Hija del Fuego

Capítulo 2

Celeste

Estoy tomando un vaso de agua en la cocina, mientras observo por la ventana mi patio trasero, recordando lo que sucedió hace dos días, como ese enorme agujero se trago a Amy, como grite su nombre, pero ya se había ido, desde entonces no he tenido ninguna señal de ella, no se si sigue viva o en que lugar se encuentra, y no le he dicho a nadie lo que sucedió, ni siquiera a Scott, a quien he traído a mi casa, mientras pienso que hacer, no tiene familia, Amy era todo lo que tenia, si denuncio su desaparición se lo llevaran a un hogar sustituto o un orfanato.

Y Amy… ¿seguirá viva? O estará muerta, maldita perra, desaparecer así, aunque no sea su culpa, debería… ¿Qué demonios? Suelto el vaso, y escucho como se rompe en pedazos, mientras veo como las nubes comienzan a juntarse encima del mi jardín, pequeños truenos relampaguean, y se vuelve a abrir el cielo, ese agujero negro ha vuelto a abrirse, pienso que ahora me llevara a mi, y retrocedo hacia atrás, alejándome de la ventana, pero uno de los truenos cae en el césped, quemándolo, y en ese momento dos figuras caen en el mismo lugar, y reconozco el cabello rojizo de Amy.

Salgo corriendo hacia el jardín, veo que Amy comienza a levantarse junto y a su lado un hombre de cabello pelirrojo claro, tan alto como Amy, y con unos ojos almendrados o amarillos, es guapísimo, luego veo a Amy, quien tiene una cara de cansancio, el cabello enredado y una ropa descolorida.

-¡Amy! – Ella alza la vista y me sonríe.

- Celeste…-comienza a hablarme, pero la interrumpo.

-¿Qué carajos Amy? Desapareces dos días, me dan un susto de muerte, apenas he dormido, he estado preocupada, no he sabido que hacer, me traje a Scott sin saber como decirle que probablemente su hermana este muerta, que la succiono un agujero negro, y tu vuelves dos días después con este…y me sonríes como si nada.

-Yo…Celeste…este es Ari, Ari ella es Celeste, mi amiga.- Aquel hombre llamado Ari me sonríe, mostrando una sonrisa de comercial.

-Hola Celeste.- Me dice, su voz es tan varonil y suave.

-Hola. Que lindo eres.

-¿Qué tal si vamos adentro y mientras me dan algo delicioso de comer te explico que sucede?- Amy me jala del brazo, se ha dado cuenta de que estoy babeando por Ari, caminamos hacia la casa, mientras Ari nos sigue, mira todo a su alrededor.

 

Cuando entramos en la cocina, Amy me suelta y va directamente al refrigerador, veo como saca la mantequilla, el queso, el dulce de leche, la mermelada, y el jamón, luego va a la alacena y saca el pan, comienza a preparar sándwich de queso y jamón, otro de mantequilla y dulce de leche, otro de mantequilla y mermelada con queso.

-Ari, siéntate aquí.- Dice Amy, mientras apunta a la silla y comienza a poner la comida en dos platos.

-Amy ¿hace cuanto que no comes? ¿Dos días?-Le pregunto.

-Mmmm…-comienza a morder el primer sándwich de mantequilla y dulce de leche.- algo así, Ari come esto.- le pasa del de mantequilla, queso y mermelada.

Ari sostiene el pan entre sus dedos, mirándolo inseguro, mira a Amy, con una cara de ¿Qué es esto?, pero luego vuelve a ver el sándwich y le da un pequeño mordisco, comienza a masticar y sus ojos se abren y se cierran, tiene una expresión de fascinación.

-Amy, creo que tu amigo esta teniendo un orgasmo bucal.

-Espera a que pruebe el de jamón y queso.- Se ríe, mientras Ari le sonríe de vuelta y continua masticando, y la forma con la que ve a Amy me sorprende, una mezcla de cariño, confianza y alegría, este está enamorado de la pequeña zorra, y por la mirada de Amy, diría que ella también.

 

Amy

 

Ver a Ari comiendo era como ver a un cachorrito hambriento que no había comido en días, todo feliz y emocionado, iba por su segundo sándwich de jamón y queso, y ahora le estaba preparando un poco de chocolate, mientras hablaba con Celeste.

 

-¿Qué le dijiste a Scott?

-Que habías tenido que viajar de urgencia por problemas legales con lo de la herencia de tus padres.

-¿Se lo creyó?

-Eso creo, igual lo alimente a base de pizzas por lo que no ha mostrado quejas, ni mas preguntas, pero ahora cuéntame tu aventura. -Pensé por donde comenzar, y mire a Ari que seguía comiendo, y concluí que yo no podía explicar mucho, apenas entendía todo.

-Yo solo desperté en otro lugar, como otra dimensión o planeta, no se, donde resulta que soy la ultima hija del fuego y por lo tanto reina del reino de fuego, ah y estoy hecha en parte de fuego supuestamente, y por lo tanto el fuego no me quema ni me hace daño.




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