Hey Quitate Enana

Capitulo 20 No son celos

Comencé a caminar sin importarme lo que dijera Jason. Seguí caminando hasta llegar a casa, me encerré en mi habitación y espere a que se llegara la noche para después esperar a que amaneciera.

Irónico ¿no?
Eso es estúpido oh lo olvidaba tu eres estúpida.
Me dan ganas de matarte.
No puedes, estúpida.
Pero un día.. Un día.. Un día...
Un día desaparecerás y todos serán felices.
¿En verdad estas aquí para hacer mi vida menos mierda? 
Se puede decir.
Y entonces ¿por que no lo haces?
Por que amo que tu vida sea una completa mierda.
Que buena respuesta.
Lo se.

Al fin se hizo de noche, me bañe, me coloque mi pijama, me acosté y comencé a soñar con mi futuro esposo, amante y padres de mis futuros hijos Deán Ambrose.

> —¿Andrew Garfield acepta usted a Yamileth Mckenzie para amarla en la salud y en la enfermedad en la riqueza y en la pobreza en lo prosperó y en lo adverso hasta que la muerte los separe?

Andrew me miro a los ojos y sonrió—acepto.

—¿y usted Yamileth Mckenzie acepta a Andrew Garfield para amarlo en la salud y en la enfermedad, en la riqueza y en la pobreza en lo prospero y en lo adverso hasta que la muerte los separe?

Sonreí acepto.

si hay algún impedimento que hable ahora o que calle para siempre— silencio—muy bien, puede besar a la novia.

El me cogió de la cintura apegandome a el y me beso pero pronto se separo de mi y todo a mi alrededor comenzó a ponerse obscuro y todos comenzaron a irse.

esperen ¡No se vallan!—Depronto esas malditas palabras comenzaron a escucharse.

”Asesina" ”Asesina" ”Asesina" ”Asesina" ”Asesina" ”Asesina" ”Asesina"...<

Rápidamente me desperté sudando. Todo había sido una pesadilla. Una pesadilla, otra vez esa pesadilla, la misma pesadilla de siempre.

Me tome un tranquilizante y espere hasta quedarme dormida nuevamente.

*****

La alarma comenzó a sonar y me desperté, la apague, me levante, hice lo de siempre y salí directo al instituto.

Me dirigí hacia mi casillero, guarde algunos cuadernos y después camine hacia el salón de clases, me senté en mi lugar y espere a que comenzara la clase. La clase comenzó y Callan llego y se sentó a mi lado, claro no me dirigió la palabra y así fue en todas las clases hasta que se llego receso.

Todos salieron directo a la cafetería o al patio trasero y yo solo me dirigí a mi casillero.— ¡Yamileth!—Voltee y vi a una Layla con el cabello teñido de verde y azul.

—¿Que?— pregunte cortante.

—¿que te pasa?

— ¿enserio me preguntas que me pasa? Después de lo que me dijeron ayer tu y Liliana.

—no entiendo por que te enojas.

— me enojo por que creí que tenia unas amigas.— cerré mi casillero y comencé a caminar hasta la cafetería.

Compre un jugo y un sándwich y me dirigí hacia una mesa que se encontraba sola y apartada de todos, total no sería la primera vez que comería sola tratando de alejarme de las personas. Comencé a pensar en tantas cosas.

¿Cuando terminara todo esto?
Nunca.
¿Por que me paso eso a mi?
Por que te lo merecias.

Apenas pude beber de mi jugo cuando vi a Callan ingresar con una rubia plana y con ropa de marca, su cabello era largo y ondulado, todos se les quedaban viendo tanto a el como a ella y lo peor de todo ella lo abrazaba.

Observe mi almuerzo y pensé en salir de ahí— hola.

Me gire y vi a un chico muy guapo, moreno de cabello obscuro. Se sentó a mi lado y sonrió.

—¿mal día?—lo mire de mala gana aunque el ni siquiera tuviera la culpa de lo que me pasaba—mal dia— afirmo.

Regrese mi vista a mi almuerzo y... A quien demonios engaño. ¿Que le ve a esa rubia plana sin chiste? ¿Acaso le ve lo rubia? ¿Que demonios acabo de decir? Pareciera que estoy... Estoy.... Estoy... No eso no puede ser no estoy celosa. Hay demonios me estoy volviendo loca.
 

— no son celos, no son celos—susurraba y vi que la rubia comenzaba a acariciar el cabello de Callan—no son celos— dije entre dientes—no son celos, no lo son, no estoy celosa

—¿Celosa de quién?

No me di cuenta de cuando comencé a decir eso. Observe al chico y me limite a sonreír.— lo siento yo no quise decir.. Eso.

— de acuerdo.— dijo y  saco algo de una bolsa eran unos muffins, uno de chocolate y uno con chispas de chocolate.

El chico me ofreció uno y yo acepte como niña chiquita digo es un muffin no podría despreciar uno jamas.

—estaba delicioso— dije.

— que bueno que te gusto, los hago yo mismo.

Abrí mi boca sin poder creerlo—debes enseñarme a cocinar— el chico comenzó a reír—lo digo enserio.

—de acuerdo, te enseñare— dijo levantando las manos en son de paz.— cogió mi brazo, saco una pluma y comenzó a escribir algo—muy bien ese es mi numero.

Sonreí y lo cogí del brazo, saque una pluma y le escribí mi numero— y ese es el mio— dije.

Voltee y vi a Callan haciéndome una seña de que saliera de la cafetería. Me levante y el chico me cogió del brazo.

— soy Ryder.

—  Yamileth— dije.

Cogí la mochila, salí de la cafetería y me dirigí a mi casillero y después vi a Callan acercándose.

—¿que es lo que pretendes?— pregunto llegando hasta mi.

— no pretendo nada— dije.

—entonces ¿por que me besas y luego le sonríes muy amistosamente a el?— pregunto molesto.

—pareciera que estas celoso.

—y si así fuera ¿que?— ¿esta celoso?

Estaba apunto de responderle cuando la rubia se paro en medio de nosotros.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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