Hidden World: Secretos entre las sombras.

Capítulo 15: Dalton Constantinedcu

CHRISTIAN.

Escuche pasos apresurados y no solo eso, aromas familiares. Me aleje de Danna quien me miro confundida, aun seguía sentada en la roca, su respiración estaba igual de acelerada que la mía, su piel estaba tibia y sus brazos sobre mis hombros.

Nunca espere que esto llegara pasar con ella.

— ¿Qué sucede, Christian?

Los pasos fueron cada vez más cerca.

—Alguien viene…— dije sin pensarlo.

Me aparte de ella y vi su rostro, me miraba con su ceño fruncido y con una ceja alzada. Iba a decir algo cuando un Hank, una Filis y un Luca aparecieron en la cueva, acompañados de varios cazadores y del hombre que estaba con nosotros antes de caer al rio, ya estaba lo suficientemente apartado de Danna. Sabía que ella no le gustaría que nos vieran tan juntos, era de las que no le gustaba que la relacionaran amorosa y amistosamente con alguien, y sabía disimular muy bien sus sentimientos.

— ¿Están bien?— pregunto Luca acercándose a Danna y ella asintió.

— ¿Estás bien, Christian?— me pregunto Filis mirándome de pies a cabeza.

—Lo estoy, Filis— dije y note como suspiro—. ¿Cómo llegaron hasta aquí?

—Es una larga historia— miro al hombre que participo en mi rescate con Danna—. Aunque no creo que tan larga.

—Debemos irnos antes de que vengan más licántropos— dijo Hank en tono frio—. Ya los hemos encontrado.

Todos asintieron y Danna me miro con más detenimiento.

Gândul Tâu. Pensé para saber que estaba pensando pero una fuerte punzada de dolor en mi cabeza me hizo gritar. Coloque mis manos en mi cabeza y caí de rodillas. Alcance a ver como Filis, Danna y Luca se acercaban a mí. Mi vista se nublo y cerré con fuerza mis ojos. Escuchaba las voces de cada uno pero cada que intentaba abrir los ojos veía todo borroso por la claridad.

Pero no entiendo que claridad veía porque sabía que el cielo estaba nublado porque acababa de llover y en la cueva no habia tanta iluminación.

— ¿Qué vas a hacer Anna?— escuche la voz de Luca y en ese momento sentí un piquete en mi brazo.

—Esto lo calmara…

Fue lo último que escuche.

***

Te voy a esperar…
Pronto estaremos juntos de nuevo…
Seré paciente…
Sé paciente…
Sabes que eres todo para mí…
Te amo.

Abrí mis ojos justo cuando vi a Amelia caer por un risco con una sonrisa en sus lindos labios, con su cabello castaño y largo suelto, moviéndose al ritmo del frio viento y con un vestido de finas tiras blanco.

¿Por qué seguía soñando con Amelia? Estaba muerta y por más que eso me doliera tenía que reconocerlo. Su muerte habia sido hace más de un mes y el dolor era el mismo que sentí cuando Danna me lo dijo sin ser lo más delicada posible para darme la noticia.

Danna… ahora ella estaba cada vez más en mi cabeza. No quiero alejarme de ella, soy como un bumerang, cada que quiero alejarme de ella vuelvo y con más necesidad.

Sé que lo que siento por Danna no es igual a lo que sigo sintiendo por Amelia, porque dudo que me vuelva a enamorar tanto de alguien, Amelia no dejara mi cabeza nunca, hay muchos recuerdos que no pienso dejar ir.

Me senté y mire a todas las direcciones, estaba en mi habitación en la Cueva, sonreí al notar que esta vez sí estaba vestido, la mayor parte de las veces que me despertaba aquí siempre estaba desnudo.

Sali de la habitación y camine por los pasillos hasta llegar a la gran sala, uno de los nuevos chicos me dijo que me estaban esperando en la galería y me dirigí allí.

Todo estaba como lo recordaba. Ya me haba familiarizado con el lugar.

— ¿Por qué no nos esperaste?— escuche como Luca le preguntaba a Danna.

—Porque ustedes estaban muy débiles…

— ¿Y tú no?— dijo Luca—. Dormiste más que nosotros, Danna…

—Se te olvida que no soy una de tus estudiantes y que soy una Destripadora, mi metabolismo es diferente. Pero ese no es el caso, ¿Qué piensas hacer ahora?

—No lo sé— dijo él—. Christian puede ser peligroso para nosotros…

— ¿Por qué piensas eso?

— ¿No recuerdas que Filis me dijo lo que estuvo haciendo con él? Él es un licántropo, Danna.

—No lo es— dijo Danna con decisión—. ¿Sientes su aroma, Hank?

Hubo un silencio prolongado y luego un golpe en la mesa.

—Sé perfectamente que no es un licántropo— dijo Danna—. Pero debemos saber por qué lo quieren.

—Pero puede ser muy peligroso, debe irse por el bien de todos. — le respondió Luca.

Entre llamando la atención de todos. Hank estaba en una silla contra la pared, de brazos cruzados, Filis sentada a la derecha de Luca en la mesa y a su lado estaba el hombre que nos ayudó a escapar y Danna estaba frente a Luca, sentada en la cabecera de la mesa.

—Christian…— dijo Luca sorprendido—. ¿Hace cuánto estas ahí?

—Tranquilo, lo escuche todo— me encogí de hombros y me senté frente a Filis—. No hay problema si debo irme.

—No— Danna se levantó provocando que la silla cayera—. ¿Por qué tiene que irse? Somos cazadores, nuestro deber es proteger a los humanos…

—No importa Danna— le interrumpí—, después de todo, ya no soy un simple humano.

— ¿Qué quieres decir?— dijo ella.

—Lo que Luca te trato de decir es verdad, incluso te pudiste dar cuenta en la cueva— dije y ella abrió levemente los ojos, gesto que solo note yo—. Sentí cuando todos venían a nosotros, supe quiénes eran. Sé con exactitud cuántos licántropos estuvieron con nosotros antes de caer al rio…

— ¿Recuerdas que te hicieron?— pregunto Luca—. Danna y Jowell nos dijeron el estado en que estabas y lo que hicieron para escapar.

Así que ese es su nombre.

—Lastimosamente no, solo recuerdo el dolor.

—Christian…— intervino Filis apoyando sus brazos en la mesa—. ¿Esta vez si te irías conmigo?

— ¿Cómo así…?— Danna me miro con frialdad.

—Todo depende de lo que quiera Luca, Filis— respondí—. Todo lo que tenga que hacer para protegerlos.

Danna le dio un golpe a la mesa y salió por la puerta que daba al techo. Hank la vio irse pero no se movió de su lugar. Sí que sabían disimular.




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