La segunda consulta con la doctora Manson me costó un poco, estaba algo abrumada para poder hablar y ella me dio mi espacio. Me dijo que no me sintiera mal por no haber casi hablado, que tengo que hacer mis cosas a mi ritmo. Ya agendé una cita para la próxima semana y espero poder hablarle siento que necesito decirlo todo pero a la vez no quiero decir nada. Es un tanto contradictorio pero siento que me estoy quedando estancada de nuevo, como si retrocediera unos cuantos pasos hacia atrás y eso me hace ponerme triste. Esta vez Agus no me pudo acompañar pero si pudo venir Cassie y con ella me fui de nuevo a casa.
— ¿Cómo te fue allí dentro? – pregunta ella viéndome por el retrovisor del auto, yo aún seguía subiendo a los asientos traseros y me daba pánico de solo pensar en volver a sentarme en el asiento del copiloto. Respirando hondo mire a la calle para poder contestarle y que no me vea a la cara, yo misma me sentía decepcionada de mí.
— La verdad me fue terrible, casi no pude hablar con la doctora y me quedé con muchas ganas de llorar – tenía un nudo atorado en mi garganta y por más que quiera reprimir esos sentimientos no puedo querer más que llorar.
— Entonces llora nena – la voz dulce de Cassie hace que deje de ver la calle para ver sus ojos azules a través del espejo retrovisor. — Si tienes ganas de llorar hazlo tranquila, estás en todo tu derecho a sentirte mal y no puedes privarte a ti misma de llorar – ella se mostraba tan comprensiva y amable conmigo que parecía ser otra persona. Había tanto de Cassie que desconocía, ella es una persona bastante reservada y las cosas que sabía de ella fue porque salieron de ella misma contarme. Por esta misma razón es que confiaba en ella, me contó cosas que no todos tienen el privilegio de saber. Con Agus no pudimos haber pedido mejor compañera de cuarto.
— Gracias – murmuró con la vista empañada por las lágrimas que picaban mis ojos con ganas de querer salir. Viendo por la ventana me dejé llorar, estaba tan triste y me sentía tan pero tan culpable.
Desde hace unas semanas que vengo teniendo pesadillas con el accidente, veo de nuevo a Dylan morir y me despierto llorando. Aún no le dije nada a las chicas porque no quería preocuparlas, ya demasiado están haciendo por mí como para sumarle una carga más. Es duro pero debo aprender a vivir con esto, no es algo que se supera como si fuera una ruptura amorosa. Yo no elegí quedarme aquí, tampoco quería que Dylan se fuera y por más que lo intente no puedo traerlo de vuelta.
Las lágrimas continúan cayendo, mi vista está empañada y comienzo a ver que la calle se vuelve bastante oscura. Secando mis lágrimas miro al frente y veo la ruta oscura de esa trágica noche. Al ver al costado encuentro a Dylan sonriendo, mi mirada se va al frente y quedó cegada por una luz blanca. Chillo esperando el impacto y vuelvo a sentir el dolor en mi cuerpo, el miedo me invade y comienzo a llorar.
— ISABELLA REACCIONA – sacudiendo mis hombros Cassandra me veía con los ojos desorbitados y con mucha preocupación. — Eso es, nada malo está pasando – con un tono más calmado ella me suelta y comienza a respirar de manera pausada incitándome a imitarla. Haciendo lo mismo que ella comenzó a tranquilizarme y mi corazón de a poco va tomando su ritmo normal. Muy intranquila abrazo a Cassie no sé en qué momento frenamos y ella se pasó a los asientos traseros. Pero se lo agradezco no sé si hubiera tenido la fuerza de voluntad de salir de ese recuerdo.
— Dylan è morto per colpa mia¹ – digo volviendo a llorar pero sé que Cassie no me entendió. Hable en mi dialecto paterno porque sé que ella no me entendería y no quiero que me contradiga. Sé que lo que pasó fue causa mia².
— No sé que mierdas has dicho pero no puedes tirarte al abandono Bella, sé que a Dylan no le hubiera gustado eso. Si no quieres salir adelante por tu familia, por tus amigas o por ti hazlo por Dylan sé que desde donde esté no quiere verte así – sin decirme más nada Cassandra me abraza con fuerza y yo me aferro a sus brazos sin dejar de llorar. Me sentía muy mal porque ella tiene razón pero es tan difícil no poder dejar de sentirme culpable por lo que pasó. Si yo no hubiera querido irme, si tan solo me hubiera quedado para ayudar a Agus que estaba ebria y si yo hubiera preferido dormir en la fraternidad en lugar de mi departamento. Las cosas hubieran sido tan distintas si tan solo no hubiéramos salido de la fiesta.
Cassandra me consoló sin decirme más nada y me dejó llorar, me sentí mejor luego de eso y le estaba muy agradecida por haberme contenido en un momento tan difícil para mí. Sé que este es un dolor que jamás sé ira pero me es difícil poder superarlo luego de tener un sueño lucido tan vivido del accidente. Ahora ese hecho no solo me persigue en mis pesadillas, sino que me sigue en mi cotidianidad y tengo miedo de volver a tener ese recuerdo y revivir el dolor estando sola. Aquí estaba Cassie conmigo pero ¿qué hubiera pasado si ella no estaba?
No lo sé, tal vez no me vuelva a suceder o me paso porque estaba muy sensible por no poder hablar con la doctora Manson y vengo en un auto supongo que fue un conjunto de cosas que me hicieron revivir ese recuerdo. Ahora tan solo quería llegar al departamento y refugiarme en mi cama hasta el día siguiente sin hablar con nadie y dormir. Tan solo deseo estar sola sin que nadie me moleste. Cassie no hablo mucho en lo que nos restó del viaje y supongo que se dio cuenta de que no tenía ganas de hablar.
☁️☁️☁️
El departamento estaba en silencio, solo encontrábamos Cassie y yo, Agustina no sé donde pueda estar pero me alegraba no verla porque no quería hablar con nadie. Aún sentía una fea opresión en mi pecho, quería seguir llorando pero no podía era como si estuviera seca y no tuviera más lágrimas que derramar. Camine a mi cuarto cerrando la puerta detrás de mí, tratando de no hacer ruido para no perturbar más mi abrumada mente. Voy hacia mi armario donde abro las puertas y sacó una caja escondida entre mis ropas, es bastante grande y pesada. Dejándola en el suelo la abro encontrando un retrato de marco negro y con una fotografía que todo con mis dedos.
Dylan le sonreía a la cámara y me estaba cargando en sus brazos mientras yo posaba para la cámara como si fuera una princesa, nos veíamos tan felices. Una gota cae encima del cristal y mi vista se empaña y un sonido se me escapa de la garganta. Cubriendo mi boca comienzo a llorar desesperada, esto me duele y no sé si pueda continuar adelante con todo. Necesito a Dylan a mi lado, quiero volver a sentir su calor, lo quiero de vuelta. Con las manos temblando cierro la caja y me levanto para ir a mi cama, las lágrimas no se detienen y abrazando una de las almohadas de mi cama me acuesto en posición fetal llorando.
Debió pasar mucho tiempo porque escuche abrirse la puerta y mi cabeza me dolía mucho al igual que me ardían los ojos, no sé quién estaba entrando en mi cuarto pero no me importo. Tampoco me moví cuando el otro lado de mi cama se hundió por el peso de una persona, una mano demasiado grande para ser la de Agustina o Cassandra se apoyó en mi hombro. De inmediato me senté en la cama girando a ver esa persona que estaba en mi cama, con una pose relajada James me estaba viendo. Abrió sus brazos y me acerqué a él buscando refugio, necesitaba ese abrazo, apreté mi agarre en su espalda y un par de lágrimas calientes rodaron una vez más por mis mejillas. Me aferré a sus brazos por un rato largo, quería sentir que todo lo que pasó no fue mi culpa.
— Él ya no está y fue mi culpa – susurró contra su cuello, una opresión en el pecho comenzó a hacerme sentir y sentía que comenzaba a faltar el aire. Me tuve que separar de James y cerré mis ojos apoyando mi mano sobre mi pecho y otra contra las sabanas de mi cama apretando mi puño.
— Isabella mírame – las manos de James tomaron mi cara, al abrir mis ojos pude ver su rostro – Respira conmigo – respiro hondo y yo lo imité, inhalamos y exhalamos de manera pausada. Le seguí hasta que mi respiración se volvió normal fue tan solo unos minutos pero me parecieron una tortura.
— Gracias – murmuró alejando sus manos de mi rostro, me sentía mal aun y con algo de vergüenza.
Editado: 07.08.2021