Capitulo 37 Te amo
SELENE
Llevábamos mas de veinte minutos parados en el medio de la nada, las olas rompían contra la orilla, el viento estaba agitado y todo completamente oscuro pero por cosas del destino el cielo nublado, resplandecía por los relámpagos a los que no tardábamos en esperar ese sonido que se te erizan los pelos de los brazos. Lo que si parecía una jugarreta era que la luz de la luna iba y venía.
-veo que llegaron temprano- dice Pablo, a su lado había dos personas mas, esas personas eran idénticos a los que parecían en mi sueño, que decir que idénticos, eran ellos solo que en carne y hueso.
-¿Dónde está mi hermano?- pregunto con toda la tranquilidad posible.
-aquí- dice el mientras le hace una seña al que chico detrás -Frederick- dice y el tal Frederick empuja a mi hermano dejándolo caer sobre la arena.
-BEN- grito al verlo lastimado, trato de correr hacia el pero Carlos me detiene.
-son tres- me susurra.
-son dos- le contesto –Pablo no hará nada hasta último momento- el me suelta y ladea la cabeza como dándome la razón.
-no te parece un poco tonto venir aquí sin un plan de respaldo- ríe sin gracia Pablo
-y tengo un plan de respaldo- Carlos me mira, dedicándome esa mirada que yo también usaría si el estuviera en mi lugar.
“que el mensaje haya llegado”.
-¿quien Carlos?- se cruza de brazos –por favor no me hagas reír-
-ahora si que me cabreo- murmura Carlos
-¿Dónde estuviste?-
-no te incumbe- le contesto viendo como mi hermano comienza lentamente a arrastrarse para alejarse de ellos
-si que lo es eres mía- dice y veo que la cara la chica detrás se transforma, está dolida y enojada. Esto no terminara bien
-no lo soy, tu no tienes mate ¿te acuerdas? Te maldije estarás solo-
-estamos en desventaja Sel- dice Carlos por mu a lo bajo –Ben esta delante de ellos tenemos que distraerlos para que este seguro-
-lo se- le contesto
-igual que lo hiciste hace miles de años atrás- estaba enojado
-yo no fui-
-si fuiste tu, tu eres Aurora-
-que no fui yo- le contesto adelantando unos pasos –y tu no estabas vivo en esa época no sabes lo que paso-
-si se lo que paso por que soy Igor- lo grita y Carlos se tensa –vague todos estos milenios por la tierra buscando alguna forma de volver y hace dieciocho años atrás lo logre. Esa mujer estaba desesperada, su hijo moriría al nacer era capaz de entregar su vida al diablo para salvarlo- explica –aparecí ante ella le prometí salvar a su hijo pero ella moriría, no le importo. Lo que ella nunca supo que ella y su bebe morirían el mismo dia y yo ocuparía un cuerpo para volver-
-Pablo- dije
-Pablo murió al nacer, al dar su primera y última bocanada de aire Igor ese es mi nombre, Igor fue el que ocupo por dieciocho largos años este cuerpo- se descruza de brazos y me apunta con el dedo –y es hora de que pagues por todo lo que me haz hecho Aurora. Por maldecirme hace miles de años atrás y por la masacre de ese entonces-
-no soy ella- vuelvo a decir –Aurora me lo dijo tu mataste a tu mate por que ella era débil, engañaste a no se cuantas personas para que hicieran lo que querías lograste que media población Licantropía dejara de existir-
-SE LO MERECIAN- grita y golpea el suelo con el pie levantando una cantidad importante de arena –NO ERAN VALIOSOS PARA LO QUE ESTABA CREANDO NO SERVIAN-
-¿de que hablas?- pregunta Carlos
-estaba creando un ejército para ella- me señala
-¿QUE PARTE NO ENTENDISTE? NO SOY AURORA.-
-di lo que quieras. Es ejercito era para “Aurora”- hace el gesto de comillas cuando dice su nombre y con mucho desprecio –era mi presente como regalo de bodas, para cuando nos casáramos pero Abel se entrometió-
-tu tenias mate- digo –Ris, ese era su nombre- al decir eso veo como se vuelve a desfigurar el rostro de la chica detrás de Igor, no estaba feliz
-ELLA NO ERA NADA, ERA UNA CUALQUIERA-
-ERA TU MATE- le grito.
-ya está muerta igual de cómo lo estarán ustedes- dice hace una seña y sus acompañantes se abalanzan sobre nosotros.
La chica me lanza un golpe, el cual esquivo, separándome de Carlos mientras que el se encarga del tal Frederick. La rubia lanza otro golpe impactando en mi mejilla con el otro puño golpea mi abdomen haciéndome jadear y caer en la arena.
-no soportas nada Princesa de cuarta- dice ella
-todavía no cantes victoria- me levanto y escupo un poco de sangre.
-hablas como si conocieras el futuro-
-por que lamentablemente se algo que conozco- le contesto sonándome el cuello
-pues yo también y te cuento tu cabeza termina siendo arrancada de tu cuerpo por mi-se suena los dedos
-eso lo veremos- ambas nos lanzamos una contra la otra. Evado unos cuantos golpes y ella también pero logro tumbarla a la arena un par de veces. Ella me toma del pie, lo jala y caigo de golpe haciendo que mis pulmones liberen todo el aire de golpe. Ella se coloca sobre mi y sus manos en mi cuello ejerciendo presión.
-es hora que mueras- me dice sus ojos se tornan rojos, siento sus uñas crecer clavándose en mi cuello y unos colmillos aparecen. Es un vampiro.