Capítulo XII - Esto tampoco es lo que parece

Nos encontrábamos en clases de física, solo que esta vez todo transcurría con normalidad… Desde aquel encuentro la señorita Linares ha recapacitado y ahora sí actúa como una profesora. Nada de suspensiones, ni humillaciones, ni ofensas, acosos o exámenes mal evaluados. Al terminar la clase la señorita Linares me pide que me acerque a su escritorio.

-Señorita More, ya he vuelto a corregir sus exámenes y he publicado las notas en el sistema con la entrega de lapso – No me miraba a los ojos mientras hablaba, pero su tono era profesional. Sé que por dentro se carcomía de impotencia – Corrobore las notas.

-Las corroboraré, tomé fotos a todos mis exámenes desde que me los entregó por primera vez – Había una advertencia en mi voz.

-Ya se lo dije – Esta vez me miró a los ojos – Los corregí nuevamente.

-Está bien – sonreí abiertamente – le agradezco, profesora – Luego de eso salí del aula.

-¿Qué fue todo eso? – Leon me estaba esperando apoyado en los casilleros del frente, con sus brazos cruzados y una de sus cejas arqueadas.

-Hubo un error cuando la señorita Linares corrigió mis pruebas, me colocó las notas de otra persona – sonreí para restarle importancia - ¿Cuándo será el primer partido? – Cambié de tema mientras emprendíamos nuestra marcha hasta la salida.

-Aun no lo sé – Me miró sonriente – ¿Vendrás a verme?

-¡Por supuesto! – Lo miré como si el simple hecho de preguntarlo fuera ridículo – Solo dime cuándo y dónde, yo estaré apoyándote – Le devolví la sonrisa.

 Caminamos en un silencio bastante cómodo hasta la camioneta de
Leon, una vez adentro comencé a revisar mi celular y a hacer llamadas para confirmar algunas reservaciones como el servicio de comida y el lugar donde se realizaría el evento. Leon simplemente me miraba curioso y cuando al fin colgué la última llamada se dignó a preguntar.

-¿Por qué parece que estás organizando una boda? – Me miró curioso.

-Peor – suspiré cansada – Estoy organizando la fiesta de cumpleaños de Karen… Entre sus padres y yo estamos haciendo lo que podemos en tan corto tiempo.

-¿Cuándo es su cumpleaños? – Frunció el ceño como si algo lo inquietara.

-El próximo mes – Al escucharme comenzó a reír.

-¿Acaso están organizando un quince años? ¡Un mes es suficiente para organizar la fiesta de un adulto!

-Quizás, pero tú no conoces el historial de la familia de Karen – reí mientras recordaba el berenjenal que tenia Karen de familia – Cuando los veas en la fiesta te darás cuenta de qué me refiero… Además, solo será el inicio de la tarde, en la noche le tengo preparado algo más intimo con nosotros.

-¿No pueden contratar un organizador de fiestas?

-Podríamos… Pero, siento que de esta forma cada detalle tendrá más valor y Karen se sentirá querida al saber que las personas que ama se esforzaron así por ella.

-Eres demasiado linda – Mi corazón se detuvo y voltee a mirarlo. Aunque estaba mirando al frente, a la carretera, su sonrisa era algo tierna.

-Gracias – no sabía qué responder… Es decir, bien pude decirle que lo sabía cómo haría en una situación normal si fuera cualquier otro chico, pero esta vez el que me lo dijera Leon me hizo sentir diferente – ¿Fue un cumplido, verdad?

-Por supuesto que lo fue – comenzó a reír en voz alta. La risa de Leon me traía calma, me hacía sentir bien y feliz, incluso me divertía – Esperaba tu típica respuesta egocéntrica de “lo sé, gracias”.

-Yo también la esperaba… - soné algo pensativa.

-¿Qué sucede? – Me miró por un momento para luego volver a poner su atención en la carretera.

-No es nada – Le resté importancia con un gesto de mi manos – Hace tiempo que no entrenábamos juntos en el bosque – Comenté al tiempo que Leon estacionaba a orillas de una hilera de árboles.

-Eso es porque llevas casi un mes esquivándome deliberadamente y diciéndole a Támara que te entrene – Me encogí apenada sabiendo que tenía razón – Supongo que de verdad estabas muy molesta por todo lo que había pasado.

-Lo lamento – lo decía sinceramente – fue infantil.