Hey Quitate Enana

Capitulo 41 Mi nombre es Christian

Sus ojos se enfocaron en Miranda y después en mi.

-Miranda es una mentirosa-articuló inmediatamente.

-yo no miento, solo dile la verdad.

-no hay ninguna verdad.

-entonces mirala a los ojos y dile que no te interesa-pidió en un intento de retar a su hermano.

Me miro y después bajo la mirada.-no tengo por que hacer esto.

Se giro yéndose, supuse que a su habitación ya que la música a todo volumen comenzó a escucharse.

-Chris es un tonto-murmuró mientras se sentaba sobre el sofá y me senté a su lado.

-no tienes por que mentir-dije.

-no miento, yo se que le gustas-se tapó la cara con sus manos y comenzó a sollozar-yo no miento.

-no, no llores.

No podía verla llorar, no quería verla llorar, no quería que ningún niño llorara. Si tan solo pudiera evitar que los niños lloraran lo haría, si tan solo pudiera evitar el sufrimiento lo haría.

-yo nunca he mentido-articuló entre sollozos.

-ya, ya Miranda. Todo esta bien- dije tratando de tranquilizarla mientras daba pequeñas palmadas en su espalda.

-no, no esta bien, ahora el me odiara por decírtelo.

-no te odiara.

-si lo hará, no  volvera a hablarme. No debí decírtelo. Ahora estará enojado conmigo- seguía sollozando.

-eso no pasara.

-tu no lo conoces, no sabes como es Chris. Me va a odiar para siempre. No debí decir nada.

Me partía el corazón ver a un niño o una niña llorando. Son tan débiles. Indefensos e inocentes y sufren mucho.

-¿quieres que hable con el?- pregunte y Miranda levanto la mirada.

-¿enserio harías eso?

-claro.

Miranda se limpió las lágrimas con las mangas de su suéter, me levante del sofá y subí las escaleras. Habían varias puertas pero de una provenía el alto sonido de la música.

Toque la puerta, técnicamente no abrió. Dí un ligero empujón a la puerta y aquella se abrió dejando ver dos grandes vocinas encendidas, una habitación muy desordenada, posters por doquier y un rubio sin camisa dando la espalda.

Vi un póster de Green day, me acerque y lo observe. Al lado había mas postres de bandas desconocidas (para mi) y de pronto la musica dejó de escucharse.

-¿¡Que haces aquí!?-pregunto alterado- ¿No te enseñaron a tocar la puerta?

Ni siquiera sabía que responder-yo..

-Responde-ordenó molesto.

-yo toque la puerta pero no abriste-le respondí con el mismo tono que me estaba hablando.

-¿Y por eso decidiste entrar?-pregunto aún enfadado.

-di un leve empujón y se abrió-respondí.

-¿y eso te dio el derecho de pasar?

-lo siento, no debí entrar.

-correcto -se acerco hasta la puerta de su habitación y se paro al lado-¡Ahora vete!

No puede ser que sea tan insoportable.

-eres insufrible. -me decidí a decir-Miranda te necesita como hermano y lo único que haces es encerrarte en tu habitación, poner la música a todo volumen y gritarle. Miranda es tu hermana, no una niña que puedes tratar como quieras.-dije molesta y camine hacía la puerta-no te preocupes ya no te molestare. Siento mucho haber invadido tu refugio.

Pase por su lado y cogí la puerta para cerrarla. Me estiró del brazo Volviéndome a meter a su habitación. Y después cerró la puerta.

-lo siento -parecía que ya no estaba enojado-no debí hablarte así-dijo mas tranquilo.

-no importa.

-no, si importa, no se que me pasa-dijo apenado mientras bajaba la cabeza.

-tal vez te sientes solo-me miro-te entiendo, yo también trate mal a las personas por que me sentía sola.

Un silencio nos invadió a ambos.

-de verdad lo siento- dijo nuevamente.

-no te preocupes.-¿Por que era tan difícil hablar? -tienes buenos gustos musicales- apunte los posters y el solo río por lo bajo.

-¿también te gustan ese tipo de bandas?-preguntó.

-si, prefiero ese tipo de musica, no entiendo como es que a las chicas de ahora les gustan las patéticas bandas de hoy en día.

-valla, eres diferente a las demás.

-algo así, solo no tengo los mismos gustos que las demás.

Me senté en su cama y segundos después se sentó a mi lado.

-¿cual es tu canción favorita?-preguntó.

-boulevard of brooken dreams. ¿Y la tuya?

-igual-reímos-al parecer no somos tan diferentes.

-no del todo.-se recostó sobre la cama.-¿por que parece que estas enojado siempre?-se re-acomodo sentandose y miro hacia el frente.

-no considero que sonreír siempre sea una buena opción.

Algo le había pasado a ese chico y no cualquier cosa.

-¿la vida no te ha tratado muy bien?-me miro y bajó la mirada al instante-te entiendo, a mi tampoco me ha tratado muy bien- con la mirada baja volteo hacia otro lado subiendo la vista-no tienes por que hablar si no quieres. Se que no es fácil..-no termine de hablar por que me interrumpió.

-lo vi teniendo sexo con otra mujer- soltó de golpe, lo mire y el seguía volteado hacia otro lado- mi padre engaño a mi madre con otra mujer. Yo tenia diez años. Mama había llevado a Miranda a la guardería, yo me quede en casa, solo, no encontraba mi carrito y pensé que estaba en la habitación de mis padres así que salí, entre-su voz comenzaba a cortarse-y una mujer estaba encima de el, moviéndose hacia delante y hacia atrás.

Su voz cada vez se escuchaba mas débil y no tardaría en a-quebrantarse.

-no tienes por que hablar si no quieres..-nuevamente me interrumpió.

-el la cogió del trasero y la comenzó a mover mas fuerte-su voz estaba apunto a-quebrantarse-me hizo prometerle que no le diría nada a mi madre, ya no podía ocultarlo, había pasado un mes, no podía seguir callando, le dije a mi madre, ella no quería saber nada de mi, me gritó que era un traidor, mi padre me gritó que todo era mi culpa, se divorciaron y no he vuelto a ver a mi padre desde ese día.

No regresaba su mirada hacia mi pero sabia que estaba apunto de llorar. No hacia falta verlo para saber que ya no podía tragarse esas lágrimas.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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