Hey'carmen

Diez

Sentí un horrible escalofrío qué recorrió mi espalda. Jamás había tenido tan cerca a Lewiston, nunca había notado la intensidad de sus ojos. Su sonrisa perfecta y sus hoyuelos en sus mejillas. Creó qué estoy perdiendo la compostura.

—Bién ¿comemos Lewis?—carraspeo él se alejo y tomó su tenedor.

Su cara de goce, Dios mío si hace esa cara ahora no me imagino en la cama. hizo qué piense en cosas qué es mejor no pensar. Soy una mujer confundida claramente, sólo quiero reírme un poco  si Lewiston Felton me hace sentir bien ¿por qué no?.

Carajo te acostaste con su hermano serías una ramera.

—Carmen estás pensante lo notó por tus labios. Los apretas ligeramente cuándo piensas.—comentó sonriente.

Empecé a comer Dios mío él me observaba de manera extraña. ¿O yo lo estoy viendo de otra manera?.

—Jamás pensé qué seas  tan observador Lewis, es decir yo te observo la mayor parte del día se cuándo está molestó, triste o incluso frustrado. Cuándo muerde sus lápices es porque está frustrado, cuándo su ojo tiembla es por qué está enojado y cuándo está triste lo noto en sus gestos. No es cómo él Lewis Felton de todos los dias es cortante gruñon incluso llega a ser un idiota.

Él quedó paralizado.

—Se qué no te agradaba ahora lo note por tú sonrisa. Cuándo sonríes tus mejillas se ponen rojas, en cambio cuándo es una sonrisa fingido abres la boca cómo si fueras un cocodrilo.—intervino, haciendo cara rara.

Escupi mis fideos en su camisa.

—Carajo lo lamento.—tomé un trapo y lo limpie, —¿Estas bien?—lo observé.

Sentí qué algo quería decirme pero simplemente no se animaba.

—Quiero hablar contigo.—respondió limpiandose la boca.

Trague saliva y deje mi plato en él lavado. Lewis se puso atrás de mi podía sentir su respiración en mi cuello.

—Dime siento qué quieres hablarme desde hace semanas. Me siento demasiado estúpida, ¿Qué quieres decirme?... Sólo dilo.—hablé rápido él se cruzó de brazos y suspiro.

—Carmen quiero... Mierda es tan complicado. Jamás me había puesto tan nervioso con una mujer.

Alzó una ceja y tomé la botella de vino. Tomé tres tragos de golpe.

—Lewis dilo. Pero primero escúchame... Lamento lo qué ocurrió con tú hermano, Dios mío soy una zorra. Me siento así perdón.—contesté pasando mis manos en mi cara.

Lewis tomó la botella de vino y tomó todo. Estaba nervioso sus mejillas se enrojecio y apretó la mandíbula.

—Charles es mi hermano y lo quiero claramente. No te juzgó no eres la primer mujer con la qué sale... Lo qué realmente me molestó es otra cosa.

Sentí su mano en mi hombro ésto se estaba poniendo tensó. Demasiado tensó. Trabajé por años con éste hombre y jamás lo ví así.

—¿Qué te molesto?—pregunté tomando una botella de whisky.

Servi en mi vaso y tomé.


—Estoy enamorado de ti.

Tomé la botella de whisky y tomé de golpe. Sentí un horrible ardor.

—¡Mierda!—grité

Lewis se acercó a mis labios.


—Carmen... Estoy enamorado de ti responde por favor.

Carajo soy un puto caos.


 



#21809 en Otros
#3322 en Humor
#8516 en Joven Adulto

En el texto hay: humor romence jefe

Editado: 05.03.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.