Desde ese día que me topé con aquel hombre, desde ese día siento que me persigue, me está volviendo loca. A donde voy siento su presencia, siento constantemente su mirada puesta en mi, pero cuando volteo desaparece ya no está como un fantasma. Podrán llamarme loca, pero estoy segura de que me persigue, como un lobo a su presa, no descansará hasta obtener lo que quiera de mí y cada vez estoy más convencida que aquel día que nos topamos no fue una casualidad.