Hija de un Militar.

Capitulo 33. Maratón 4/?

Me desperté por el sonido de la puerta ser golpeada y gruñó por eso, intento darme vuelta pero siento unas manos en mí cintura abro los ojos de golpe y me relajo al saber que estoy con Calix, el se encuentra dormido y sonrió al verlo dormido se ve tierno, me lo quedo mirando por unos minutos grabando su rostro en mí memoria cuando el sonido de la puerta retumba en toda la habitación, lo muevo despacio pero el solo murmura algo y se dan vuelta sonrió para bajar de la cama veo por la ranura de la puerta que es su padre por lo cual me debato mentalmente si abrir la misma cuando me decido en abrirla la puerta se abre dejándome ver a mí ahora suegro que me mira con los ojos bien abierto quiero decir algo pero cierro la boca avergonzada, estoy descansa en la habitación de su hijo el cual se encuentran durmiendo con el torso desnudo.

• Cadete Miller ¿Qué hace usted aquí? -pregunto serio y pase saliva sin saber que decir, veo cómo se acerca dónde está su hijo y lo mueve de forma brusca este abre los ojos- Arriba tenemos algo que aclarar.

• Coronel yo... -comienzo hablar y me callo al ver su mirada penetrante, agachó la mirada avergonzada.

• Padre, no le hables así solo tomábamos una siesta.-dice colocándose la remera del uniforme mientras que yo me coloco las botas rápidamente, quiero llorar y me muerdo el labio tratando de ocultarlo.

• ¿En qué carajo estás pensando Calix? -grito haciéndome sobresaltar, me levanté de la cama colocándome la campera pegándome a la pared- Primero amenazas a su padre, junto al sargento Cooper y ahora la metes en tu cama ¿Acaso no piensas las cosas?

• No me grites, si hice lo que hice fue por defender a mí novia ya que su padre la estaba golpeando y ese idiota no hizo nada para defenderla. -grito podía ver todo su cuerpo tenso y me atragante con mí propia saliva, mí mentón está comenzando a temblar por las lágrimas y el miedo- Tu mismo me lo enseñaste no voy a permitir que a ella ni a ninguna mujer se le levanté la mano si puedo hacer algo.

• No me grites y sabes bien que no puedes traer a nadie aquí... ¿Y que hiciste? No te das cuenta que estás haciendo todas las cosas mal por esta niña. -grito y lágrimas comenzaron a mojar mis mejillas- ¿Vas a perder todo lo que luchaste por una chica?

• Porque no entiendes que estoy enamorado de ella y la amo padre. -grito y ahogue un zorollo el me miró cuando se dio cuenta de lo que dijo, solo negué con la cabeza para luego intentar salir de ahí pero Calix me impidió un paso tomándome del brazo.

• Calix yo... -digo entre lágrimas el niega con la cabeza tomándome del rostro secando el mismo.

• Sh... No digas nada, solo no llores. -dice y lo abrazo escondiendo mí rostro en su pecho- Padre podemos hablar en otro momento por favor.

• Niña lo siento no pretendía hacerte sentir mal, solo no sabía lo que había pasado. -dice y asiento con la cabeza sin mirarlo puedo escuchar cómo suspiro- Vamos a sentarnos a hablar ¿Aceptas venir a cenar con este viejo?

• Padre...

• Si su hijo acepta no tengo problema. -murmuré una vez que me aclaré la garganta.

• Bien padre, luego te aviso. -dijo y el Coronel Gari salió dejándonos solos y este se rasco la nuca nervioso- Yo lo siento no pretendía asustarte por nuestros gritos y por mis sentimientos quería ir lento se que...

No le permito terminar de hablar porque lo beso este se sorprende y luego me sigue el mismo. Luego de unos minutos lo miró a los ojos.

• Yo no puedo decirte que...

• Lo sé y no quiero que lo digas si no lo sientes Conejita solo no pude no enamorarme de ti. -admití y sonrió porque si bien aún no se si lo amo se que me gusta.

• Te quiero y solo dame tiempo nunca tuve ese sentimiento que no sea mí familia. -digo y este me da un beso castro en los labios.

• El tiempo que quieras Conejita.

🐼

Me encontraba en mí cabaña viendo que ponerme hoy teníamos la cena con el padre de Calix y mis nervios están a flor se piel. Hace un poco de calor por lo cual me decido por la pollera roja que me regaló K junto a una remera blanca tiras junto las botas de taco del mismo color de la remera y tomé mí campera de jeans junto a mi bolso marrón. Mí pelo lo deje suelto y me maquille simple, está terminando se acomodar la cartera cuando tocan la puerta de la cabaña, al abrir me encuentro con Calix vestido con pantalón con una rotura en las rodillas, camisa negra junto a una campera de cuero negro y zapatillas Adidas blanca, mi boca se abrió mirándolo para acercarme y darle un beso en los labios.  

• Que suerte que no llevo lápiz labial... -murmure con una sonrisa sobre sus labios- Estas sexi Ternurita. 

• Emm... Si me encanta que no lleves esa cosa en los labios, así te puedo besar todo el tiempo que quiera. -dice juntando nuestros labios nuevamente- Estas hermosa Conejita, me encanta el rojo en ti. Vamos mi padre esta esperando en el Restaurante. 

Me extiende la mano y la acepto entre alguna que otra risa caminamos hacia donde tiene el auto, en el camino puedo notar a mi padre que al verme sus ojos tienen un brillo extraño y me sonríe, fruncí el ceño sacudiendo la cabeza de seguro me lo imagine, siento una mano en mi cintura y me encuentro con la mirada de Calix, le sonrió y este me da un beso en la frente cierro los ojos ante el contacto, cuando me quiero acordar estábamos frente a su auto, como todo caballero me abre la puerta y me muerdo el labio, entro al mismo y este cierra la puerta para trotar al otro extremo para subir de piloto.  Al subir puso en marcha el auto y puso el GPS para llegar al restaurante. El camino fue entre risas y alguna que otra anécdota.




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