Hey Quitate Enana

Capitulo 40 ¿Yo te gusto?

Layla me miro sorprendida y después sonrió hipócritamente. Paso por mi lado dándome un fuerte empujón.

Apreté el puño y respire profundamente. Comencé a caminar hasta que choque con alguien.

—disculpe—dije.

—no. No, tu disculpame a mi— dijo con la mirada baja.

—¿señora Miriam?— levanto la vista y sonrió.

—¡Yamileth! Que gusto verte. ¿Que haces tu aquí?—preguntó

—yo... Vengo con el psicólogo...— baje mi vista—Pero digame ¿que hace usted aquí?

—acompaño a mi hija al psicólogo, por cierto ¿no la has visto? Es una chica con el cabello color púrpura.

—Layla—susurré.

—¿la conoces?— ¿como olvidarla?

—si. Eramos... Amigas.—levante mi vista— no sabia que era su hija...—demasiada incomodidad — Disculpe, tengo que irme.

Camine hacia la salida, me coloque los audífonos y comencé a escuchar perfect de simple plan, y comencé a cantar la canción en voz baja mientras caminaba hacia la parada de autobuses.

*****

Al llegar a casa me senté sobre el sofá y comencé a recordar.

Flashback

Su fotografía era lo único que me quedaba. Se veía muy bonita. Era tan hermosa. Lastima que ya no estaba.

Contemplaba su fotografía y divisaba su rostro. La fotografía fue arrebatada de mis manos bruscamente.

— ¡No mereces tener esto! No mereces tener nada de ella. ¡Tu la mataste y no mereces ni siquiera verla en fotografía!—exclamó enojada.

— pero es mi mama— comencé a llorar.

— ¡Era! ¡Tu la mataste! ¡Una asesina no tiene madre! ¡Y una hija no mata a su mama!

— yo no la mate—dije entre sollozos.

— ¡Claro que lo hiciste!— comenzó a jalarme de los cabellos—¡Eres una asesina!

Mis ojos se llenaron de lágrimas. Tiro la fotografía al piso, la pisoteo y después la rompió en muchos pedazos.

Los días pasaban. Ellas me encerraban en el baño y no me daban de comer. No me dejaban salir. Me estiraban el cabello y me gritaban "asesina" ya no podía mas ya había llorado mucho. No podía decirle nada a mi papa. Nadie más sabía lo que me hacían.

Tenía hambre. Salí del baño con cuidado de no hacer ruido. Fui a la cocina por galletas. Cogí una galleta, me estiraron los cabellos y me sacaron, Carlota me quito la galleta y la tiro al piso y me estiro muy fuerte de los cabellos.

— ¡Eres unas asesina y las asesinas no merecen nada!—me jalo el cabello— ¡Ya no te aguanto! ¡Maldita asesina!

— ¿¡Que esta pasando aquí!?— pregunto una voz masculina.

Carlota mee soltó. Llorando corrí hacia mi papa. Mi papa al final se dio cuenta de lo que ellas me hacían y No dejo que se volvieran a acercar a mi.

Fin del flashback

Una lágrima recorrió mi mejilla e inmediatamente la limpie.

Flashback

Llegue de la secundaria, deje mi mochila en el sofá, corrí hacia mi habitación, abrí la puerta, alguien estaba ahí.

— ¿hola?

Se giro. Era Carlota. No tenia ninguna expresión en su rostro, me observo, salí corriendo de la habitación, ella salio tras de mi, corrí hacia el baño, abrí la puerta, entre y la cerré, escuche un disparo.

— ¡SAL MALDITA!—Comencé a llorar, me arrinconé en una esquina del baño, otro disparo se escucho y otro que fue directo hacia la puerta. No tenia escapatoria, ella comenzó a golpear la puerta.—¡ABRE LA PUERTA!

Siguió golpeando la puerta. Luego de unos minutos dejo de golpear la puerta. Me levante aun llorando. Me acerque hacia la puerta. La abrí lentamente y observe hacia los lados. De pronto apareció frente a mi con la pistola en sus manos, intente cerrar la puerta pero ella la detuvo, camine de reversa, tenia mucho miedo, seguía llorando, una sonrisa apareció en su rostro.

— no—susurre.

— ¡HASTA NUNCA!—Me apunto, cerré mis ojos, escuche el disparo abrí mis ojos, ella rió y volvió a apuntarme.—bien. Basta de juegos ¡TE VAS A MORIR!

— ¡POLICIA FEDERAL!

Mi papa, una vecina y la policía llegaron, Carlota tiro del gatillo y disparo, me rozo el brazo y comencé a sangrar.

—¡SUELTE LA ARMA!— exigió otro oficial.

Carlota soltó la arma, la espozaron y se la llevaron.

Fin del flashback

Observe el suelo. Los recuerdos eran algo que no podía olvidar. Eran algo que me perseguirían tal vez para siempre.

Me levante de el sofá y salí de casa, mientras caminaba pensé en visitar a Miranda.

*****

Llegue a su casa. Toque la puerta y segundos después su mama abrió la puerta. Me recibió con una sonrisa y me invito a pasar.

—le diré a Miranda que estas aquí ¿quieres algo?—negué—bien ahora vuelvo—asentí.

La mama de Miranda subió y minutos después bajo Miranda corriendo y enseguida su mama. Miranda se lanzo sobre mi dándome un fuerte abrazo. Y valla que necesitaba un abrazo.

— ¡Viniste! —exclamo.

— aquí estoy —dije.

— las dejo, iré al súper— asentimos y se fue.

— ¿por que no habías venido ya?—preguntó— Tenias mucho tiempo sin venir.

No podía decirle la verdad—... Tuve un problema.

—¿cual?

—fue un problema de la cabeza— respondí.

—pero ¿estas bien?

—si. Ya estoy mejor.

La puerta se abrió y su hermano entro. Me miro y su rostro mostraba enojo.

¿Yo que le hice?
Tu presencia le molesta.
Su cabello me molesta y no por eso le voy a pegar un chicle.
Claro por que a ti ni te gustan los chicles.
Pero si fuera una emergencia como esta, masticaría uno o muchos para pegarselos todos en su estúpido cabello rubio y así quedaría calvo. Creo que ya lo estoy imaginando.

— ¿no tendrías que estar en otro lado?— pregunto Miranda observando a su hermano un poco enojada.

—no. ¿Donde esta mama?—pregunto.

—fue al súper— respondió Miranda.

— y ¿que hace esta... —estaba segura de que pensaba decirme un insulto—Individua en mi casa?

— esta individua tiene su nombre— dije.

— no es ninguna individua.— dijo Miranda—Es mi amiga.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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