Tres días más tarde, salí por la puerta principal del castillo, entrando al área de Azuchi donde se alojaban los vasallos.
(...Es como una vuelta a la esquina.)
Después de un día muy ocupado, tuve un último encargo- entregar un paquete. Era algo para Hideyoshi, y me ofrecí a llevárselo yo misma. Gracias a nuestros paseos, tuve una mejor idea de cómo estaba la ciudad del castillo.
(¡Nada como ser capaz de encontrar tu propio camino a través de un nuevo pueblo!)
Esa capacidad liberadora no fue la única razón por la que estaba de buen humor.
(No he visto a Hideyoshi desde que me dió el kimono.)
Tenía muchas ganas de volver a verlo. Y me encontré apresurándome.
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Saludé a las doncellas de Hideyoshi, y me llevaron a su habitación.
MC- Hideyoshi, soy yo, MC.
Abracé el paquete más de cerca, pensando que podría escuchar voces adentro.
Masamune- Bienvenida, MC. Siéntete como en tu casa.
(¿En casa de quién? Porque tú no eres Hideyoshi.)
Por la forma señorial en que hablaba Masamune, me preguntaba si era él o yo quien estaba confundido sobre de quién era esta residencia. Sobre el alto hombro de Masamune, vi a Hideyoshi acercarse con un exasperado suspiro.
Hideyoshi- Masamune, sólo porque trates esto como si fuera tu casa, no significa que lo sea.
Mitsunari- Bienvenida, MC. Lord Hideyoshi y yo estamos felices de verte.
Ieyasu- ... yo también estoy aquí. Aunque no me alegro de ver a nadie.
MC- Wow, no tenía ni idea de que estarían todos aquí.
Ieyasu y Mitsunari estaban sentados uno enfrente del otro en el escritorio de Hideyoshi, con utensilios de escritura junto a ellos.
Hideyoshi- Oh, mi paquete. Gracias. Siéntate y recupera el aliento.
MC- Gracias.
Encontré un lugar vacío cerca del escritorio. Hideyoshi y Masamune se volvieron a sentar, a cada lado de mí. Cuando volvieron al trabajo, aproveché la oportunidad para echar un vistazo a la habitación de Hideyoshi.
(Se veía ordenado, pero las flores y la peculiaridad lo hacian cálido y acogedor. Él sería un buen decorador.)
Había un amuleto colgando en el rincón, llevaba los caracteres de altruismo.
Hideyoshi- ¿Tan interesante es mi habitación?
MC- Lo es. Es confortable. ¿Es por eso que todos se reúnen aquí?
Hideyoshi- Esta es la única forma en que puedo asegurarme de que todo el mundo está trabajando. Nos estamos preparando para la guerra.
Mitsunari estaba escribiendo cálculos. Me di cuenta de que los números que estaba discutiendo con Ieyasu se referían a las tropas.
(Se acabaron los días en que caminaba junto a mis amigos cantando sobre el último lanzamiento de un juego. Este es el período de los estados en conflicto. Y estamos a punto de ir a la guerra.)
Hideyoshi- ¿Pasa algo malo?
Agité la cabeza. No podría explicarles mi vida moderna aunque lo intentara.
(Quítatelo de encima, MC. Además, todos estamos aquí para trabajar.)
En ese momento, le di a Hideyoshi su paquete.
Hideyoshi- Gracias.
Hideyoshi abrió el contenedor de bambú que había dentro, sacando un gran pergamino.
Masamune- ¿Qué tienes ahí?
Hideyoshi- Es un registro de la batalla en Tedorigawa, la última vez que Lord Nobunaga peleó con el clan Uesagi. Kenshin está muerto, pero los Uesagi todavía controlan Echigo. Pensé que Ieyasu y Mitsunari encontrarían útiles estos registros.
Mitsunari- Estoy agradecido, Lord Hideyoshi. Les echaré un vistazo con mucho gusto.
Hideyoshi- Por eso los compré para ti.
Mitsunari despejó espacio en el escritorio antes de desenrollar cuidadosamente el pergamino en la sección de inicio. Sacó un par de gafas y se las puso. Entonces comenzó a leer. Su expresión se volvió robótica.
(Parece un androide en un programa de ciencia ficción. Un androide muy bonito.)
Sus ojos trazaron el pergamino línea por línea como un escáner.
Ieyasu- ¿Supongo que la discusión ha terminado?
Hideyoshi- Eso parece. Prepararé un poco de té.
MC- ¿La discusión se terminó? No lo entiendo.
Masamune- Nunca habías visto esto, ¿verdad? Intenta tirar de la traba de Mitsunari. La que siempre se levanta.
MC- ¿Por qué haría eso?
Ieyasu- Yo lo haré. Ayuda a desahogarse un poco.
(...chicos.)
Ieyasu agarró la traba de Mitsunari y tiró. Mitsunari se inclinó en la dirección que Ieyasu tiró, pero se quedó tranquilo.
(¿En serio? ¿No hubo reacción?)
Ieyasu- ¿Necesitas que vuelva a demostrarlo? Porque lo haré.
Masamune- ¿Ves, jovencita? Una vez que Mitsunari empieza, podría no estar aquí.
MC- ¡Esa es una habilidad impresionante!
Hideyoshi- Yo también lo creo. Pero el problema es que se olvida de salir a tomar aire.
Hideyoshi sonrió, hablando de Mitsunari como si fuera un miembro de su familia. Preparó té para todos nosotros, poniendo resignadamente la taza de Mitsunari a un lado.
Masamune- Si estás sirviendo té, déjame sacar los bocadillos que hice.
Hideyoshi- Gracias de nuevo por traer siempre algunos.
(¿Espera, Masamune hizo bocadillos? Él no me parece ese tipo de persona.)
Masamune puso a disposición una serie de dulces de aspecto profesional en el área libre del escritorio.
MC- ¿El clan Date lleva una pastelería? Masamune, ¡están increíbles!
Masamune- No. Sólo soy yo. Pero son tan buenos como lo que encontraras en cualquier tienda, te lo garantizo.