Hombre de negro- Nobunaga, ¡prepárate!
Uno de nuestros atacantes se acercó directo a nosotros, espada lista para atacar.
MC- Nobunaga, ¡en frente!
Nobunaga se giró. Me hice lo más pequeña posible. Pero estaba justo encima de nosotros.
(¡No vamos a lograrlo!)
Vi el odio en los ojos rojos del hombre. Estaba cerca. Más cerca. Mi mente quedó en blanco.
???- ¡Cuida tu propia vida, cobarde!
La llamada resonó por el bosque. Nuestro atacante torció su cuerpo para ver quién era.
Hombre de negro- ¡Gh!
Hubo un brillante destello de metal. El hombre cayó de su caballo. Golpeó la tierra con un fuerte ruido sordo. Detrás de él, vi a un familiar haori rojo revoloteando como una bandera. Una larga espada de acero brillante.
Hideyoshi- ¡Con tus tácticas sucias de perro, ni siquiera eres digno de enfrentarte a Lord Nobunaga!
(¡Hideyoshi!)
Miró al asaltante, la ira rugiendo en sus ojos de oro fundido.
Hideyoshi- ¡Lord Nobunaga, quédese atrás con MC!
Nobunaga- Bien. Te lo dejo a ti.
Hideyoshi- Entendido.
Con esa respuesta de una sola palabra, Hideyoshi cargó contra el resto de los atacantes.
Hideyoshi- ¡Hombres, conmigo!
Vasallos- ¡Sí!
(¡Las fuerzas de Hideyoshi son tres a uno!)
Espada en mano, Hideyoshi cabalgó hasta el centro de la pelea.
MC- ¡Hazle volver, Nobunaga! ¡Hay demasiados!
Nobunaga- Sólo observa.
(¿Es en serio?)
Entrecerré los ojos a través de la densa nube de polvo que nos rodeaba...
(¡Ellos realmente lo están haciendo!)
La guardia de Nobunaga se había lanzado en picado y llegó por todos lados, rompiendo la formación enemiga. Se reagruparon en un estrecho círculo alrededor de Nobunaga y de mí, protegiéndonos como una pared.
(Aun nos superan en número, pero nuestra posición parecía mucho más estable ahora.)
Vi los ojos de Hideyoshi, afilados e implacables, mientras miraba a nuestros atacantes.
Hideyoshi- Quienquiera que te haya enviado aquí para morir, ha subestimado enormemente a mi lord. Pronto estarás en el suelo rogando su perdón.
Enemigo 1- ¡Cállate!
Enemigo 2- ¡Dispérsense! ¡Sólo necesitamos matar a Nobunaga!
Hideyoshi- ¡Deja de soñar! Nunca te acercarás.
Enemigo 2- Argh!
Hideyoshi no dudó en derribar al primer hombre que se acercase, enviándolo al suelo.
(Él es poderoso...)
Hideyoshi luchó con una brutalidad áspera que ocultaba su calidez habitual. Pero el enemigo estaba lejos de ser intimidado.
Enemigo 3- ¡No tengan miedo! Recuerden, ¡aún los superamos en número!
El hombre reunió a sus aliados. Varios de ellos se acercaron para atacar. Esta vez, su objetivo era Hideyoshi.
MC- Hideyoshi, ¡cuidado!
Nobunaga- Hideyoshi, ¡vuelve de inmediato!
Hideyoshi- ¡No hay necesidad, mi lord!
(¿Qué...?)
Los tres se balancearon a la vez. Pero Hideyoshi bloqueó los tres golpes con un solo arco de su espada. Un cuarto hombre apareció, con su espada en el aire...
Enemigo 4- ¡Estás acabado!
MC- Hideyoshi! A tu derecha...
Grité una advertencia mientras el hombre se alzaba en alto.
Hideyoshi- ¡Ni siquiera he empezado!
Los ojos de Hideyoshi estaban fijos en sus tres oponentes. Bloqueó la espada del cuarto hombre, usando su brazo desnudo. Jadeé horrorizada mientras la espada se clavaba en su carne. Hideyoshi solo se sacudió el arma y golpeó duramente al hombre en las tripas.
Enemigo 4- Gha...
La espada manchada de sangre cayó con un ruido metálico cuando el hombre cayó sobre su caballo. Miré fijamente a Hideyoshi, su brazo lleno de sangre carmesí.
(¡No puedo creer que haya hecho eso!)
Estuvo a punto de perder su brazo. Pero Hideyoshi ni siquiera se había estremecido.
Enemigo 1- ¿Está loco...?
Enemigo 2- ¿E-él lo bloqueó con su brazo?
Hideyoshi- Un brazo no es nada comparado con la vida de mi lord. La única forma de pasar por encima de mí es matándome. ¿Están el resto de ustedes listos para morir?
Los tres hombres que se enfrentaban a Hideyoshi dudaron. En el momento en que lo hicieron, Hideyoshi se balanceó con una poderosa fuerza. Ese único golpe les hizo volar sus caballos. Cayeron al suelo, levantando una nube de polvo.
(Él es más poderoso que grácil. ¿Ahora son peleas de Hideyoshi?)
Mientras más se precipitaban, Hideyoshi se mantuvo firme, sin dejar que un solo enemigo pasase junto a él. Con el enemigo enfocado en Hideyoshi, los otros guardias Oda pudieron cambiar la situación.
Hideyoshi- ¡Ataques furtivos y disparar flechas a Lord Nobunaga! ¡Mereces algo peor que la muerte por tu cobardía!
Enemigo 1- ¡Retirada! ¡Váyanse de aquí!
Con un grito de temor, el enemigo intentó huir.
Hideyoshi- ¡Tras ellos! ¡No dejen que nadie escape!
Vasallos- ¡Sí, mi lord!
(¿Cómo es que todavía es capaz de luchar con ese brazo?)
Blandiendo su espada como si la herida no estuviera allí, Hideyoshi persiguió a los atacantes que huían. Él y los guardias pronto capturaron a todos los hombres vestidos de negro.
Nobunaga- ¿Qué te dije? Ni siquiera tengo la oportunidad de usar mi espada cuando Hideyoshi está cerca.
Nobunaga se rio entre dientes, se encogió de hombros, y envainó su arma.
(¿De verdad se terminó?)
Fue la primera batalla verdadera que experimenté en el periodo Sengoku. Y justo ahora, cuando se acabó, mis instintos entraron en acción. Había heridos por todas partes. Me di cuenta de lo que necesitaba hacer.