Hija de un Militar.

Capítulo 47.

 

Capítulo extra, espero que les guste. Quedan pocos capítulos para que esta historia llegue a su final. 
Espero que se encuentre muy bien. No se olviden darle una estrellita si les gusto.

Besos y Abrazos. XOXO. 

 

Narra Rebecca. 

Me encontraba en en sillón mirando una película mientras que comía pochoclos con chocolate blanco, mientras que esperaba que Calix saliera de la habitación para poder ir a caminar un rato ya que el medico me dijo que iba ayudar en el parto. Luego de unos 20 minutos veo a Calix con ropa deportiva y me mordí el labio se veía tan sexi con esa ropa, al parecer me lo estaba comiendo con la mirada ya que escuche su risa y luego me dio un beso en los labios.

• No sigas mirándome de esa forma conejita, porque déjame decirte que tengo ganas de estar contigo y no podemos sabes lo que dijo el medico. -susurro en mis labios, si yo también tenia ganas de estar con el- Ahora levanta ese hermoso trasero que tienes y pongámonos en marcha que luego tengo que ir a la academia. -hice un puchero a lo que el volvió a reír fuertemente, haciéndome enojar- Vamos cariño que el medico dijo que era bueno caminar.  Salgamos los cuatro juntos a dar unas vueltas al parque. 

Bufe, no tenia ganas de caminar pero me levante con su ayuda y salimos al parque. Al llegar muchas mujeres se lo quedaban mirando y eso me molestaba de muchas maneras, el al parecer se dio cuenta porque freno mirándome de frente divertido para luego besarme y poner sus manos en mi vientre. Sonreí como una tonta, pero se borro cuando una punzada fuerte se hizo presente en mi parte baja, tuve que agarrarme de sus brazos para no caer al suelo. 

• Carajo... -gemí de dolor cuando otra punzada se hizo presente.

• Mamá esa señora se acaba de hacer pis... -escuche a un nene decir y abrí mis ojos con miedo, acabada de romper fuente, mire con horror a Calix que miraba el suelo con los ojos abiertos en todo su esplendor sin reaccionar.   

• Mierda, Mierda... -grite de dolor cuando otra contracción llego y más fuerte, acaba de cumplir la semana 34, no podía iniciar con el trabajo de parto. 

• Tranquila Cariño tienes que respirar... -dijo un alterado Calix, me tomo en brazos y camino rápidamente hacia el lado opuesto- Necesito un taxi ahora... 

• No, no puedo iniciar con el trabajo de parto faltan tres semanas Calix... -hable asustada sentía las lagrimas en mis mejillas y este me miro de igual forma.  

• Necesito que te calmes cariño ya vamos en camino al hospital... -dijo subiéndome a un auto, apreté su mano cuando otra contracción llego- Maldición apúrese que mi mujer va a dar a luz en su auto.  

• NO GRITES... -eleve el tono de voz y este me miro asustado, grite de dolor y en cuestión de minutos estaba nuevamente en sus brazos el cual caminaba rápidamente al interior del hospital. 

• ¡Necesito a un medico ahora! -grito y siento como mi cuerpo es apoyado en una superficie blanda, cerré los ojos con fuerza. 

• ¡Esta en trabajo de parto, llamen al obstetra ahora! -escucho como grita una enfermera y comencé a negar con la cabeza. 

• No, no es posible aun me faltan tres semanas. -dije asustada y ahogue un grito de dolor.

• Tranquila mamá esta todo bien... Tiene que relajarse. -apreté con fuerza los laterales de la cama y comenzaron hacerme un chequeo, estaba aterrorizada por el parto natural pero todo cambio al escuchar al medico. 

• Lo siento mamá pero demos practicar una cesárea de emergencia. -dijo y comencé a negar rápidamente a lo que el solo se limito a sonreír- Esta en muy buenas manos, es necesario por la posición del segundo bebe. 

Dadas las condiciones de mis bebés y embarazo, lo mejor era hacer una cesárea, nuevamente mis planes cambiaron, pero a estas alturas nos enfrentábamos a un parto prematuro en donde el bienestar de mis bebés era la prioridad; así que respiré profundo y decidí depositar toda mi confianza en mi médico. 

• Carajo esta bien, pero hazlo ahora porque esto duele como los mil demonios. -grite, sentía el sudor en todo mi cuerpo y el ardor en mi cara, escuche la risa de Calix y lo mire mal- Cierra la puta boca imbécil esto es por tu maldita culpa y tu estúpido esperma.  

🐼

Narra Calix. 

Estaba asustado como la mierda, se había adelantado el parto y se debia practicar una cesaría de emergencia, lo que mas miedo me daba era la epidural, había leído y escuchado tantas historias trágicas sobre este tipo de anestesia que me daba miedo que todo saliera mal;  el pensar que podía perderla a ella o a los bebes me aterraba, sin embargo, todo fue tan rápido que no había otra opción que asumirlo sabia que estaba en buenas manos. Respiré profundo, me aferré a mi fe y confié en las palabras del anestesiólogo quien me aseguró que todo saldría bien. 

Me encontraba en la sala de espera, había llamado a mi padre y el se encargo de llamar a los hermanos, todo parecía irreal si bien esperaba ansioso la llegada de mis hijos nunca pensé que fuera en estas condiciones, solo rezaba a todos los dios existentes y que conocía que ellos estuvieran bien. Me levanto de la silla cuando escucho la voz de Jonathan preguntando por su hermana y el primero en verme fue James que se acerca corriendo. 




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