Me levanté más temprano de lo normal, tome ropa oscura y saque los aerosoles que tenía escondidos en mi baúl, salí lo más silencioso posible de la cabaña pero la voz de Ali me hizo frenar en seco maldiciendo por lo bajo.
•̀ Becca ¿Dónde vas a estas horas? -preguntó con voz adormilada, me acerqué y le hice señas para que se callara.
•̀ Sh… Vuelve a dormir… -esta me miro y suspiro mostrándole la mochila abrió los ojos como plato para luego reír- Voy a vengarme tu duérmete, si me atrapan voy al poso sola.
•̀ Eres una completa loca, pero ve yo te cubro. -dijo y sonreí feliz dándole un beso en la frente salí de la cabaña para encaminarme al estacionamiento.
Al llegar al mismo, viendo que nadie me viera a estas horas, tome el aerosol rojo y comencé a pintar las puertas de la camioneta de Alexander, e incluso le rompí los espejos, en el parabrisa y el capot de la misma le escribí con letras rojas “Ten cuidado que yo no volteo página, la arrancó. Idiota Cooper”, me aleje con una sonrisa se veía genial, sin contar que la tinta se había corrido un poco, lucia genial una obra de arte, era venganza y se sentía genial.
Tome algunas respiraciones profundas y dejé caer el aerosol de mis manos el cual cayó al suelo debajo de la camioneta, sonreí satisfactoriamente había hecho un hermoso desastre en su camioneta y se lo merecía, eso le iba a enseñar que no podía besarme y luego tratarme indiferentemente. Antes también hice una parada para hacer otra venganza algo personal. Sin esperar más corrí lo más rápido posible a la cabaña para lavar mis maños y esconder la ropa ya que estaban algo manchadas, Ali al verme entrar comenzó a reír conmigo. Una vez que salí del baño con las manos limpias, metí en una bolsa dentro del baúl la ropa y me tiré a dormir a la cama, satisfecha por lo que acababa de hacer.
ʕ•́ᴥ•̀ʔっ♡
Nos encontrábamos en el patio de entrenamiento, podía ver a Alexander con cara de pocos amigos, me mordí el labio conteniendo la risa ya que de seguro su humor debía de ser porque vio su maldita camioneta. Ali me miraba de reojo tratando de no reír, ya que ella era mi cómplice en esto, veo llegar a mi padre igual o peor que Cooper, “Upps, aquí viene mi segunda venganza” pensé digamos que pase por la oficina de mi padre también eh hice un poco más de vandalismo, pero no me juzguen debía vengarme también.
•̀ Veo que algunos tienen ganas de hacer bromas… -grito y mordí mi labio con fuerza, y luche para ponerme seria- Cadetes ¿Quiero saber quien destruyo mi oficina y la camioneta del Sargento Cooper? -me hice la sorprendida igual que mis compañeros, no miré a mis hermanos porque ellos sabían que había sido yo- ¿Ninguno va a confesar?
•̀ Nadie sabe nada Señor… -gritamos y eso enfureció aún más a ambos.
•̀ Van a lamentar estoy… -volvió a gritar yo por dentro estaba saltando por verlo tan enojado su vena se podía ver desde aquí- Van a correr hasta que les sangre los pies. Ahora cadetes.
•̀ Señor, si Señor… -gritamos y con el uniforme completo comenzamos a correr.
No me malinterpreten pero a pesar de tener que correr estaba feliz porque logré mi cometido, sentía la mirada de Alexander y le sonreí maliciosamente, a lo que él apretó los puños con fuerza dándose cuenta de que había sido yo, pero no tenía pruebas le guiñe un ojo para seguir corriendo.
ʕ•́ᴥ•̀ʔっ♡
El fin de semana había llegado, gracias a dios toda la semana nos habías hecho correr el triple por mis travesuras, pero que les den se los merecían. Nos encontrábamos con las chicas en la cabaña arreglándonos para salir a un bar, Elías me había mandado un mensaje informando que estaba en la ciudad y si nos vemos el fin de semana cosa que acepte rápidamente, luego hablando con las chicas y mis hermanos decidimos que era buena idea salir todos juntos. Las chicas estaban con vestidos o polleras, yo en cambio me decidí por un pantalón jean negro, top blanco, mis zapatos de plataforma negros y tome mi campera de cuero del mismo color. Deje mi pelo suelto dejando que se formen unos rizos en las puntas y me maquille naturalmente. Nos hicimos unas cuantas fotos y mi celular sonó.
Sonreí sin contestarle y guardé el teléfono en mi campera, junto a mi billetera. Al salir de la cabaña estaban mis hermanos junto a los demás chicos y un sexi Alexander, el cual me miraba con seriedad, salude a todos con una sonrisa, en mi mano tenía las llaves de mi moto mientras que caminábamos al estacionamiento de la academia.
•̀ Tengo lugar para uno más, ¿Alguno quiere venir conmigo? -pregunte y todos se miraron entre sí reí por lo cobardes- Son todos unos malditos cobardes, en fin nos vemos allá entonces.
•̀ Amiga yo iría contigo, pero no creo que sea buena idea por el vestido. -dijo Ali a lo que sonreí asintiendo con la cabeza y señalando con la llave.