Partimos de la fortaleza de Kenshin y Shingen y comenzamos el viaje de regreso a Nobunaga y al campamento principal de Oda. Monte con Hideyoshi. Mantuvo un brazo envuelto de forma segura alrededor de mi durante todo el viaje.
(Parece que ahora habla en serio)
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
MC- Todavia quiero saber como recibiste mi carta.
HIDEYOSHI- ...Te lo dire cuando estemos a solas. Y si todo esta bien contigo, vamos a hacer mucho mas que hablar.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Mis labios aun ardían con el recuerdo de su toque.
MC- Hideyoshi, sobre antes...
HIDEYOSHI- Hablaremos mas adelante, estas cansada, ¿no? Descansa un poco. Estaré aquí.
MC- Podria usar el resto.
(¡Jamas ignoraría esa invitación a dormir en tus brazos!)
El suave balanceo del caballo me arrullo. Deje de luchar contra mi agotamiento. El sol se estaba poniendo y el aire se estaba enfriando, pero me senti caliente contra Hideyoshi.
(He vuelto. Me quedo)
El sueño llego mas fácilmente de lo que habia imaginado. Apoyando mi cabeza contra su robusto pecho, me resbale en un sueño sin sueños.
--------------------------------------------------------------------------------------------------------
Esa noche...
HIDEYOSHI- Ya veo. Entonces, Kenshin estaba detrás de Sasuke, y te dejaste llevar por el.
Hideyoshi y su ejercito se detuvieron para hacer campamento poco después de que me hubiera quedado dormida. Todavía estábamos a un dia de Nobunaga. Me habia despertado en un delgado roolo de cama en la tienda de Hideyoshi, y nos estábamos poniendo al dia con las cosas que nos habían sucedido a cada uno de nosotros.
HIDEYOSHI- Ahora. ¿Recuerdas que te dije que cuidaras el castillo mientras yo no estaba?
MC- Estas enojado, pero debes saber que deje instrucciones muy detalladas a Kinu y a los demás antes de irme. Técnicamente, el castillo ESTA bien cuidado.
HIDEYOSHI- Lo se. Y tenias tus razones para irte. Lei tu carta... La lei cien veces. Era difícil de creer al principio. Pero incluso eso era mas fácil que escuchar que habias sido secuestrada por Kenshin.
MC- Evitando la palabra "s", solo dire gracias por preocuparte por mi.
No se necesito una explicación de Hideyoshi para darse cuenta de que fue Mitsuhide quien se aseguro de que mi carta le llegara.
(En retrospectiva, fue un momento de preguntas principales. Todavía estoy impresionado de que arreglo eso desde su celda... Estaba preocupado por nosotros, ¿no? Preocupado por a donde iba y como Hideyoshi tomaría la noticia de que me iba. Las fuerzas Oda son como una familia de la que estoy orgulloso de ser parte)
Nuestras manos se habían buscado durante la conversación y ahora estaban juntas. Nos sentamos de rodillas.
HIDEYOSHI- He estado guardando un regaño para ti desde que recibi tu carta.
MC- Pense que podrías hacerlo.
A pesar de la amenaza implícita, ambos estábamos sonriendo. Bueno, la suya era mas una mueca preocupada, pero senti la sonrisa debajo.
(Esta vieja rutina es comoda. Y tal vez necesitamos eso ahora mismo)
MC- Por supuesto, regaña. Yo soy la imagen misma de la contradicción.
HIDEYOSHI- Muy bien. Comenzare con el mayor primero.
Senti un resplandor feliz en el interior cuando Hideyoshi paso de ser un señor de la guerra sexy y endurecido por la batalla a besar ese castellan con el ceño fruncido.
HIDEYOSHI- ¡Te topaste en medio de una batalla, con caballos y soldados armados por todas partes! ¡¿Qué en los ocho infiernos estabas pensando?!
MC- ¡Fue una pelea sucia y una trampa para ti y que tuve que advertirte!
HIDEYOSHI- ¿Por qué te arriesgarías asi?
MC- Porque fuiste tu. Sabia que era un riesgo. He estado prestando atención. Quería encontrarte antes de que comenzara la batalla. Lo intente, pero no lo logre. Sin embargo, lamento preocuparte.
HIDEYOSHI- No te disculpes...
La voz de Hideyoshi se quebró. Sus robustos brazos se envolvieron alrededor de mi, tirando de mi con fuerza contra el. Apoye mi cabeza contra su pecho, escuchando su corazón latiendo con fuerza.
HIDEYOSHI- Cuando te vi en el campo de batalla, vi mi propia vida destellar ante mis ojos. Porque si algo te hubiera pasado... Te lo ruego, nunca vuelvas a hacer nada tan peligroso.
(¿No crees que siento lo mismo acerca de que algo te suceda, Hideyoshi?)
Ese horrible pensamiento me pico los ojos. Su voz detenida no me hacia sentarme mas facir para contener las lagrimas.
MC- Hideyoshi, ¡tengo algunos regaños que hacer yo mismo! ¿Recuerdas cuando ese imbécil nos disparo? ¡Te pones en el camino! ¡Por un momento horrible, pensé que podría sentir que caias sin vida del caballo a mis pies! ¡Y estoy loco por eso!
HIDEYOSHI- Err...
Le frunci el ceño.
MC- Tengo una lección para ti, Hideyoshi: Tirar tu vida por mi bien no es protegerme.
HIDEYOSHI- MC...
Sostuve su hermoso rostro en mis manos. Sus manos, grandes y firmes, encajan perfectamente sobre las mias. Nuestros pulsos latian en el tiempo donde nos tocábamos, el calor zumbaba entre nosotros como una suave corriente eléctrica.
(Puedo abrazarte ahora porque estas vivo. Puedo sentir lo calido que eres porque estas vivo. En otro tiempo, en otro lugar, tal vez podría dar eso por sentado. Pero aquí no. Ahora no. Aquí, es un milagro)
Te habia encontrado, 500 años en el pasado, en este mundo donde la vida es tan frágil. Y solo podemos sentarnos asi, mirándonos a los ojos, porque contra todo pronostico, los dos estamos vivos en este momento.