Al llegar a la academia mis amigas fueron las primeras en recibirme entre besos y abrazos sin dudas las había extrañado demasiado. Luego de abrazarlas a todas pude ver a mis hermanos que estaban mirándome con una sonrisa nerviosa, puse los ojos en blanco y abrí mis brazos para que me abrazaran el primero en llegar fue Jonathan que comenzó a girarme haciendo que comenzara a reír, para luego darme muchos besos en la mejilla, luego James lo empujo separándolo de mi para abrazarme con fuerza, por lo cual enrede mi pies en su cadera como un coala, lo escuche suspirar para luego darme un beso en la frente.
● Te extrañe idiota... -hable aun entre sus brazos escondiendo mi cara en su cuello logrando que riera.
● Y yo a ti pequeña no sabes cuanto. -dice apretándome más fuerte.
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Mi padre, ni Alexander se hicieron presente en ningún momento lo cual agradece ya que no deseaba verlos, nos habían dado el día libre luego de que mis compañeras y mis hermanos me acompañaran a la cabaña, los chicos tuvieron que ir al entrenamiento al igual que mis amigas por lo cual Lucas, Aaron, Manuel, Marcos y yo teníamos que firmar unos papeles y esperar al comandante al mando para que nos den el informe sobre nuestra estadía en Rusia. Llegue donde estaban mis amigos sorprendiéndolos.
● Hey… Miren que está aquí el alma de la fiesta… -grité al entrar a la habitación, pude notar a varias figuras adultas, me rasque la nuca avergonzada- Em… lo siento yo… no sabía que... ●Becca… -dice con una sonrisa burlona Lucas haciendo que me acerque a él- Padres ella es Rebecca Jones la chica de la que te hablaba.
● Oh mi dios… Quería conocerte para agradecerte lo que hiciste con mi hijo ya que no deja de hablar de ti… -dijo la mujer abrazándome y dándome un beso en la mejilla.
● Un gusto Señora, su hijo también me ha hablado de ustedes, es algo llorón cuando quiere y extraña a los suyos… -soy interrumpida por el hombre.
● En eso tienes razón... Cariño, amamos a nuestro hijo y conocemos a los otros muchachos se espantan con la sangre y no saben llevar el estrés, sin ti estoy segura que no hubieran vuelto a casa tan contentos. -dice el hombro para luego sonreír y acercarse a mi- La puedo abrazar.
● Em… Si claro Señor. -dije y este me estrechó entre sus brazos agradecido.
Luego que los chicos me presentaran a sus padres y entre alguna que otra pregunta ya que querían conocer a mis padres, ellos se fueron cada uno por su lado. Esperamos a que venga el comandante y puse los ojos en blanco cuando vi entrar a Alexander con su postura seria, al verme pude ver cierto brillo en sus ojos pero lo ignore por completo. Luego de una charla junto a las indicaciones, sentí mi celular sonar encontrándome con una llamada de Calix la cual tuve que rechazar para escribir un mensaje rápidamente.
Luego de una larga charla y ganándome una mirada de desaprobación de Alexander por estar con el celular, salí con una sonrisa, empecé a caminar hacia la cabaña de mis hermanos, cuando alguien me tomó del brazo, al girarme me encuentro con Jonathan y James me vuelven a abrazar con fuerza, haciéndome reír ya que me tenían tipo sanguchito.
● Los buscaba… -dije en susurro este ríe mientras que ambos apretaban su agarre- Oye... Déjenme respirar un poco.
● Lo sentimos... -dijeron los dos al mismo tiempo soltándome puse los ojos en blanco.
● ¿Por eso nos buscabas? -pregunto Jon y negué con la cabeza- Bien porque quiero que vallamos a comer.
● Claro, pero ustedes pagan. -hable a lo que ambos asintieron con la cabeza- ¿A donde me van a llevar?
● A patinar y luego McDonald's... -dijo James a lo que grite un si y empecé a tirar de ambos para llegar a la camioneta.
Nos subimos a la camioneta y comenzó a manejar. El camino fue en silencio, pero no incómodo, había extrañado a mis hermanos y el pasar tiempo con ellos me gustaba. Luego de unos 20 minutos llegamos a la pista de patinaje, los mire con una sonrisa. Los tren bajamos de la camioneta y entramos a la pista luego de pedir los patines. Al entrar al hielo suspiré sintiéndome en casa, comencé a deslizarme olvidándome de todo y de todos. Luego de unos minutos veo a mis hermanos matándome una gran sonrisa, me acerco a ellos y le extiendo una mano a cada uno para que patinen conmigo, así pasamos el resto de las siguientes horas.
● Como extrañaba esto… -Hablo con una gran sonrisa sacándome los patines ya que debíamos volver al instituto.
● Lose… Por eso te hemos traído pequeña. -dijo dándome un beso en la mejilla cada uno. Una vez que entregamos los patines fuimos a comer.
La comida fue en silencio y algo incómoda, sabia que querían hablar de Alexander pero cuando veía que iban a sacar el tema lo cambia automáticamente, nos les conté sobre Calix porque no quería un cuestionario. Al pagar la cuenta los tres salimos y comenzamos a caminar hacia el auto, estaba tan sumergida en mis pensamientos que ahogó un grito cuando siento que me toman del brazo, haciéndome chocar con un cuerpo al levantar la vista me encuentro con Alexander, fruncí el ceño mirando hacia todos lados pero no encontraba a mis hermanos, genial voy a matarlos.