Mi primer día de clases en Fairfax, simplemente fue una maravilla. Me recordaba mi antigua escuela, aunque esta vez sin Sadie, ni Joel. No hice ninguna amistad pero tampoco pase como una niña fantasma, pues en la clase de literatura fui el número uno. Pero todo no puede salir bien en mi vida ¿verdad?
El timbre sonó, todos agarraron sus mochilas para irse a sus casas. Yo no me quede atrás y en cuanto salgo de la escuela, siento el aire que despeina mi corta caballero y escucho que varias chicas comienzan a gritar y correr hacia una dirección. Intento ver la razón de tanto alboroto cuando veo a mi pesadilla, en su carro descapotable y su típica vestimenta negra. Movía su cabello rubio y sonreía al ver a sus fans.
Suavemente doy media vuelta e intento de caminar lo más rápido que puedo cuando una mano me lo impide.
— ¿A dónde ibas tan rápido topo?
Me giro rápido para verlo con una sonrisa bien picara, veo a los lejos a sus fans como me miran con algo de malicia. ¡Adiós reputación de niña fantasma! Le ruego a Lorenzo que me deje irme pero me arrastra hasta su auto, me sube a empujones y arranca su auto a toda velocidad.
—Gracias por buscarme a la escuela, ahora por tu culpa no me dejaran en paz— me quejo mientras Lorenzo apretaba el volante y aceleraba aún más.
—Hablas mucho topo ¡Hablas demasiado! —Me respondió con cierta burla en sus palabras—Iremos a por mi banda que quieren salir contigo.
— ¿Salir? ¿Conmigo?
Me quede impresionada y me dedique a mirar el paisaje de Fairfax, era un sitio que casi nadie conocía pero estaba lleno de bellos paisajes, sus playas eran las mejores que he visto. Lorenzo se había quedado muy callado, su perfil lo hacía verse como una persona pacífica y no un idiota. Mire su brazo y poder observar con detenimiento sus tatuajes algunos de ellas era una serpiente que estaba enroscado en todo su brazo, tenía algunas letras chinas y unos objetos bien random.
—Admite que mueres por mí
Reí sarcásticamente y lo volví a mirar.
—Ni que fueras la última coca cola del desierto.
Hizo una sonrisa de derrota y me volví acomodar en mi asiento. Decido encender el teléfono para ponerme a escuchar algo de música cuando unas de las canciones casi me dejan sorda.
— ¿Qué hago con una canción de rock? ¿Y de tu banda? —Pregunto enojada al ver el nombre de la banda y por el dolor de oído que tengo — ¡Por alguna casualidad me revisaste mi teléfono!
—Primero te lo pase por Whatsapp todas las canciones y segunda, nunca tocaría el teléfono lleno de gérmenes de topo
— ¿Whatsapp? Pero no tengo tu número.
Y me asombre, abrí los ojos como la típica descripción de Wattpad “Como platos” cuando veo su número en mi Whatsapp, además lo que más me asombra en cómo me había puesto en el contacto “Lorenzo sexy hermanastro”
—Te has vuelto loco, eso es un delito ¡Violaste mi privacidad! —Le pego en su brazo, acto seguida comienza a reírse a carcajadas.
—Debes de admitir que soy muy original, solo deja que veas como te agregue yo.
Pero no le dio tiempo a enseñármelo porque aparco bruscamente el auto al frente de un bar.
—Te das cuenta que estoy vestida con uniforme — Grite fuertemente pero Lorenzo no me hizo caso y entro de inmediato al bar. No me quedo de otra que bajarme del auto sola, con la mochila llena de libros.
Trato de seguirle los largos pasos de Lorenzo pero me es imposible con un gran peso en la espalda, cuando siento que alguien me quita un peso de la columna.
—Mejor panquesito —me habla Josh que se ve jodidamente guapo con esa camiseta blanca la cual se le nota todos sus músculos, sumándole que ese jeans negro apretado que se le marca TODO literalmente, y ese piercing de la nariz hace que realmente pierda la poca paciencia. Es que todo en él grita peligro y a la vez me seduce.
Asentí nerviosa para seguir el ritmo de los dos hombres que tenía delante. Veo a lo lejos a cuatro chicos, Lau hace una seña para que fuéramos a su mesa.
— ¡Al fin llegan! Estos chicos por poco empiezan a tomar sin ustedes —protesto Lauren como si fuera la madre de Lorenzo y Josh— Pero están bien guapos mis niños, Cam ¿No trajiste otra ropa?
Niego rápido y me doy cuenta que hay otra chica, esta es rubia, de esas chicas que a lo lejos sabes que está más que operada.
—Ella es Bárbara la novia de Jack —hablo Sam quien ya estaba sirviendo los primeros tragos, la chica me saluda con una gran sonrisa y todos alzan sus bebidas— Por la llegada de Camila y el gran éxito de Vizcaya.
Todos los chicos se dieron su primer trago de tequila, claro yo quedo afuera y me doy mi buche de refresco de limón. Josh me mira tratando de analizarme hasta que habla.
—No jodas Cam—Grito Josh brindándome un vaso de tequila mientras que yo lo negaba como buena niña que soy—¡Hoy se bebé!
—No la fuerces Josh—Me defendió Lorenzo mientras le quitaba el vaso, me dio una mala espina lo que acaba de hacer—Es una bebé topo pequeña, ella solo toma agüita y refresco. Dejemos la bebida para los adultos.
El idiota alzo su ceja y me dio una sonrisa pícara. Sabía que no iba a dejarme pisotear y menos por él, así que busque con la mirada al camarero.
—Camarero por favor, deme la bebida más fuerte que tenga
Siento que todos en la mesa celebran mi decisión y en cuanto traen mi bebida, me la tomo de un solo sorbo.
Luego de cinco vasos de cualquiera bebida que pusiera en la mesa, ya siento como el alcohol ya empieza hacer efectos en mi cuerpo y comienzo a sentir los primeros síntomas “Mareos” y ganas de “Reírme por todo”
En la silla mientras todo el local me daba vueltas, empecé a sentir la gran necesidad de ir al baño. No estaba en mis cinco sentidos así que comencé a caminar en dirección al baño mientras me aguantaba de las paredes. Al frente del baño, no defino cual es el baño de las mujeres, así que por corazonada entre a cualquiera.
— ¿Cómo orino en esto?—me pregunto buscándole una lógica al ver los orinales bastantes incomodos, ósea pegados a la pared hasta que veo unos cubículos con puerta.