Hey , Noah

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Mi madre nunca fue la mejor de todas.

Pero hizo el intento.

Quizás por el hecho que se embarazo de mi siendo muy joven, prácticamente cuando estaba iniciando la universidad y tuvo que dejarlo para cuidarme, porque a pesar de haber sido un error y aparte haber sido abandonada por el hombre que es mi padre, lucho para sacarme adelante.

Paso los cuatro primeros meses de embarazo sola , porque mis abuelos maternos no quisieron saber nada ella, lo mas probable es que hayan pensado de que se había acostado con el primero que se le cruzo, pero no fue así, ella se enamoro , y cuando uno se enamora se vuelve ciega en el sentido de que se dejan llevar por cualquier cosa por la persona amada , y así paso con mi madre , hizo la prueba del “amor” con mi padre, y termino embarazada de mí.

Después los cinco meses restantes del embarazo los paso con una tía lejana llamada Sally que comprendió su situación, le dio su hogar y su compañía, después yo nací, un bebe que pesaba 3 kilos con 900 gramos y que lloraba sin parar, me puso Sally Anne en honor a mi tía que se sintió muy emocionada. Había llegado una nueva personita a su vida y se prometieron dar lo mejor por mí.

¿Y qué les di yo?

Decepciones.

El hecho de crecer sin padre me hizo pensar que era desdichada, veía como mis amigos paseaban con sus padres, salían de viaje o al cine, yo no experimente eso, mi madre se iba trabajar desde la mañana y regresaba a comer algo y volvía al trabajo, era lo mismo con mi tía Sally, ambas trabajaban duro para que yo tuviera una mejor educación y una vida digna.

Y yo no fui agradecida.

Yo fui creciendo, en la escuela me iba de maravilla, pero los pocos amigos que tenía se iban alejando, y fue cuando empecé a preguntar por mi padre, al principio lo evitaban, pero cuando tenía 15 años y mi madre me dijo que el la había embarazado y que nos había abandonado, yo no lo creí, no quería creerlo, ese día me fui de casa, compré cigarrillos baratos en una tienda y empecé a fumar. No volví a casa hasta que pasaron tres días en los que estuve caminando con “amigos” y gastando mi poca mesada en cigarros. Cuando regrese mi madre abrió la puerta, nunca había visto un rostro tan triste y lleno de preocupación en mi vida, me tiro una bofetada, me abrazo y lloro en mi hombro, me empezó a decir que no lo volviera hacer, pero por alguna razón sentía ganas de repetir algo, fumar.

Así comenzó mi vida de adicciones, comencé con los cigarros, después con la mariguana y otras drogas, deje la escuela a espaldas de mi madre y mi tía que casi nunca paraban en casa no se dieron cuenta, yo quería explorar más de ese nuevo mundo, grave error, un día me intoxique con una droga extraña, esa fue la gota que rebalso el vaso , mi tía me había encontrado en mi cuarto desmayada con la droga en la mano , me llevaron al hospital donde me hicieron una limpieza , cuando desperté mi madre estaba dormida en una de las sillas , la mire detalladamente , nunca me había dado cuenta de sus grandes ojeras oscuras y bolsas que colgaban debajo de sus ojos, mi madre tenía 36 años pero parecía más una mujer 50 años, entonces me di cuenta que había sido una estúpida, si , esa era la palabra , había arruinado mi vida y sin querer la de mi madre, empecé a sollozar despertando a mi cansada mama, me mostro sus gastados ojos grises , que soltaron gruesas lágrimas, ambas nos abrazamos, mi tía entro y suspiro agradecida y se unió al abrazo ,decidimos que comenzaríamos de nuevo pero...

Fue muy tarde.

Cuando salimos del hospital mi madre estaba aferrada de mi brazo, mi tía estaba en casa haciendo la comida para mi llegada, nuestra casa estaba a unas seis cuadras del hospital, cuando estábamos cruzando la ultima cuadra ella cayo y yo con ella, se había desmayado, desesperadamente llame a mi tía que me dijo que la esperara ahí, fuimos al hospital.

Le detectaron cáncer cerebral.

Los doctores dijeron que era muy raro verlo en alguien joven como ella, pero no era imposible, empezaron a decir que tendría que entrar a quimioterapia y muchas cosas mas que solo escuchaba mi tía, yo me sentí vacía, estaba perdiendo lo mas preciado en mi vida.

Mi madre nunca me dijo que era un error, pero yo me sentí un error, un error que dormía sobre su cama mientras ella descansaba, un error que le llevaba flores, un error que lloraba en su funeral.

Si, al final mi mama no resistió, era como si su enfermedad hubiera dado grandes saltos, después de tres meses de quimioterapia mi madre falleció durmiendo.

Mi tía y yo lloramos mucho delante de su tumba, las pocas personas que conocíamos nos daban su pésame mientras se iban. Cuando llegamos a nuestra casa fuimos al cuarto de mi mama, dormimos en su cama. Yo me desperté antes que mi tía, abrí su ropero, había pocas prendas, pero todas olían a ella, agarré una gran casaca, me la puse y me volví a echar en la cama metí las manos en los grandes bolsillos, sentí unos papeles, los saque, eran exámenes médicos de hace más de cinco meses, donde todos salían positivo al cáncer de mi madre.



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En el texto hay: suspenso, humor y romance

Editado: 02.06.2018

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