Hey, Rubia

Capítulo 18 | Terroncito de azúcar

AGUSTINA

AGUSTINA

Los resultados de mis análisis confirmaron que tenía anemia y comenzaron el tratamiento de inmediato. Al no comer carne, el doctor me mandó con una nutricionista para tener una dieta rica en hierro a base de vegetales junto con los medicamentos horribles que debía tomar. Alan me acompañó junto con Bella y Dylan que se comportó demasiado cariñoso con mi amiga. Me siento feliz de que ellos dos al fin se estén dando la oportunidad de ser una pareja, mis shippeos al fin dieron frutos.

Por otro lado, mi papá ya está en la ciudad y hoy nos veremos en un restaurante vegano que me sorprendió viniendo de mi papá. Un carnívoro que no renunciará a las carnes ni porque su salud dependa de ello. Voy con Alan, quien parece estar muy nervioso y no deja de pasar sus manos por sus pantalones. Cuando le dije que veríamos a mi papá mi amigo se emocionó mucho y cuando pasó por mí solo le faltaba un caballo blanco para parecerse a un príncipe. Traía chaqueta de vestir azul marino, camisa blanca, vaqueros clásicos con zapatos blancos. Por mi parte me puse un jean claro que se ajustaba a mi cintura y comenzaba a soltarse en mis caderas, una blusa negra con mangas abullonadas y zapatos blancos.

Viajamos al restaurante en el auto de Alan entre charlas y risas. Cuando llegamos note a mi amigo algo más nervioso tomando su brazo, le sonrió y lo noto algo más confiado. Dentro del local no tardé mucho en ver a mi papá que en cuanto me ve levanta su mano para saludarme.

-Papá -dije en voz alta para que él me escuchara. Voy lo más rápido que puedo intentando no toparme con nadie en el camino y estirando mis brazos rodeo a mi papá en un abrazo de oso. Hacía mucho tiempo que no veía a papá, por la universidad y su trabajo, teníamos pocos momentos para poder vernos y pasar tiempo de calidad como padre e hija. Mi padre pasa su mano alborotando mi cabello, gesto que siempre me había hecho rabiar, pero en este momento, después de pasar tanto tiempo sin vernos, no me importa que me despeine. Recordando que vengo acompañada me gire para que Al se acercara a nosotros. -Papá te presento a Alan Sullivan, mi amigo de la universidad -señaló al castaño que extiende su mano nerviosa a mi papá. El que es un hombre observador nota el anillo que es distintivo de la fraternidad Alpha Gamma Rho. Como si fuera un viejo amigo, mi padre tira de su brazo dándole un abrazo al chico que parece asustado por el gesto repentino.

-Es un gusto conocer a otro miembro de los Alpha -separándose de mi amigo sin soltar su mano la mueve un poco -Ezequiel Lemus, pero puedes llámame solamente Ezequiel el señor desde hace mucho tiempo que no me gusta escucharlo -soltando la mano de Alan nos sentamos en la mesa de cuatro y mi padre llama al camarero.

-Bienvenidos a Vegan Wraps, ¿puedo tomar su orden? -mi padre miró el menú que estaba sobre la mesa y luego miró al camarero.

-Una orden de patatas con verduras al curry ¿Qué quieres, hija? -preguntó mi padre viéndome con una sonrisa que me contagió. Recordando lo que me dijo la nutricionista, busco algo alto en hierro.

-Quiero una orden de nuggets de tofu ¿Qué pedirás Alan? -el castaño estaba viendo el menú y pasando su dedo por este escogió algo.

-Una hamburguesa de lentejas y papas con salsa de soja -nuestro camarero tomó la orden y se fue dejándonos solos.

-¿Cómo les va en la universidad? -pregunta mi progenitor que se ve como si estuviera por casa. Una camisa verde menta, pantalón de jean clásico y zapatos cómodos.

-Genial como a todos los universitarios nos torturan sin piedad para sacar lo mejor de nosotros -hablo con sinceridad toda carrera universitaria, por más que te guste siempre tiene su lado de dificultad.

-Concuerdo con Agus, pero si descontamos la tarea excesiva todo es pan comido -mi padre se ríe y apoya sus manos en la mesa dándonos una mirada.

-¿Qué estudias Alan? -el castaño se acomoda en su asiento listo para responder. Aclarando su garganta, apoyó sus manos sobre la mesa y me miró para luego hablar.

-Estoy en mi segundo año de medicina todavía no me decidí si quiero seguir la rama del deporte o ser un cirujano ortopédico en mi familia tenemos doctores de toda clase, las Navidades en casa de mis abuelos son realmente divertidas cuando se inicia una charla -mi amigo me había dicho que en su familia había desde dentistas hasta cirujanos especializados en ramas muy raras de la medicina. James no rompió con la tradición, pues algunos de sus primos tampoco eran doctores, pero en su mayoría los Sullivan pertenecían a la rama de la medicina.

-Qué interesante resultó ser el novio de mi hija -los vellos de mi nuca se erizaron y me negaba a voltear porque no quería ver a esa mujer. Mi padre miró por encima de mi cabeza y sentí la mano delicada de mi madre apoyarse en mi hombro. -Hola, Ezequiel, pasó mucho tiempo desde la última vez que nos vimos -soltando mi hombro, mi madre tomó asiento frente a mi padre y se giró a verme con una sonrisa fría.

-¿Qué quieres Raisa? -habló mi padre en un tono que solo utiliza durante los juicios. Mirando con rabia como mi madre, intentó tomar mi mano por encima de la mesa, pero me alejé de su tacto.

-Por favor Ezequiel somos adultos, no hace falta ser tan rudo, vine a hablar con Agustina -los ojos claros de esa mujer pasaron de mi papá a mí -Tienes la edad suficiente para saber la verdad -mi papá tomó mi mano apretándola y yo miré a Alan con miedo. Él me devolvió la mirada diciéndome con sus ojos que todo estaría bien, pero él no conocía a Raisa como nosotros.




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