Hey Quitate Enana

Capitulo 46 No me conoces

Termino de firmar el papel, lo reviso por ultima vez y lo dejo sobre el escritorio.

-este es el quinto sitatorio que acumulas y solo llevas tres meses aquí. ¿Tienes algún problema?

Si, mi vida se despedaza- no, ninguno.

Cogí el citatorio y salí de dirección, recorrí el pasillo para llegar al salón hasta que choque con alguien. Y ese alguien era Layla. En cuanto me vio bajo la mirada.

- hola- hipócrita

¿Como se atreve a hablarme después de lo que me dijo? 
Las personas suelen sentirse culpables cuando una persona intenta o decide suicidarse.

Observe hacia adelante, el pasillo se encontraba completamente solo a excepción de que estábamos ella y yo, regrese mi vista a ella, la ignore y comencé a caminar. No quería hablar con ella.

Regrese al salón de clases, le mostré el sitatorio al maestro, me dejo entrar y me senté en mi lugar.

*****

Las clases terminaron, el timbre sonó y todos corrieron empujándose hacia la puerta como si hubieran estado en una celda de máxima seguridad y por fin tendrían su libertad.

- ¿a donde vas?- preguntó Liliana llegando hasta mi.

- a mi casa - respondí de lo mas normal. ¿No tenias que ir con el psicólogo? Oh cierto- quiero decir al.. -ella no debe saberlo- si iré a casa.

- muy bien, ¿hablaste con Layla?

- ¿por que tendría que hablar con ella? Ella ya no es mi amiga.

- no puedes decir eso- caminamos hacia la salida- se que Layla se equivoco al decirte todo lo que dijo pero no quiso decir eso, esta arrepentida, no sabia lo que decía y...

- ¡Eso no le da el derecho de decirme todo lo que me dijo, ni tampoco para que me tratara como me trató, su arrepentimiento no me sirve, lo hecho, hecho esta, y si tu quieres seguir siendo mi amiga por favor no me hables de ella!

- pero..

- ¡Pero nada! -respire pesadamente- Adiós - comencé a caminar rápidamente hasta alejarme lo suficiente.

Tal vez sone cruel pero Layla me demostró que no quería ser mi amiga, sus simples palabras me demostraron muchas cosas, pensó mal de mí cuando ni siquiera sabia lo que en realidad pasaba, me llamo mala amiga, tiro nuestra amistad a la basura, además estaba claro que no podía confiar en nadie mas, no iba a cambiar, mas bien no iba a intentar cambiar de nuevo, intente ser buena y me lastimaron, intente cambiar y no lo valoraron, intente sonreír y me humillaron, era claro que debía ser la misma chica que era antes de mudarme a esa ciudad.

Llegué casa, deje la mochila sobre el sofá, encendí la televisión y no había nada interesante así que la apague, espere unos minutos, cogí mi celular, las llaves, mis audífonos, dinero y salí de la casa, al salir ví a Jason quien inmediatamente se acerco a mi.

- ¡Hey!- sinvergüenza.

- ¿que?- la niña dulce que intente ser se acabo.

- ¿podemos hablar?

- ya estamos hablando- respondí de mala gana.

- si, pero hablar de nosotros.

- ¿nosotros? - reí- Nunca hubo un nosotros - nunca en mi vida fui cruel o mala, solo era.. La apartada del grupo, la que no tenia amigos, la que siempre estaba sola.

- ¿que es lo que te pasa? Tu no eras así.- tu tampoco eras así cuando te conocí.

- las personas suelen cambiar.

- que cambio tan repentino.- mira quien lo dice.

- tu no me conoces Jason, no sabes nada de mi, no sabes como realmente soy, no sabes quien soy- mis ojos se aguaron. Las personas no me conocían, nadie me conocía, nadie sabia realmente todo de mi.

Solo conocen a la chica de dieciséis años que llego a una nueva ciudad, un nuevo instituto, una nueva casa, que va al parque siempre, que tiene amigas, que se gano un reporte desde el primer día en el instituto, la chica a la que le gusta ver wwe, la que sonríe. Pero no saben nada mas de mi, no saben la realidad, no saben lo que realmente soy, no saben como es mi vida.

Revise por el hombro de Jason y ví a la pelos de elote acercándose.

- yo me voy, ya te busca tu novia.

Dio media vuelta y se giro nuevamente quedando frente a mi- ella no es mi novia.

- eso es algo que a mi ya no me interesa, tu puedes hacer con tu vida lo que quieras solo te pido que me dejes en paz, -trague en seco- y si alguna vez sentí algo por ti ya se borro, lo único que quiero es que te alejes de mi.- me gire y comencé a caminar.

Recuerdo que llegue a creer que Jason era demasiado lindo, incluso creí que si lo conocía mejor el podría ayudarme, el podría borrar mi pasado, pero me equivoque.

*****

La secretaria no estaba, cosa que se me hizo muy extraña, toque la puerta antes de entrar.

- adelante- se escucho desde adentro y entre. El psicólogo estaba sentado anotando algunas cosas y frente a el estaba una chica como de mi edad, me observo y sonrió, su sonrisa era muy grande.

- hola- movía la mano de un lado a otro como niña pequeña.

- hola- respondí fríamente.

- sientate- me indico- y podrías cerrar la puerta por favor - asentí y cerré la puerta, me acerque y me senté en unos bancos que estaban hasta atrás.

La chica se giro y siguió moviendo su mano de un lado a otro hasta que le respondí de la misma manera, se volvió a girar quedando frente a el psicólogo.

- muy bien y dime ¿que has hecho?- le pregunto a la chica.

- hice un dibujo, saque todo el dolor, pinte todo lo que tenia guardado dentro de mi con un pincel y una hoja.

- muy bien- sonrió - ¿me podrías mostrar lo que dibujaste?

La chica asintió y subió la manga de su suéter mostrándole su brazo lleno de cortadas- el pincel era un cutter y la hoja eran mis brazos.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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