Hey Quitate Enana

Capitulo 56 C y C en la misma casa

Todos salieron de los lugares en los que se encontraban y la mayoría se acerco a abrazarme, no sabía que hacer, lentamente fuí respondiendo al abrazo.

— Feliz cumpleaños —dijo Liliana y todos comenzaron a separarse.

— muchas felicidades— dijo Regina. ¿En verdad estaba cambiando? Me estaba felicitando.

Mi papa se acerco a abrazarme al principio dude en responderle, no odiaba los abrazos, pero odiaba que me felicitaran o me abrazaran en mi cumpleaños. Ya que me hacían sentir mal. Me hacían sentirme como un asco de persona.

— feliz cumpleaños — me susurro mi papa.

— g-gracias— las palabras salían dificultosamente de mi boca, aun no asimilaba lo que estaba pasando. Luego de unos segundos rompí el abrazo.— ¿que es todo esto?— era evidente que era una fiesta pero quería saber por que la habían hecho.

— bueno, tu papa me contó que no te gusta tu cumpleaños, — explicó Liliana— has sido una gran amiga y quise ayudarte a ver que nunca es tarde para celebrar y mucho menos cuando estas viva, nos pusimos de acuerdo desde hace una semana y por eso estábamos tan raros.

Baje la mirada.— no se que decir.— no encontraba las palabras correctas para agradecer, ni siquiera otro gracias podía salir de mi boca.

— no digas nada y mejor disfrutemos.

— ¡Fiesta!— grito un chico y todos lo miramos. — ¿que?—se encogió de hombros—Solo disfruten.

Reí, la musica electrónica comenzó a escucharse, algunos comenzaron a bailar, otros conversaban, mire a Camile, le pedí un segundo y asintió, cogí a Liliana del brazo y la estire hasta la cocina de la cual algunas personas entraron para llevarse los bocadillos y luego se fueron.

— no debiste— me sentía mal, Liliana había hecho eso por mi y yo no había sido la mejor de las amiga.

— ya te lo dije, eres mi amiga y sólo quiero verte feliz, no debes estar mal y mucho menos en tu cumpleaños, disfruta, además debo admitir que fue bueno que te desaparecieras un rato para que nos dieras tiempo.

— oye— fingí enojo y le di un leve codazo— gracias — al fin otro gracias salio. Sonreí y me devolvió la sonrisa— eres la mejor de las amigas— nos abrazamos — ¿Camile sabia de esto?— pregunte y nos separamos.

— no, pero estaré agradecida con ella— ambas reímos.— pero ya, a disfrutar.

— Liliana — Alan llego hasta la cocina, me miro y me dio una sonrisa — feliz cumpleaños.

— gracias — dije.

— ¿puedo robarte a Liliana unos, segundos... O mejor minutos?

— quedatela— dije riendo y ella me miro indignada y después sonrió, ambos salieron de la cocina, me gire quedando frente a la mesa y respire profundamente — tu puedes Yamileth — me dije a mi misma— tu puedes, disfruta y sonríe, sonríe verdaderamente.

— ¿te interrumpo?— me gire encontrando a Callan a un lado de la puerta de la cocina, negué y comenzó a acercarse— feliz cumpleaños.

Era extraño escuchar algo como eso salir de su boca, era extraño que dijera algo así y no un insulto.

— gracias — dije y el se acerco mas a mi quedando a unos centímetros de distancia. Me estaba poniendo completamente nerviosa— ¿me dirás por que me dijiste... Hermosa en clases? — pregunte mirándolo a los ojos.

— ¿me dirás por que me besaste?— ¿aun no lo supera?

—... No.

— entonces yo tampoco te lo diré.

Termino de acercarse hasta quedar apegado a mi, di un paso hacia atrás intentando escapar pero solo choque con la mesa, el me cogió de la cintura evitando que cayera, miro mis labios, ladeó la cabeza para tener una mejor posición, nuestras respiraciones comenzaron a chocar confundiéndose. Sus ojos solamente se enfocaban en mis labios que comenzaron a humedecerse gracias a nuestras respiraciones.

Acerco lentamente sus labios hasta los mios, dio un leve rozón, provocandome miles de emociones, un millón de sensaciones se apoderaron de mi estomago, rozó una vez mas mis labios y apareció una sensación de deseo.

Con su mano derecha comenzó a acariciar mi cabello, en un ágil movimiento me llevó hasta chocar con el refrigerador, dejo de acariciarme para sostenerse de aquel evitandome escapatoria alguna, su mano izquierda seguía en mi cintura, rozo una vez mas nuestros labios hasta que los atrapo.

Sus húmedos labios estaban sobre los mios, provocandome miles de sensaciones en ese instante, cerré los ojos dejandome llevar por el momento, sentía como si no hubiera nada ni nadie mas, como si sólo estuviéramos el y yo, como si no existiera nadie mas.

Se separo dejandome con ganas de mas y al instante volvió a unir sus labios con los míos, los unió bruscamente, el beso se convirtió en un beso salvaje. Me sostuvo fuertemente de la cintura apegandome totalmente a el, podía sentir sus latidos. Me beso como si no hubiera un mañana.

Se separo de mi, aun estando a unos pocos centímetros lo ví sonreír, intento volverse acercar a mi pero el sonido de una risa aproximándose hizo que se alejara, una chica con la cual compartía la mayoría de las clases entro, sonrió, me saludo con la mano y le devolví el gesto, cogió un vaso con refresco y salio.

No sabia si quedarme ahí esperando a que Callan violara nuevamente mis labios, o escapar, opte por la segunda y corrí saliendo de la cocina, todos se encontraban divertidos. Y yo... no me encontraba tan mal.

— ¿donde  estabas?— preguntó Camile llegando hasta mi— traes una cara que...—rapidamente la interrumpí.

— estaba en la cocina, quería un vaso con agua— me limite a decir.

— no te creo.

En ese momento comenzó a escucharse Wath the hell de Avril Lavigne — ¡Vamos a bailar!— la cogí del brazo y comenzamos a bailar sin entender el ritmo.

El sonido de la puerta apenas pudo escucharse, o al menos yo lo escuche, me acerque hasta la puerta y la abrí encontrándome con Miranda y Christian.

— hola,—sonrió—no sabia que tenias fiesta— dijo Miranda.

— no, sucedió así, yo no me esperaba esto— trate de explicar— pasen y les explico.

Ambos entraron y les explique, claro sin mencionarles mi pasado o la muerte de mi madre, los invite a que se quedaran, Christian se negó pero Miranda insistió y no le quedo otra opción mas que aceptar. Miranda a pesar de ser una niña pequeña lograba hacerme reír, me gustaba ver que una niña o niño fuera feliz y que no tuviera la misma infancia que desgraciadamente yo tuve.



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En el texto hay: humor, romance, amor

Editado: 30.09.2020

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