa. Cassandra traía puesta una falda de cuero roja y un top rojo de encaje que en su escote traía tiras como si fuera un corsé mostrando un poco de sus senos.
Las tres caminamos hasta la entrada del apartamento donde fuera estaban Dylan y Alan, traen camisas rojas y jeans oscuros. Se ven bien y los cinco bajamos para ir en el auto de Dylan, al fin de cuentas todos vamos a la misma fiesta. En el viaje hablamos de temas tribales como y de lo que le regalaremos a Valentino. Algo que me sorprendió y a la vez me dio gracia es que Alan le regalará una caja de condones en primera instancia como broma y luego si le entregará su regalo real que es un libro que es difícil de conseguir que habla sobre ingeniería robótica. Por difícil de creer que parezca Valentino es un chico muy inteligente y cuando no se comportaba como un joven estúpido podía llegar a sorprenderte con charlas interesantes.
– ¿Sabes si ira mucha gente a la fiesta o será algo pequeña? – pregunta Agustina a Dylan que está en los asientos traseros conmigo y Cassie que esta algo callada viendo por la ventana.
– Todos en la fraternidad estamos invitados y podemos llevar a una persona, estoy seguro que esta fiesta comparada con otras que hemos tenido será algo pequeña – contesta mi novio pasando su brazo por míos hombros para apegarme más a su cuerpo. Por mi parte no me negué a estar cerca suyo al contrario me acerque más y apoye mi cabeza cerca de su cuello.
– No te dejare hacer el ridículo estando ebria Agus, te cuidare como siempre – Alan le da una mirada rápida a su novia que se le ilumina el rostro al mirar al castaño, son asquerosamente tiernos juntos y sin dudas son el uno para el otro.
– Mátenme por favor – escucho a Cassie susurrar mientras baja la ventanilla del auto dejando entrar un aire frio de la noche. Una risa se me escapo la teñida odiaba el romanticismo, pero sé que en el fondo está feliz por Agustina y Alan.
Llegamos a la fraternidad que estaba muy bien decorada y con suficiente comida y bebida para que la fiesta dure toda la noche. Valentino había ambientado loa fiesta como si fuera la casa de un rey y su atuendo era digno de aparecer en Games of Thrones, se veía muy bien. Apenas ingresamos en la fraternidad cada uno se fue por su lado y con Dylan fuimos a abrir una ronda de juegos con alcohol. Obviamente fue una competencia entre ambos y yo termine ganando porque mi novio vomito todo lo que bebió en la pileta de la cocina.
– Te dije bombón que no me ganarías ahora pagas la próxima salida – me rio acercándome a mi pobre novio que continuaba arrojando todo por el lavado. Acaricio su cabeza con delicadeza hasta que el termina y se enjuaga la boca con el agua el alcohol todavía no nos está pegando, pero sé que pronto lo hará. Tomando la mano de mi novio me voy a la pista de baile para comenzar a moverme al compás de la música junto a Dylan. Me tiene aferrada de la cintura siguiendo mis movimientos mientras que me mira a los ojos y cielos en verdad amo a este chico. Desde que acepte la idea de tener una relación con Dylan cada que lo observo mirarme siento que soy la única mujer en su vida y eso sin dudas que me da mucha seguridad.
– Te amo cara – mi corazón se paralizo todo el mundo entero se tenía que estar viendo afectado porque el ex mujeriego de Dylan King me había confesado su amor a mí. Acerco mi rostro al suyo sin cerrar mis ojos y continúo acercándome hasta su oído donde le susurro en un tono suave.
– Yo también te amo bombón – aferrando mis manos a su cuerpo lo abrazo fuerte como si este fuera nuestro último día en la tierra, no quiero soltarlo porque me siento protegida entre sus brazos. Pero cuando él se mueve para verme a la cara me roba un beso largo y profundo que antes de que fuéramos una pareja este mismo beso significaría que esta noche terminaríamos en su cama. Hoy no parecía ser una de esas noches pues alguien nos empuja acabando con nuestro beso. Separándome de mi novio miro a la responsable y con toda la furia del mundo no puedo decirle nada porque la responsable es Agustina.
– Perdón – soltando un eructo en mi cara Agus en verdad se ve arrepentida – Siento... ¿Por qué me estaba disculpando? – pregunta la rubia viéndose bastante confundida, le arrebato su baso oliendo el contenido que de inmediato alejo de mi acara. Lo que está tomando es una bomba de tiempo mañana por la mañana no podrá con la resaca que se le avecina.
– Aquí estas rubia – detrás de mi amiga aparece su novio que la sostiene antes de que ella de un paso hacia el costado.
– Osito ¿sabes porque me estaba disculpando con Bella? – pregunta la rubia aferrándose al cuello del castaño que junta sus cejas sin entender de que le está hablando su novia. El menor de los Sullivan me mira buscando respuesta.
– Nos chocó sin querer y acabo de arrebatarle esta bomba de alcohol creo que Brice tiene algo que ver con este trago – le entrego el vaso al castaño que lo huele y lo deja de lado cuando su novia quiere arrebatárselo.
– Voy a matarlo le dije que no le diera cosas raras a Agustina la última vez que le dio uno de sus inventos de tragos ella termino en mi cuarto quitándose la ropa y luego vomito todo mi suelo – habla el muchacho siendo cayado por Agus que le pone su mano en la boca pidiendo que guarde silencio. – Te llevare a mi cuarto vamos a dormir un poco para que te sientas mejor – el castaño carga a la rubia que se va tirando besos al aire para Valentino deseándole feliz cumpleaños.
El resto de la noche se resume en bailes, besos y más alcohol. Disfrutaba de las fiestas es una manera de distenderme de mi atareada rutina de la universidad y poder desestresarme un poco. Mi novio me acompaño toda la noche y creo que hasta me tope un par de veces con Valentino con quien también baile y charlamos un poco.
Editado: 07.08.2021