Capitulo 35 lluvia.
SELENE.
Aparecerme en la puerta de la casa de Yon fue la mas completa estúpida buena idea que he tenido y que mama me alentó.
Cuando decidí venir fue para corroborar de que el estuviera bien y no herido como en mi sueño. Pero al verlo solo en bóxer y con todo ese aura de masculinidad alfa a su alrededor, por no decir que su cabello mojado estaba ocupando el setenta y cinco por ciento de mis pensamientos se concentraron en… ¿QUE DEMONIOS? No se concentraron en nada solo admirarlo y querer besarlo.
Al entrar a su departamento, lo inspeccione era chico un cocina bastante grande, una sala de estar con una mesa unos sofás y una pantalla plana. Eso fue todo lo que pude apreciar. Eso y los ventanales con las cortinas entre abiertas. Hacía calor, demasiado calor y el solo en bóxer no ayudaba.
-cielos- dice y me doy vuelta.
-lo se-
-¿Qué haces aquí?-
vengo para ver si no moriste como en mi sueño. Dice mi mente pero lo que sale de mi boca fue
-vine por ti- Lo siguiente fue sus labios sobre los míos, o mis labios sobre los suyos ya ni se quien era el primero que ataco para acercase al otro.
el beso toma intensidad y con la desesperación me quita el bolso cayendo al suelo sonando fuerte. La campera también se va y desabrocha de manera animal mi camisa favorita, espero que no le haya arrancado los botones. Pasa sus manos por mi trasero y piernas, agachándose hasta tocar el hueco de mis rodillas. En un impulso me levanta haciendo que enrosque mis piernas en su cadera.
Me falta el aire pero no quiero parar de besarlo. Siento que camina, hacia donde no tengo idea pero espero que sea a su habitación esta tensión necesita ser descargada, la primera vez en un sofá como que sería un momento vergonzoso para recordar.
Mi espalda toca algo mullido, gracias a cielo, es la cama. no se en que momento me desprendí de mi calzado solo se que ahora estoy descalza acariciando con el dedo gordo la parte de atrás de su pierna. Me levanto un poco para sacarme la camisa, y el desabrocha mis pantalones. Damos el primer respiro desde que entre a su casa y nos dedicamos a besarnos. mi pantalón se va, seguramente al mismo lugar donde arroje la camisa. Me acomodo para depositar mi cabeza en alguna almohada y Yon se coloca sobre mí. Todavía besando mis labios los cuales abandona para besar mi mejilla izquierda, mi lóbulo mi cuello.
-mía- susurra cuando sus labios están sobre la zona donde debería marcarme. Pero las imágenes de mi sueño se proyecta en mi mente.
-no- el se separa .
-Sel-
-todavía no- coloco mis manos sobre sus hombros. – por hoy solo como humanos-
-somos humanos- dice con una sonrisa de costado
-tu entiendes, nada de reglas licantropas posesivas donde debes marcarme, solos tu y yo-
-solo por hoy- repite
-solo por hoy- afirmo
Lo siguiente fue despojarnos la poca tela que separa nuestras ropas, su bóxer y mi ropa interior. Deposito su frente con la mía -¿segura?- colocándose entre mis piernas
Por lógica no pero todo en mi gritaba un gran si. -si- beso mi frente tarda unos segundos para hacer algo que a ambos nos conviene, la protección, para luego nos fundimos en uno, arrancándome la inocencia con algunas lagrimas y un pequeño grito.
YON.
Lo que no me gusto fue a verle hecho daño, tuve que detenerme para saber si estaba bien. Ella me dijo que si, no estaba seguro en seguir pero ella volvió a cautivarme con sus labios incitándome a seguir.
Inocencia. Eso era lo que ambos habíamos perdido. Y si era virgen, lo fui hasta que encontré a mi mate, a mi princesa, a mi Selene. No soy como los otros alfa, esos que por ser de superiores hacen lo que quieren como por ejemplo no esperar a su compañera. Mi madre espero a mi padre, según ella el también lo hizo, explicándome que la primera vez con tu mate es mágico no se compara a nada, le estas entregando todo de ti sin arrepentirte de no haber dejado nada afuera.
-¿te encuentras bien?-
-si- me contesta sin mirarme
-¿Qué miras?- le pregunto depositando un beso en su hombro desnudo. Toda su piel es como mi droga, mi maldita dulce droga pidiendo me a gritos que la bese. Ella se encuentra de espalda a mí, entre mis sabanas y por mas que me guste la idea de sonar posesivo le prometí que hoy solo seriamos ella y yo. Pero se ve tan malditamente sexy. Su cuerpo de costado, la sabana cubriendo sus curvas dejando al descubierto parte de su piel. Sus pechos y muslos tapado sus pies y abdomen al descubierto, su cuello el cual me llama. Estoy perdido.
-el ventanal- me contesta. Rodeo su cintura depositando mi mano en la piel de su abdomen atrayéndola a mi o mejor dicho me acerco a ella. –quiero una vista así-
-vente a vivir conmigo- le murmuro volviendo a besar su hombro. ¿ya dije que era adictiva su piel?
-si viniera a vivir contigo no saldríamos de la cama-
-con la primera experiencia ya dices eso-
-con la primera experiencia te firmo donde quiera que eso es verdad- se ríe, debajo de mis dedos siento como tensa su abdomen, alargo en brazo buscando su mano para enredarlas. –es hermoso-
-lo se, lo eres-
-yo no, la lluvia- miro el ventanal para encontrarme con un cielo gris, unos vidrios empañados y sobre estos gotas de aguas deslizándose hacia abajo.