Comencé a observar a mi alrededor, buscando cualquier cosa que pudiera servirnos y abrí mis ojos con asombro al ver un teléfono celular, estaba con la pantalla rota y manchado de sangre, pase saliva y con mucho cuidado lo tome, suspire al ver que aun tenia batería, lo desbloquee y mi respiración se acelera al ver el fondo. Era de Jones en donde estaba con una chica embarazada, con mas razon tenia que sacarlo con vida de aquí no podía dejar que ese niño o niña crezca sin padre por un hijo de puta sin sentimiento como lo era Alexander. Sacudí mi cabeza para intentar sacar esos pensamientos de mi cabeza, mire a los demás cadetes y solté un suspiro al ver que no había señal. Si quería intentar hacer una llamada para dar nuestra ubicación debía de ir a un lugar más alto, o buscar un lugar que me diera señal.
• Puedo salir yo Sargento e intentar buscar señal y…
• No, no voy a arriesgarlos a ninguno de ustedes… Iré yo, solo tenemos que esperar que oscurezca. -dije poco convencido.
Al parecer se dieron cuenta pero era mejor salir de noche, será más fácil ocultarme si fuera necesario, era nuestra única y última oportunidad, si quería sacarlos a todos de aquí tendría que correr el riesgo y aprovecharla.
• Dime Calix ¿Como esta tu cadete? -pregunto el hijo de puta de Alexander, solo mire la radio mas no conteste- Se que me estas escuchando Calix… Dime ¿Cómo sigue Jonas Patrick? -siguió hablando- Lastima era un buen muchacho, espera su primer hijo sabes, lastima que nunca lo conocerá y todo por tu culpa. -dice con burla y con maldad- Dime Calix eres casi experto en medicina en el campo ¿No crees que ya perdió mucha sangre? -preguntó soltando una carcajada- Venga vamos, sal de ahí y tal vez, solo tal vez lo ayudare para que conozca a su hijo y a los demas tambien quizas los deje ir con sus familias.
• Vete al infierno. -conteste apagando el radio.
Tenía que contener mi enojo, debía pensar con tranquilidad el solo estaba provocando, quería hacerme salir de mis casillas así salir y el salirse con la suya de matarme, pero no, no iba a darle el maldito gusto. Necesitaba pensar con claridad y lograr ideal un plan.
• Calix… -soltó un quejido Jones y lo mire- Tienen que irse, si se van en la noche van a poder volver a casa.
• Jones no voy a dejarte aquí… -solté y los demás cadetes asintieron con la cabeza, ellos sabían que nadie bajo ninguna circunstancia deben abandonar a un soldado.
• Calix no voy a lograrlo, deben salvarse.
• Basta Jones, no gastes energía, estas mal herido debes estar tranquilo porque voy a sacarte de aquí… -dije apoyando mi cabeza en la pared- Todos vamos a salir de aquí.
Él me miró y solo le di la botella con agua, me miró dudoso pero asentí con la cabeza, para luego mirar un punto fijo en la pared. Era hora de actuar debía volver a casa con mi Becca y mis hijos. Luego mire a todos mis cadetes y me prometí que saldríamos todos con vida o todos moriríamos intentando.
♥
Era el momento hoy todos nos iríamos, en formación todos corríamos lo más fuerte que pidamos, mientras que cargamos a un Jonas nuevamente inconsciente, pero vivo, ninguno paro, no pensamos en el cansancio solo en que teníamos que volver a casa y salvar a Jones.
El agua y la comida se habían acabado hace días no se cuantos para ser exactos, pero ninguno pensó en rendirse estábamos hambrientos, sedientos y cansados pero no nos dábamos por vencidos. En el día nos escondimos en diferentes lugares, mientras que en la noche seguíamos corriendo con mucho cuidado para que no nos descubrieran.
Llevaba el celular de Jones en mi bolsillo, tal vez más adelante encontraríamos algún lugar con señal y realizar la llamada que nos sacará de aquí. No teníamos municiones pero si tenía un entrenamiento que no iba a dudar en usar si fuera necesario, aunque siendo realistas si nos encontrábamos con Alexander armado, estábamos acabados y no podríamos salir con vida. De igual manera si no arriesgamos podíamos morir. Todos habíamos estado de acuerdo que debíamos intentarlo ya que ninguno quería morir escondiendose, Además que debía cumplir la promesa que le hice a mi hijo, iba a volver con ellos. De solo pensar en ellos me daban ganas de gritar con desesperación, había pasado mucho tiempo alejado de mi familia y los necesitaba como el aire que estaba respirando. Extrañaba ver como mis hijos corrían por toda la casa mientras que Becca los perseguía, extrañaba verlos concentrados en mi voz cuando le contaba historias o le leía cuentos. Extrañaba la sonrisa de mi conejita y cada parte de su cuerpo, aunque lo que más extrañaba era la forma en la que me miraba. Mierda necesitaba tenerla conmigo, esta maldita necesidad estaba consumiéndome vivo. No podía dejar a mis hijos de esta manera, ellos se habían convertido en mi vida desde que me enteré que iba a ser padre y el solo pensar que podía dejarlos solos me mataba. Y es entonces que comienzo a cuestionarme todo lo que estoy haciendo ¿Y si ya nos dieron por muertos? Entonces realmente vale la pena hacer esto, las dudas estaban matándome.
No era la primera misión que hacía, me había entrenado toda la vida para esto, pero si era la primera en la que dejaba a una familia esperando por mi. El solo pensar en el sufrimiento de Becca y mis hijos, sin mencionar a mi padre y a todas las personas a las que les importo si llego a morir me hace sentirme una mierda. Porque lo último que quiero es que sufran por mi, ya que no se lo merecen.