Hey Quitate Enana

Capitulo 13 Guerra de bromas

Una semana después.

Ha pasado una semana desde que recibí esa llamada y decidí no tomarle mucha importancia.

Llegue al instituto unos minutos antes debido a que Liliana me mando un mensaje diciendo que me esperaba en el pasillo para mostrarme algo muy importante pero no me dijo que era. Comencé a recorrer el pasillo y no había nadie.

— ¿Liliana? Ya estoy aquí ¿para que querías verme?— no se escuchaba ningún otro ruido aparte del que yo hacia, la luz que alumbraba el pasillo se apago lo que provoco que me asustara un poco— ¿Liliana? ¿Estas aquí? — mi miedo era imposible de ocultarse.

Seguí caminando y sentí una respiración detrás de mi, la luz se volvió a encender y voltee.

—¡AAHH!— grite lo mas fuerte que pude y me tranquilice un poco al ver de quien se trataba—¡Maldito me asustaste— comencé a darle pequeños golpes en el pecho y el solo se echo a reír.

—hubieras visto tu cara— su risa era imparable.

—¡Eres un idiota!

Dejo de reír y saco algo de su mochila y me lo extendió aún con el puño cerrado, abrí mi mano y colocó algo.

—¡AAHH! ¡Que asco!— solté la popo que coloco en mi mano y comencé a limpiarme con mi playera.

Se echo a reírse, observe el suelo y vi que era la típica broma del tubo de cartón con agua y forma de popo.

—muy gracioso—comencé a caminar—¡Me las vas a pagar!— exclame alejándome.

Al siguiente día.

Mi broma esta lista.
No funcionara.
Callate.

—¿para que son todas esas gomitas?— pregunto Liliana observando a las diferentes figuras de gomitas que estaban en las bolsas.

—necesito que me hagas un favor —asintió— dale estas gomitas a tu primo— le entregue las bolsas— pero no le digas que son de mi parte.

—¿por que?— pregunto confundida.

— no hagas preguntas y solo hazlo— asintió no muy convencida y llevo las gomitas a la porquería y a las zorras que estaban a su lado y comenzaron a comerlas pero rápidamente las escupieron.

Punto a mi favor, gomitas con sal.

Al siguiente día.

Tenia muchas ganas de ir al baño, pregunte donde estaban los baños y una chica me indico que se encontraban hasta el final del pasillo, entre y todos los baños estaban ocupados, de pronto entraron unos chicos.

—¿que haces una chica aquí?— pregunto uno de ellos.

—¿que hacen unos chicos en el baño de mujeres?— pregunte confundida.

—este es el baño de hombres— dijo uno de lo mas normal.

— ¿¡Que!?

Empuje una puerta y esta se abrió al instante, en efecto era el baño de hombres y lo peor de todo era que solo eran pantalones con zapatos que ocuparían el baño tal vez por siempre, salí de ahí topandome con la porquería humana.

—ese es el baño de hombres— podía notar como se contenía las ganas de reír.

—idiota.

Al siguiente día.

Llegue minutos antes de que todos llegaran, para mi suerte la puerta de entrada estaba abierta, entre al salón y me encargue de hacer que el lugar de la porquería humana oliera horrible, cuando llegó amablemente le ofrecí un pesticida que en realidad hizo que su lugar oliera mucho peor.

Al siguiente día.

Abrí mi casillero lo mas tranquilamente y me encontré con un mapache muerto dentro de el, lo saque, lo mire y lo lance hacia cualquier dirección y salí corriendo.

Y así fue como no la pasamos unos días, haciéndonos bromas.

—¡Estoy harta! —exclamo fastidiada —¡Basta de su estúpida guerra de bromas! ¡Tu y callan están yendo demasiado lejos con estas bromas!

— si claro— dije restándole importancia mientras sostenía una cubeta con desperdicios y agua sucia.

—¿que es eso?

—mi broma final.— la porquería humana iba pasando y tire la cubeta con la intensión de que le cayera encima pero en esos momentos la directora también estaba pasando y  le cayo encima la tina con desperdicios y agua sucia.

*****

—¡No voy a tolerar este tipo de bromas! Así que estas suspendida por una semana.

— ¿¡Que!? ¿Suspendida?

— si, estas suspendida por una semana y esperó que cuando regreses aprendas a comportarte.

Salí de ahí y fui por mi mochila, minutos después la directora fue a buscarme y me pidió que regresara a dirección ya que tenia que hablar conmigo.

—bien, ya puedes regresar a tus clases no estarás suspendida.— ¿que dijo?

—¿que? ¿Por que?— no me gustaba el hecho de que me suspendieran pero no entendía por que ese cambio tan repentino.

— ya me dijeron que tu no fuiste quien hizo esa broma.

¿De que rayos esta hablando?
Ni idea.

—no entiendo.

—Callan dijo que el había hecho la broma para culparte a ti.

¿¡What the hell!?

—así que puedes regresar a clases.— algo dentro de mi me hacia sentirme culpable. El había empezado la guerra pero yo había hecho esa broma y el se culpo.

—¿lo va a suspender?— realmente no quería que lo suspendieran por mi culpa.

—regresa a tus clases— Gracias por responderme. Tu sarcasmo me aburre al igual que tu.

Salí de dirección sin poder creer que el hubiera hecho eso por mi, fui a clases y el no estaba, las clases terminaron y todos salieron corriendo, cuando la marea de alumnos desapareció salí y lo vi saliendo de dirección y me acerque a el.

— Callan— era raro llamarlo callan y no porquería humana o mierda viviente o bolsa de testosterona. El volteo y me miro.

—¿ahora no soy bolsa de testosterona, porquería humana o mierda viviente?

—¿quien te lo dijo?— ¿quien le dijo sobre los apodos que le pongo? Yo no fui.

—una persona que parece ser seria pero tiene la boca muy grande.

— ¿Liliana?—asintio— maldita— susurré.

— si, si ¿que es lo que quieres?

—¿por que lo hiciste?

—¿por que hice que?

— ¿por que dijiste que tu habías hecho la broma de la cubeta?

—ah eso— dijo restándole importancia.

—¿por que lo hiciste?— volví a preguntar.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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