Hideyoshi- Dejando a un de lado tus chistes groseros, Mitsuhide, necesito saber...
Hideyoshi dio un amenazador paso hacia delante. Sus ojos intensos chocaron contra esa implacable sonrisa de bufón.
Hideyoshi- ¿Dónde has estado todo este tiempo?
Mitsuhide- Bueno, si tiene que saber... Regresé a Tanba. No está bien pasar tanto tiempo fuera de casa, ¿no crees? Como resultado de mi partida, hice un compañero de viaje con este hombre virtuoso. Después de aprender tanta sabiduría de él, tuve que traerlo conmigo y presentarle a Lord Nobunaga.
Monje- Estoy honrado por sus palabras.
La expresión del monje se transformó en una sonrisa educada.
(Tengo que decir, hombre de virtud es una alabanza cuestionable viniendo de Mitsuhide.)
Hideyoshi- Conociéndote, puedo confiar en la mitad de esa historia. ¿Y qué? ¿Vuelves caminando descaradamente mientras aún estás bajo sospecha?.
(No ha habido nuevas pruebas que relacionen a Mitsuhide con el incidente de la aguja venenosa. O para exonerarlo.)
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Ieyasu- El tipo que envió el Haori envenenado ya se ha escondido. Pero está el tema de dónde vino. Lo rastreamos hasta Tanba, el feudo de Mitsuhide.
Mitsuhide- ...no sabía nada acerca de eso.
Hideyoshi- ¿Puedes jurar eso?
Mitsuhide- ...ha sido tan fácil satisfacerte. Sólo porque no sé nada no significa que mis subordinados no estén tramando algo.
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Hideyoshi parecía como si la ira que había guardado ese día saliera del éxtasis, perfectamente preservada.
Mitsuhide- ¿Por qué, Hideyoshi, estás preocupado por mí? Eso es tan conmovedor, estoy temblando de emoción.
Hideyoshi- Esa sonrisa burlona tuya me da escalofríos.
Monje- Akechi, ¿tal vez debería irme? Siento que mi presencia está causando discordia.
Mitsuhide- En absoluto, Maestro Shichiri. Esto se debe a mi propio comportamiento grosero. Permíteme acompañarte a la posada.
Shichiri- Gracias. Te lo agradezco.
Shichiri, como le había llamado Mitsuhide, sonrió con simpatía.
Mitsuhide- Debo irme ahora. MC? Tienes un hermano muy digno de confianza. Aprovecha eso y asegúrate de que te proteja bien.
MC- No me aprovecho de la gente. Y puedo protegerme por mi cuenta.
Hideyoshi- No tendrás que hacerlo. Siempre te cuidaré.
(Realmente confío en mí, así que ¿por qué me hace sentir tan bien oír eso?)
A pesar de mi protesta interna, la idea de que un hombre fuerte y guapo me protegiera podría haber dejado mi corazón acelerado. Un poco.
Mitsuhide- De madre gallina a hermano gallina. Y sólo miren cómo se llevan bien ustedes dos. Debo marcharme. Adiós.
Hideyoshi- Mitsuhide, aún no he terminado contigo.
Mitsuhide- Pero yo si he terminado contigo.
Con esa fría réplica, Mitsuhide se fue. Hideyoshi le siguió con sus ojos mientras Mitsuhide y Shichiri volvían a la ciudad.
Hideyoshi- ¿Por qué no puedo atraparlo? Es como si ni siquiera le importara limpiar su nombre.
MC- Ese ciertamente parece ser el caso.
Hideyoshi- Mitsuhide siempre hace esto. Nunca se sabe lo que está pensando detrás de esa sonrisa. Algún día, tendrá que dejar clara su lealtad.
(¿De qué lado quieres que esté, Hideyoshi?)
Hideyoshi se giró hacia el castillo y volvió a caminar. Aunque no miró hacia atrás, la tensión en sus pasos me dijo que Mitsuhide todavía le preocupaba.
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A la mañana siguiente, me dirigía a encontrarme con Sodoko para tomar el té en la ciudad cuando vi a alguien junto a las puertas del castillo.
(Ese es el monje que Mitsuhide trajo con él, Shichiri. ¿Y está fisgoneando o Mitsuhide me está volviendo paranoica?)
Cualquiera que fuera su intención, miraba las paredes del castillo con curiosidad.
(Mitsuhide dijo que era un hombre virtuoso. Además, es un monje. Démosle el beneficio de la duda. El castillo está bajo mi cuidado, y si tiene curiosidad, tengo tiempo para contestar algunas preguntas.)
Cuando me acerqué, se volvió hacia mí.
MC- Hola. Shichiri, ¿verdad?
Shichiri- Sí así es. Te recuerdo de ayer, MC
MC- Curioso. No recuerdo haberme presentado.
Shichiri- He oído tu nombre por ahí. Después de todo, eres la favorita de Nobunaga Oda.
(Todo el trabajo duro que hice, y los rumores todavía me arrastran a la chica juguete de Nobunaga)
MC- Compartimos un puñado de dulces. Eso es todo. Ahora, me preguntaba si tú...
Shichiri- Ya veo. Si Nobunaga Oda hizo eso, entonces ustedes dos deben tener una verdadera relación cercana.
(... eso es raro.)
Cada vez que Shichiri decía el nombre de Nobunaga, hacía una pausa, como si el nombre fuera amargo en su lengua. Siempre había pronunciado todo su nombre. Como un conjuro.
(Suena obsesionado, si yo fuera Hideyoshi, este es definitivamente el punto en el que empezaría a sospechar.)
Shichiri- Me gustaría oír más historias entretenidas sobre Nobunaga Oda. ¿Le importaría acompañarme? Tengo una habitación en la posada.